La columna de Michèle Labbé: “Aunque la mona se vista de seda”

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La columna de Michèle Labbé: “Aunque la mona se vista de seda”

"Discutamos con argumentos, aunque nos duela la crítica".



Polémica generó la minuta interna de la Asociación de AFP en que se hace un análisis del documento “Marco Para La Discusión en Particular del Proyecto de Reforma Previsional en el H. Senado” que presentó el ministro Marcel y que este fin de semana se filtró a los ministros de Hacienda y Trabajo.

Ante las críticas al documento, la ministra Jara manifestó dos cosas: la primera es que ella ve muy complejas las críticas que contiene la minuta “… porque el sistema de pensiones necesita cambiar por su sostenibilidad”.

La ministra tiene razón, es necesario hacer cambios, pero los propuestos por el gobierno en sus 45 puntos van en el sentido contrario. Y más allá de que, a aquellos que se sienten dueños de la verdad, les ofusque que alguien opine distinto, lo cierto es que existe acuerdo entre los técnicos en que, “con la reforma (propuesta por el gobierno), las tasas de reemplazo en el 2040 van a ser 18 puntos menos a los que van a tener lo que jubilan actualmente” – tal como claramente lo declaró Joseph Ramos – a quien nadie puede llamar defensor de las AFPs.

En efecto, con distintos nombres y una presentación renovada, la propuesta de 45 puntos sigue siendo la misma propuesta que fuera rechazada por la Cámara de Diputados, y que la autoridad ha tratado de disfrazar como un esquema 5-1, donde 5 puntos irían a cuentas individuales. La realidad es que al igual que en la propuesta a la Cámara, casi 4 puntos de cotización adicionales irían a reparto y apenas cerca 2 puntos a la cuenta individual del trabajador.

A lo anterior se suma que después de haber establecido una comisión técnica que trabajó por semanas para analizar seriamente el proyecto y visualizar alternativas de consenso, el gobierno hizo caso omiso de gran parte de sus recomendaciones, perseverando en sus propuestas originales, tal como la separación de la industria que fue rechazada por la comisión.

El problema de la propuesta es que el objetivo de elevar la acumulación de ahorros a lo largo de la vida de los trabajadores se ve mermado, entre otros, porque desvía importantes recursos hacia reparto, y de éstos, la parte que se devuelve a través de un “bono de reconocimiento” no asegura un retorno de mercado, siendo muy similar – por no decir igual, - a las cuentas nocionales, que tan criticadas fueron por los técnicos. Además, debido al envejecimiento poblacional, cada vez habrá menos trabajadores que aportarán con sus cotizaciones y mayor será el número de jubilados entre los cuales repartir dichos recursos.

Por último, el documento tampoco incorpora propuestas de las comisiones Marcel y Bravo, que otros países ya están implementando, como los incrementos en la edad de jubilación y medidas concretas para disminuir la informalidad laboral y con ello aumentar la densidad de cotizaciones.

Respecto de la segunda preocupación manifestada por la ministra Jara es que “opinar es súper legítimo, pero interferir en un debate político y tratar de presionar al Parlamento para que no avance una reforma previsional es una irresponsabilidad de marca mayor”. Es necesario recordarle a la ministra que una opinión no es presión, a menos que la verdad le haga sentido o le duela a quien lee. Y una minuta escrita no es más que una opinión escrita.

¿Creen ustedes que si la minuta famosa hubiera indicado que las propuestas presentadas por el ministro en su última reunión le parecían adecuadas y había que aceptarlas, los ministros de Hacienda y Trabajo estarían igual de enojados y se sentirían igual de ofendidos?

Discutamos con argumentos, aunque nos duela la crítica, y asumamos de una vez por todas que la propuesta del ministro Marcel lejos de acercar posiciones para la discusión de la reforma, insiste en cambios que no permitirán aumentar el ahorro y mejorar las pensiones. La minuta filtrada solo desnuda una dura verdad: aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

*La autora de la columna es académica de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián

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