La preocupación del Banco Central por la incertidumbre política que se dejó ver en el IPoM

A partir de diciembre el Banco Central publicará nuevos datos sobre la actividad económica

En el Informe de Política Monetaria (IPoM) la palabra incertidumbre se menciona en 36 oportunidades. Y deja entrever que los riesgos políticos legislativos han afectado la inversión, sobre todo la futura.


Distintos mensajes entregó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (IPoM) divulgado esta mañana. Y si bien la primera lectura es positiva, ya que eleva fuertemente el crecimiento para este año a un rango entre 8,5% y 7,5%, para 2022 y 2023 la realidad cambia sustantivamente.

Así, los rangos de crecimiento se corrigen a la baja, dada la mayor base de comparación, el paulatino descenso del impulso al consumo y un dinamismo acotado de la inversión. En el escenario central, el BC fija que el PIB aumentará entre 2% y 3% el 2022, (3,0%-4,0% IPoM marzo) y entre 1,75% y 2,75% el 2023 (2,5% y 3,5% IPoM marzo).

Para explicar estas menores tasas de crecimiento, el BC desarrolla una serie de elementos calificados como riesgos. Una de ellas es la incertidumbre que se prevé para los próximos años. De hecho, en el Informe de Política Monetaria (IPoM) la palabra incertidumbre se menciona en 36 oportunidades. Y deja entrever que los riesgos políticos legislativos han afectado la inversión, sobre todo la futura.

Así el ente rector detalla una serie de eventos o hechos que están afectando el dinamismo para los próximos años.

Mario Marcel

Incertidumbre elevada: “Los indicadores de incertidumbre siguen elevados, muy por encima de los previos a la crisis social, y el mercado financiero chileno se ha desacoplado de las tendencias globales. Así, las tasas de interés de largo plazo han aumentado 30 puntos base desde mediados de abril a la fecha (BCP10), mientras que sus referentes externos no han tenido grandes cambios. Esto ha ido acompañado de una caída de la bolsa de algo más de 10%, una depreciación del peso de 2% y un aumento del premio soberano (CDS) de 15 puntos base, todo ello pese a la significativa alza del precio del cobre. Esto ha coincidido con un período de mayores tensiones políticas y un amplio abanico de iniciativas legislativas en materias previsionales, fiscales y regulatorias”.

Inversión rezagada: “La inversión sigue siendo el componente más rezagado del gasto, y no puede descartarse una evolución menos favorable que lo previsto. Los datos muestran que en el primer trimestre la inversión en construcción y obras no logró recuperarse, que no han ingresado grandes proyectos de inversión a los catastros y que los eventos político-legislativos locales han afectado a la bolsa, usualmente correlacionada con la evolución futura de la inversión. Si esta situación se acentuara hasta un estancamiento o un retroceso de la inversión, la política monetaria debería mantener una instancia altamente expansiva por un período más largo, lo que se refleja en el límite inferior del corredor para la TPM”.

Sesgo hacia el consumo...pero no inversión: “La mayor proyección de actividad para el 2021 se explica en gran medida por el aumento del consumo privado, respondiendo a la acumulación de medidas de estímulo adoptadas desde el IPoM anterior. Parte importante de estas medidas dan cuenta de una política fiscal considerablemente más expansiva que lo previsto anteriormente. Las perspectivas para la inversión y las exportaciones, en cambio, son más acotadas, con tendencia a desacelerarse en el primer caso. Así, se perfila un escenario de recuperación notoriamente sesgado hacia el consumo, que, de mantenerse o profundizarse con políticas más pro cíclicas, podría ir incubando desequilibrios macroeconómicos de mayor envergadura, riesgo que debe ser debidamente anticipado”.

Condiciones de vida de las personas: “Más allá de la conducción de la política monetaria, la profunda crisis de los últimos diecinueve meses dejará importantes desafíos para la economía chilena. Destaca la necesidad de configurar una trayectoria sostenible para las finanzas públicas, disminuir la incertidumbre económica y revertir la reducción del crecimiento tendencial reportada en este Informe. Cómo se enfrenten estos desafíos no solo incidirá sobre la evolución futura de la política monetaria, sino especialmente sobre las condiciones de vida y las perspectivas futuras del país”.

Finanzas públicas: “El Banco Central señala que se analizan escenarios de riesgos en que los cambios en la economía serían más significativos y donde la reacción de la política monetaria debería ser más intensa. En lo interno, destacan los riesgos asociados a una evolución de las finanzas públicas que no sea clara sobre su estabilización en el largo plazo, lo que podría afectar las condiciones financieras internas, la inversión y la percepción de riesgo país. En lo externo, el principal riesgo sigue siendo un cambio abrupto de las condiciones financieras internacionales, evento que ha tomado más preponderancia por las dudas sobre la evolución de la inflación en EE.UU. La intensidad de estos escenarios puede poner en riesgo la convergencia de la inflación en el horizonte de política, ubicar a la actividad por debajo de los rangos previstos comprometer el buen funcionamiento de los mercados financieros. Esto, principalmente, por el bajo dinamismo de la FBCF en construcción y obras, la lenta incorporación de nuevos proyectos a los catastros, la mantención de la incertidumbre en niveles elevados, el mayor endeudamiento de las empresas y la evolución de las condiciones financieras locales”.

Proceso Constitucional: Sobre este punto el presidente del Banco Central, Mario Marcel sostuvo que si este proceso se realiza dentro del marco que se fijó el 15 de noviembre ayudará a reducir la incertidumbre. Aunque se esté discutiendo una constitución si el marco general definido, y en la medida que haya un proceso bien estructurado posible de seguir y anticipar, eso contribuirá a atenuar la incertidumbre, explicó.

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