La columna de Michèle Labbé: “Cherry picking”

A principios de esta semana, y después de publicado el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de enero, que mostró una expansión de 2,5% de la actividad durante 12 meses, el Presidente Boric salió a defender el desempeño de la economía, criticando con fuerza a quienes han indicado que hay una crisis de crecimiento en el país, calificándolo de “ignorancia o mala fe”, a la vez que enfatizó que el país había crecido 6,6% en diciembre y un 2,5% en enero.

Estas declaraciones me hicieron recordar la conocida respuesta del Presidente a una periodista, a quien acusó de realizar “cherry picking” al entregar cifras respecto a la delincuencia en Chile, indicando con este término que la periodista solo estaba utilizando datos que eran favorables a su argumentación y no los que la contradecían, defendiendo así su postura que la delincuencia estaba cayendo en Chile.

No solo la delincuencia está desatada, sino que además el Presidente parece haber aprendido a hacer cherry picking, para indicar que la economía está creciendo, pero se equivoca al utilizar la información de Imacec sin desestacionalizar, es decir que incluye comparaciones mes a mes que no descuentan los días laborales adicionales – entre otras cosas – y que pueden llevar a conclusiones erradas.

La realidad es que, utilizando las cifras correctas (como fácilmente puede comprobar el Presidente llamando por teléfono a su Ministro de Hacienda o a la presidenta del Banco Central), el crecimiento del Imacec desestacionalizado ha crecido a un promedio de 1,1% anual desde marzo de 2022, lo que a mi juicio, y el de cualquier chileno de a pie, es una crisis en el crecimiento y no una declaración ignorante o de mala fe.

Lo peor es que al errado uso de indicadores económicos para justificar su declaración, el Presidente agregó que la mejoría en la inversión proyectada para el período 2024-2027 se debe – entre otras cosas – a “un manejo serio de las finanzas públicas”, después de sendos errores en la proyección de ingresos fiscales y de la incapacidad de controlar el gasto público, que ha presentado su gobierno y que han llevado al Consejo Fiscal Autónomo a indicar que el incumplimiento calificado como de “magnitud extraordinaria” de la meta de déficit de 1,9%, fijada por el gobierno para el 2024 (incumplimiento de nada menos que 1,3% del PIB), y las proyecciones de la Dirección de Presupuestos (Dipres), de un nuevo desvío en 2025, los han obligado a llamar al Ministerio de Hacienda a “presentar a la brevedad medidas adicionales de ajuste de gasto para 2025, para así cumplir con la meta estructural del presente año y estabilizar la deuda pública”.

Lo anterior, sin contar con la bochornosa investigación de la Contraloría de la República respecto del billonario traspaso de recursos desde Corfo al Ministerio de Hacienda, durante los años 2023 y 2024, que el ministro Marcel justificó como una operación que se realizó con el objetivo de cuidar el patrimonio fiscal, y evitar aumentar el endeudamiento, olvidando por completo, lo que sabe cualquier jefe de familia o dueña de casa, que la primera y mejor medida para evitar endeudar a Chile es disminuir el nivel de gasto.

Todo lo anterior nos lleva a la conclusión que no es el crecimiento económico del gobierno del Presidente Boric, ni el manejo serio de las finanzas públicas lo que han permitido el incremento en la inversión proyectada para el período 2024 – 2027, sino que por el contrario, es la esperanza de un cambio de gobierno, en que el crecimiento económico y el control del gasto público sean una prioridad real, donde se realicen políticas públicas consistentes y no contrarias a dicho objetivo, los que están impulsando las expectativas para la inversión futura.

*La autora de la columna es académica de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián