La columna de Michele Labbé: “No pudieron con la tributaria, ahora van con la de pensiones”

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28 Junio 2023 Gente, caminando, trabajadores, pensiones, afp, isapres. Foto: Andres Perez

"La mezcla del tema fundaciones con la reforma de pensiones no es casualidad. El proyecto de Ley de Pensiones del Gobierno propone aumentar la cotización en 6% y que ese 6% adicional vaya a cuentas nacionales que administrará el estado, bajo condiciones, reglas y políticas de inversiones definidas ad hoc por ellos mismos."



En momentos en que el país se sigue enterando de nuevos desvíos de fondos públicos, en que al gobierno se le está escurriendo nuestra plata que por las manos y se está desviando a “fundaciones”, pareciera que éste ha entendido -por fin - que está absolutamente fuera de lugar seguir pidiéndole a todos los chilenos que hagamos un esfuerzo adicional - pagando más impuestos – para llenar arcas fiscales que no saben cuidar y que están llenas de hoyos.

Pero, volviéndonos a sorprender, en vez de preocuparse por mejorar la calidad del gasto fiscal y de cortar los gastos ineficientes; en vez de ajustarse el cinturón – como lo hace cualquier familia en tiempos difíciles – deciden cambiar el rumbo y poner en tabla - para votación en la Cámara de Diputados, en un plazo máximo de dos semanas -, la reforma de pensiones.

No quiero ser mal pensada, ¿pero no será que el gobierno puso en tabla la reforma de pensiones para distraer la atención del desvío de fondos del caso Revolución Democrática, Frente Amplio y Fundaciones? Y así centrar la atención de los medios en la discusión de esta reforma.

Si es así, da mucho para pensar.

Vamos por orden, el Presidente dijo que iba a implementar una “comisión de expertos del gobierno sobre probidad e integridad”, expertos pertenecientes a los mismos partidos involucrados en los desvíos de fondos, cuando lo que debería hacer es dejar de proteger a sus amigos y barrer con todos los involucrados en los casos, acelerando las investigaciones para demandarlos ante la justicia, y que paguen como corresponde.

No nos olvidemos que lo que han hecho es robar, y no le roban al Gobierno, nos están robando a todos los chilenos que pagamos impuestos, pero por sobre todo, le están robando a las personas de menores ingresos, a quienes esos recursos estaban destinados.

Para tapar esta asquerosidad, el gobierno ha puesto en tabla la reforma de pensiones, reforma que estaba congelada desde el año pasado, en que aún no hay ningún acuerdo en el Congreso, y donde las partes se encuentran a distancias abismales de llegar a entenderse.

Y no hay esperanzas de entendimiento, porque el deseo del Gobierno , en cuanto reforma de pensiones, es uno sólo, eliminar el sistema de capitalización individual, donde los ahorros de los trabajadores pertenecen a los trabajadores y no al Estado y que por lo tanto el gobierno no puede tocar; y establecer un sistema de reparto, donde todo lo ahorrado por los trabajadores llega al gobierno, y es éste quien reparte esos ahorros.

La mezcla del tema fundaciones con la reforma de pensiones no es casualidad. El proyecto de Ley de Pensiones del Gobierno propone aumentar la cotización en 6% y que ese 6% adicional vaya a cuentas nocionales que administrará el estado, bajo condiciones, reglas y políticas de inversiones definidas adhoc por ellos mismos.

Sí, que administrará el estado, el mismo estado al que se le escurren nuestros impuestos por todas partes y no tiene idea quien se está llevando la plata para la casa, y eso que se la llevan en carretillas.

¿Con qué cara un gobierno puede poner en tabla un Proyecto de Ley que le permitirá al estado contar con ingresos de caja mensuales correspondientes a los ahorros de los trabajadores para sus pensiones, y de los que podrá disponer libremente cuando es incapaz de limpiar de ladrones sus dependencias y en vez de limpiar llama a una comisión?

Ni un peso de nuestro trabajo y esfuerzo a nuevos impuestos, ni un peso de nuestro trabajo y esfuerzo a una cuenta nacional que no existe, ni un peso de nuestro trabajo y esfuerzo para que sea administrado por un gobierno que en vez de preocuparse de ser eficiente con nuestra plata, la pierde a manos llenas, y que sin arrugarse después de perderla, ahora quiere por otros métodos acceder a más.