La columna de Roberta Valenca: “Seguridad: un requisito para el desarrollo”

Santiago en cuarentena
La columna de Roberta Valenca: “Seguridad: un requisito para el desarrollo”

"Como representantes de los inversionistas estadounidenses en Chile, creemos que no puede haber un clima de negocios idóneo mientras exista un escenario en donde el crimen organizado se expresa cada vez con mayores niveles de violencia, afectando el atractivo del país como lugar para invertir".



Los lamentables hechos de violencia que hemos presenciado deben llevarnos a la acción, y a trabajar de forma conjunta desde los diferentes sectores de la sociedad, pero teniendo claro que el Estado de Chile debe cuidar la seguridad pública del país para evitar que este tipo de situaciones ocurran y sigan aumentando.

La crisis de seguridad que enfrenta nuestro país ha aumentado en gravedad y complejidad los últimos meses y semanas. Esto se refleja en la percepción de inseguridad que alcanzó niveles históricos (90,6% ENUSC) y la victimización que ya alcanzó los niveles pre pandemia.

Esta realidad es sin duda un grave obstáculo que nos impide avanzar hacia un nuevo ciclo de desarrollo sostenible e impulsar una agenda pro crecimiento, ya que los niveles de violencia e inseguridad pública que hemos presenciado afectan la estabilidad del país y, por ende, la inversión.

Como representantes de los inversionistas estadounidenses en Chile, creemos que no puede haber un clima de negocios idóneo mientras exista un escenario en donde el crimen organizado se expresa cada vez con mayores niveles de violencia, afectando el atractivo del país como lugar para invertir.

Sin seguridad no se pueden ejercer correctamente las libertades en el amplio espectro del término. Más aún, no hay plena democracia sin seguridad. La delincuencia es la principal preocupación de los chilenos, y sin duda genera incertidumbre a todo nivel.

Enfrentar la delincuencia tendría efectos en la inversión y en el crecimiento de nuestro país. Un ambiente seguro protege fundamentalmente a las personas, y también a los activos y las inversiones.

Ante este escenario, se confirma la importancia de actuar de forma colaborativa entre el mundo público, privado y la ciudadanía, para salir adelante como país.

En momentos en que Chile debe ofrecer a sus ciudadanos respuestas a sus dos principales prioridades, seguridad y crecimiento, es fundamental poner a las personas en el centro, y cuidar la imagen del país y mantener un ecosistema virtuoso para la promoción de la inversión extranjera, sustentado en la seguridad y la certeza jurídica, de forma tal de que ésta continúe promoviendo los importantes beneficios que entrega a la sociedad chilena y al progreso del país.

Al fortalecer la seguridad y promover un clima de confianza, los países pueden alcanzar todo su potencial económico y trabajar hacia un futuro más próspero y seguro para todos.

*El autor de la columna es presidenta de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio, AmCham

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