La columna de Ricardo Escobar: “Nuevo año, el vaso medio lleno”

Año Nuevo en Valparaíso
La columna de Ricardo Escobar: “Nuevo año, el vaso medio lleno”

"Podemos retorcernos en la amargura y desesperanza de una realidad parcial, o tratar de ver las oportunidades y aprovechar la realidad más amplia".



La realidad se va formando en nuestras mentes con la información que nos llega. Olores, sonidos e imágenes pasan por nuestro cuerpo y se quedan organizados en bolsitas químicas de memoria, donde el procesador que tenemos (con inteligencia natural) las ordena y nos arma el mundo que sentimos y conocemos.

El proceso de armar la realidad es siempre individual. No todos recibimos la misma información ni la organizamos del mismo modo, porque tenemos sentidos más o menos aguzados, porque ponemos atención en distintos estímulos y tenemos gustos o preferencias diferentes. Un mismo olor a alguien puede serle repulsivo y a otro no.

Así, la realidad del 2024 puede ser distinta según lo que hayamos percibido cada uno de los chilenos. Una buena parte de eso está dada por lo que nos gusta leer o ver, por la amplitud o estrechez de nuestros círculos de información y por nuestras historias personales.

Cuando uno tiene presente eso es posible desdramatizar nuestras reacciones y estados de ánimo frente a la contingencia, evitando la actitud maniaco depresiva que abunda, según sea el sector político, social, económico o cultural de cada uno. Podemos así influir en mejorar la realidad que viene en el 2025. Por ejemplo, considere las siguientes frases típicas que se escuchan en almuerzos y comidas de estas fechas: “Este país es un desastre, no tenemos vuelta”. Desastre comparado con qué, digo yo. Comparado con el país que tendríamos si se hubiera aprobado la constitución plurinacional, estamos muy bien.

“Los políticos son unos incompetentes, no tenemos vuelta”. Los políticos están allí porque los elegimos. Y si los partidos los meten es sus listas en vez de otros, es porque no nos involucramos para influir que haya unos mejores. Dicho lo cual, esos políticos pararon una reforma tributaria que nos tendría peor. Detuvieron una reforma previsional compleja y mal concebida y, con algo de suerte, tendremos un acuerdo previsional que puede mejorar algo la perspectiva de déficit fiscal brutal que vendrá si seguimos con lo que tenemos actualmente.

“La educación es un desastre, no tenemos vuelta”. Cierto, que 30 alumnos de mi colegio hayan terminado quemados preparando molotov en el baño del patio de 3° medio dice mucho del estado de la educación pública. Que ya tengamos certificación oficial que los niños y los adultos están en el fondo de la OCDE en comprensión de lectura y operaciones básicas, es trágico. Pero seguimos estando entre los mejores y con distancia en América Latina y tenemos universidades de sobra para preparar el cambio de profesores si nos decidimos a mejorar la educación. Nosotros estamos en condiciones de poder cambiar si nos lo proponemos, otros países no pueden, aunque quieran.

“La justicia es un desastre, no tenemos vuelta”. Depende cómo se vea. La corrupción, hemos descubierto, existía en Chile, como en cualquier parte. Incluye desde municipios hasta ministros de la Corte Suprema. Pero considere esto, en Chile los alcaldes corruptos terminan destituidos y presos, los jueces corruptos los echamos, a generales corruptos los castigamos, y así seguimos. Nuevamente, comparado con un mundo ideal, que por cierto no existe en este planeta, fallan muchas cosas en materia de seguridad y justicia. Pero comparado con el mundo real ¿Quién quiere tener la situación de justicia y corrupción de Argentina, México o la de Venezuela? Por cierto, hay mucho que mejorar, y esa es la buena noticia. Tenemos un punto de partida más fácil para hacerlo.

Es cuestión de actitud. Podemos retorcernos en la amargura y desesperanza de una realidad parcial, o tratar de ver las oportunidades y aprovechar la realidad más amplia.

La mejor noticia, seguimos teniendo una democracia representativa que funciona. El 2025 tenemos que elegir autoridades nuevamente. A quiénes va a votar usted esta vez, a los que ven y quieren aprovechar oportunidades y nos muestren una ruta razonable para tener una mejor realidad o los que ven el mundo con odio, temor o resentimiento y le muestran un sueño que no existe.

La historia no está escrita mientras no acontece. El 2025 lo escribiremos entre todos y puede ser mejor, si usted así lo quiere.

*El autor de la columna es socio de Bofill Escobar Silva Abogados y ex director del SII

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