La columna de Patricio Jaramillo: “El impacto económico del cambio climático en Chile y el rol del sistema financiero”

Rio Mapocho, durante escasez Hidrica 16/03/2022
La columna de Patricio Jaramillo: “El impacto económico del cambio climático en Chile y el rol del sistema financiero”

"Los reguladores y supervisores financieros tienen un rol importante en la incorporación del cambio climático en los marcos de gestión de riesgos de las entidades financieras".



Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las emisiones globales Co2 aumentarían desde 34 mil millones de toneladas actuales a cerca de 37 mil millones para 2030. Para estabilizar el aumento de temperatura del planeta entre 1.5 y 2 grados Celsius, por sobre los niveles preindustriales se requeriría una reducción entre las 15 a 25 mil millones de toneladas. Las emisiones son generadas en un 32% por China, 14% por EE. UU., 9% por India, 8% por los países de la UE, un 21% por el resto de los países miembros del G20, y el 16% remanente se distribuye en el resto del mundo. Estimaciones del propio FMI muestran que el impacto del aumento en los desastres naturales asociados al cambio climático significaría hasta 1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

El sostenido aumento de emisiones de gases de efecto invernadero se asocia directamente al crecimiento del PIB per cápita y al incremento de la población mundial. Los cálculos muestran que, a nivel global, el sector energía y la agricultura concentran prácticamente el 85% del total de emisiones de Co2 equivalente.

En la comunidad internacional se han ido levantando varias iniciativas orientadas a gestionar el problema; establecimiento de un precio mínimo internacional del carbono e impuesto al carbono, el compromiso de reducción de emisiones entre los principales países que concentran dicho aumento en el contexto del denominado Acuerdo de Paris, con el objetivo de tender a un carbono neutralidad al año 2050. El sistema financiero cumple un rol clave en la asignación óptima de recursos, y en la industria nacional se ven esfuerzos incipientes en las principales entidades bancarias de descarbonizar sus portafolios.

La regulación ha ido estableciendo estándares para transparentar información al mercado. Entre estos esfuerzos se destacan la guía para supervisores de la NGFS (Network of Central Banks and Supervisors for Greening the Financial System), diversos reportes promovidos por el BIS (Bank for International Settlements), el informe de supervisión de riesgos climáticos para el sector de seguros del IAIS (International Association of Insurance Supervisors), mejoras en la divulgación de información asociada a sustentabilidad del OICU-IOSCO, el establecimiento del International Sustainability Standards Board por parte de la fundación IFRS, y el roadmap para riesgos climáticos y el establecimiento del Task Force for Climate related Financial Disclosures del FSB (Financial Stability Board).

En Chile, recientemente se lanzó la taxonomía de actividades económicas sostenibles y tanto el Banco Central como la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), han ido estableciendo normas y publicando estudios. Algunos resultados interesantes de destacar: en nuestro país, serían la generación eléctrica, la industria manufacturera, las actividades agropecuario-silvícola-pesca, transporte y la minería, las actividades que más emisiones directas de Co2 generan. Asimismo, de un estudio del Banco Central se desprende que no se observarían efectos en el PIB de los cambios observados en el nivel de precipitaciones, pero sí habría un impacto negativo asociado a las temperaturas más altas de verano en algunos sectores y regiones del país.

Los reguladores y supervisores financieros tienen un rol importante en la incorporación del cambio climático en los marcos de gestión de riesgos de las entidades financieras. Conceptualmente, los riesgos físicos y de transición asociados al riesgo climático, amplificarían los riesgos financieros tradicionales, como los riesgos de crédito, mercado, liquidez y operacional, lo que se traduce de un cambio de paradigma en la gestión de riesgos. Resulta fundamental que las instituciones financieras reconozcan, identifiquen, midan y gestionen correctamente estos riesgos, y por ello la necesidad de incorporar el riesgo climático dentro de sus metodologías y gestión representa un nuevo desafío.

*El autor de la columna es director de riesgo financiero de PwC Chile

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