En medio de la crisis económica generada por la pandemia, el mercado laboral chileno parece estar enfrentando una especie de paradoja, la cual se traduce en las dificultades que estarían teniendo algunos sectores de la economía para encontrar trabajadores.

Esto, en el contexto de una tasa de desocupación que no baja de los dos dígitos y de una pérdida de más de 63 mil puestos de trabajo en el último trimestre móvil marzo-mayo, de acuerdo a las cifras del INE.

“Estos últimos meses nos ha costado una enormidad encontrar gente. Y no por selección, sino porque simplemente no llegan. Ponemos anuncios en portales laborales y nada. Colegas del mismo rubro tienen la misma problemática”, comenta Emerson Rodríguez, un pequeño empresario del sector metalmecánico.

Un informe de Randstad mostró que en el primer semestre las ofertas laborales han registrado un potente incremento de 72% en doce meses, pero que las postulaciones se han derrumbado un 84% en este mismo periodo.

Según los datos entregados por la consultora, mayo figura como el mes más crítico de este primer semestre respecto a la caída de postulaciones a puestos de trabajo, con un descenso de un 94% comparado al mismo período del año pasado. Si entre enero y junio de 2020 recibieron 70 candidatos promedio por una oportunidad laboral, en el mismo periodo de 2021 aplicaron 11.

Si bien no son iguales, las cifras son muy coherentes con el informe de la Bolsa Nacional de Empleo, el cual reveló que en mayo las ofertas laborales crecieron un 44% a un total de 56.359, mientras que las postulaciones (personas que desean trabajar) en el mes cayeron 34,8% (109.717 postulaciones). También se condice, en parte, con el resultado de la Encuesta Nacional de Demanda de Empleo, que evidenció cierta dificultad para encontrar trabajadores en el agro y el comercio.

Hay más. Según la Encuesta Nacional de Demanda Laboral elaborada por el Observatorio Laboral Metropolitano y el Centro de Políticas Públicas UC, habría problemas de algunas firmas para conseguir trabajadores en sectores como el comercio y el silvoagropecuario.

¿Qué está pasando entonces? Marcel Villegas, socio People Advisory/ Transformación-Estrategia Organizacional de EY, observa un cambio muy significativo en las realidades de la gente que condicionan las posibilidades que tienen las personas de poder trabajar, ya sea por temas sanitarios y/o la logística relacionada a hijos e hijas en la escuela, entre otros temas familiares.

El experto comentó que desde el inicio de la crisis sanitaria la gente se fue adaptando para poder subsistir cuando se quedó sin trabajo, que eso amplió el ámbito de las posibilidades y que se lanzaron a emprender o encontraron empleos tipo Uber o shopper de aplicaciones de delivery.

“Por último, mencionaría que los cambios de comportamiento impulsados por la crisis sanitaria, social y económica, también llevó a muchas personas a considerar de manera mucho más relevante el tipo de trabajo que ahora está o no dispuestos a realizar y las condiciones relativas a ese trabajo. Es decir, ya no hay disposición a cualquier trabajo”, dijo.

Randstad dice que este fenómeno es atribuible a la continua incertidumbre e inestabilidad económica que incentivó la creación de nuevos emprendimientos, sumado al temor de los trabajadores de salir de sus casas para desempeñarse presencialmente en alguna actividad.

Randstad precisó que esta situación ha estado afectando principalmente al rubro logístico, en posiciones como encargados y auxiliares de bodega y operarios de bodega, grúa y despacho; además del sector manufacturero en cargos asociados directamente a la línea de producción.

De acuerdo al informe de la Bolsa Nacional de Empleo, la disminución de las postulaciones podría estar relacionada con el aumento de ayuda económica gubernamental para los desempleados o afectados por la pandemia.

Según la Bolsa Nacional de Empleo, las principales ocupaciones con vacantes registradas corresponden a telefonistas, empleados de servicio de apoyo a la producción y guardias de seguridad. Las vacantes que ofrecen contrato a plazo fijo corresponden al 49,2% de los registros, mientras que las vacantes que ofrecen una jornada completa de trabajo representan 75,1% del total de registros.

Pero el panorama para lo que resta del 2021 no parece ser muy distinto al actual, pues Randstad prevé una “escasez de talento de entre 80% y 90%” para los próximos meses.

“Sin duda, este panorama generará obstáculos cuando las organizaciones quieran recontratar a las personas que tuvieron que desvincular durante la crisis o para aquellas compañías que necesiten aumentar su dotación ante un alza de la demanda de sus productos y/o servicios, lo que significa que los directivos de RR.HH. deberán dejar este desafío en manos de firmas expertas o modificar su forma de pensar sobre cómo conseguir los mejores talentos del mercado”, dijo Francisco Torres, director de staffing & outsourcing de Randstad.

La falta de profesionales no es exclusiva de Chile ya que también está sucediendo en EEUU. Hace algunos días el propio presidente Joe Biden fue consultado por la prensa en esta materia y su respuesta generó controversia: “Páguenles más”.

El exministro de Hacienda y académico de la escuela de Gobierno UC, Rodrigo Valdés, se refirió esa recomendación de Biden a las empresas, y en T13 Radio dijo que “voy a echar al agua a un amigo mío. Conversando con José De Gregorio de estos temas, siempre dice: bueno, que paguen más. Y tiene cierto sentido, pero eso es en tiempos normales”.

En esa línea, Valdés continuó explicando que “lo que hoy está enredándose con toda esta discusión (...) es las ayudas estatales por el Covid, los retiros de las AFP y todo este tema de escasez de mano de obra en algunos rubros. Lo cual es bien raro, porque tenemos desempleo y al mismo tiempo gente que dice que hay escasez”.

La situación del mercado laboral chileno aun es precaria y está lejos de recuperarse del violento impacto de la pandemia. Desde el peor momento de la crisis se han recuperado 967.917 plazas laborales, lo que se traduce en el 52,7% de los 1,8 millones perdidos por la crisis.

Según detalló el INE, en los últimos trimestres se muestra una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los ocupados y ahora ya se completan dos caídas trimestrales consecutivas.

La directora del INE, Sandra Quijada, sostuvo que “hay una transición de la fuerza de trabajo potencial a la inactividad habitual. Es decir, personas que estaban dispuestas a trabajar ya no lo están. Las condiciones para buscar este empleo no están en sus expectativas”, mencionó.