La vida entre rejas de Sam Bankman-Fried: criptoconsejos y pagos con pescado
El fundador de FTX se entera de que la caballa es moneda de cambio en la cárcel y comparte dormitorio con otros acusados de alto perfil. El centro de detención de Brooklyn está muy lejos del ático de US$ 30 millones que Bankman-Fried habitaba en Bahamas.
Sam Bankman-Fried, condenado por fraude en el hundimiento de FTX, ha cambiado las criptomonedas por una nueva moneda: el pez caballa.
El rey de las criptomonedas, que se encuentra en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn a la espera de sentencia por siete delitos graves, ha aprendido los fundamentos de la economía carcelaria compartiendo dormitorio con un expresidente hondureño a la espera de juicio y un expolicía mexicano recientemente condenado, según personas familiarizadas con el asunto.
La caballa ha sustituido a los cigarrillos como moneda de cambio en las cárceles federales después de que los funcionarios prohibieran fumar, y los reclusos a veces utilizan bolsas de pescado en conserva compradas en un economato para pagar los servicios que se prestan unos a otros. Bankman-Fried intercambió algunas bolsas de caballas, como se las conoce, con otro recluso, a cambio de un corte de pelo de su característico estilo mop-top antes de su juicio, según una de las personas citadas.
El fundador de FTX ha estado en la cárcel desde que un juez federal revocó su libertad bajo fianza en agosto tras encontrar causa probable de que intentara intimidar a testigos, una afirmación que Bankman-Fried negó. A principios de este mes, un jurado tardó sólo unas horas en declararle culpable de robar miles de millones de dólares a clientes de FTX y estafar a inversores y prestamistas. Está previsto que sea sentenciado el 28 de marzo, tras lo cual se trasladará a una prisión federal para cumplir su condena.
El centro de detención de Brooklyn está muy lejos del ático de US$ 30 millones que Bankman-Fried habitaba en Bahamas.
Se le permiten visitas de no abogados una vez a la semana y tiene acceso a un computador portátil especializado que le permite revisar material jurídico, dijo la persona relacionada con el asunto. Según esta persona, él y otros reclusos pueden utilizar computadores en una sala con mesas separadas por tabiques de plástico. Aunque los días en que Bankman-Fried invertía miles de millones de dólares en nuevas empresas y comerciaba con tokens digitales han quedado atrás, ha estado dando consejos sobre criptomonedas a los guardias, indicó la fuente consultada.
Un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones señaló que la oficina no podía hacer comentarios sobre las condiciones de cualquier individuo bajo su custodia por razones de privacidad y seguridad. La oficina hace todo lo posible para garantizar la seguridad de los reclusos, al tiempo que proporciona un entorno seguro y humano, afirmó.
“Sam lo está haciendo lo mejor que puede dadas las circunstancias”, manifestó Mark Botnick, representante de Bankman-Fried.
En el juicio, Bankman-Fried declaró que, aunque lamentaba no haber gestionado mejor los riesgos en la bolsa de criptomonedas, no había cometido fraude. Sus abogados han dicho que Bankman-Fried planea apelar la condena, lo que podría conducir a una sentencia de prisión de décadas.
Una vez que Bankman-Fried sea trasladado a una prisión federal para cumplir su condena, es probable que tenga más libertad de movimiento, además de un mejor acceso a la programación educativa y la recreación, explicó el consultor de prisiones Bill Baroni, un abogado que fue condenado por su papel en el escándalo Bridgegate de Nueva Jersey, en el que asociados del exgobernador Chris Christie fueron acusados de crear atascos de tráfico para la retribución política.
“Cuando sea condenado, su vida mejorará”, aseguró Baroni, cuya condena por fraude fue posteriormente anulada por el Tribunal Supremo. “Estará fuera de las instalaciones con la gente más violenta”, agregó.
Otros reclusos de guante blanco han cumplido condena en centros cercanos a sus familias o que ofrecen más programas. La fundadora de Theranos, Elizabeth Holmes, condenada por estafar a inversores en la empresa de análisis de sangre, se encuentra actualmente en el centro penitenciario de mínima seguridad para mujeres de Bryan (Texas), situado entre Austin y Houston.
El centro de detención de Brooklyn ha sido criticado por los abogados defensores y por el sindicato que representa a los guardias de prisiones por sus malas condiciones y por estar gravemente falto de personal durante años. El portavoz de la Oficina Federal de Prisiones dijo que mantener las instituciones con todo su personal es una prioridad clave para la oficina.
Personas familiarizadas con el asunto cuentan que entre los compañeros de unidad de Bankman-Fried se encuentra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México que fue condenado a principios de este año por ayudar al poderoso cártel de Sinaloa a introducir más de 50 toneladas de cocaína en EE.UU. García Luna está a la espera de sentencia.
Otro recluso de la unidad es el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, que está a la espera de juicio por cargos federales de tráfico de drogas y armas de fuego. Hernández se declaró inocente tras ser extraditado a Estados Unidos en 2022.
El abogado defensor de Hernández, Raymond Colon, relató que su cliente y Bankman-Fried han mantenido conversaciones cordiales en la cárcel. Colon dijo que la escasez de personal puede conducir a la cancelación de las horas de visita, pero Hernández generalmente no se queja de las condiciones.
“Desde luego, no es un hotel”, puntualizó Colon.
Bankman-Fried subsistió inicialmente a base de mantequilla de cacahuate, pan y agua porque la cárcel no se adaptaba a su dieta vegana, según declaró uno de sus abogados en una comparecencia ante el tribunal a finales de agosto. También tuvo problemas para conseguir la dosis adecuada de Adderall, según el abogado.
Su acceso a la comida y a la medicación -que toma para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad- se ha resuelto desde entonces. Recibe comida vegetariana en la cárcel, de acuerdo a una persona familiarizada con el asunto.
Los reclusos del centro de detención suelen estar confinados en su unidad y no se mueven libremente por las instalaciones. En lugar de comer en una cafetería común, como en algunas prisiones, las comidas se entregan en unidades individuales, sostuvo Christine Dynan, consultora de prisiones que trabajó anteriormente en el centro y en otras instalaciones federales.
Muchos reclusos prefieren comprar alimentos, así como ropa y artículos de aseo, a través del economato de la cárcel de Brooklyn. Una lista de artículos del economato muestra que la mantequilla de cacahuate cuesta 4,15 dólares, un par de zapatillas deportivas US$ 79,95 y un reproductor MP3 US$ 88,40. Una bolsa de filetes de caballa cuesta US$ 1,30, un 30% más que en 2020.
Baroni, el asesor de prisiones, dijo que cuando Bankman-Fried se traslade a una prisión federal es probable que traiga consigo sus paquetes de caballa. Baroni señaló que pagó cuatro mack por su propio corte de pelo mientras estaba en prisión.
“El sistema de la moneda mack es mucho más estable que el cripto”, indicó.
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