LarrainVial ve caída de 2% en el PIB 2023 y proyecta un dólar entre $900 y los $1.000
El equipo liderado por el economista Leonardo Suárez prevé que la divisa terminaría en $975 a fines de año, "a causa de causas externas asociadas a nuevas alzas de tasas por parte de la Fed y a la apreciación del dólar global”. Asimismo, proyecta un peak de la inflación en 15% septiembre-octubre y anticipa una nueva alza para la tasa de interés en la próxima reunión del Banco Central.
El dólar se mantiene en niveles cercanos a los $990 impulsado por factores externos que tienen presionadas a todas las monedas emergentes. Y para LarrainVial las presiones contra el peso persistirían, mientras no se ajuste el déficit en cuenta corriente que para este año terminara en -8% del PIB en 2022.
“Mantenemos nuestro pronóstico de que el dólar terminaría en $975 a fines de año, a causa de causas externas asociadas a nuevas alzas de tasas por parte de la Fed y a la apreciación del dólar global”, dice un informe difundido a clientes. Ahora, para 2023, el tipo de cambio terminaría en niveles cercanos a $900, en reacción a las expectativas de reactivación en el 2024.
De acuerdo al análisis realizado por el departamento de Estudios del equipo que dirige el economista Leonardo Suárez, el precio del dólar fluctuaría entre $900 y $1.000 durante los próximos meses. “No es posible esperar un tipo de cambio más apreciado en el corto plazo en medio del alza de tasas de la Fed, las expectativas de recesión global y local y del significativo desequilibrio en cuenta corriente”, puntualiza.
Con respecto a la inflación, el escenario base que plantea es que tocaría techo en niveles en torno a 15% en septiembre-octubre de 2022. No obstante, dice que este “pronóstico está sujeto a un alto nivel de riesgo, a causa de que el rezagado impacto de la inyección de liquidez en 2021 podría seguir impulsando la escalada de la variación del nivel general de precios”. Sin embargo, sostiene que “la contracción monetaria en curso es el principal argumento para ponerle techo a la inflación en septiembre u octubre”.
En el documento afirman que la inflación tendrá una rápida reducción en 2023, en línea con lo que espera el Banco Central. “La recesión global, la consecuente caída del precio del petróleo y de otros commodities, además de la contracción monetaria y de la demanda interna, impulsarían una significativa reducción de la inflación en 2023, en que caería al 3% o menos. Los márgenes operacionales de las compañías se reducirían significativamente en reacción a la recesión, lo que reduciría con fuerza los Ebitda de las empresas chilenas y exacerbarían la caída de la inflación”, comentan.
En ese escenario de inflación, Suárez ve probable que el Banco Central suba por última vez su Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos base -desde 10,75% a 11,25%- en la reunión del 12 de octubre (el nuevo Corredor de la TPM tiene un techo de 12%). Pero para Larraín Vial esta alza será bien discutida al interior del Consejo del Banco Central.
“Habrá una ardua disputa al interior del Consejo, que deberá evaluar el impacto de tener una respuesta backward looking (mirando hacia atrás) a una inflación cercana al 15% en septiembre-octubre 2022 versus un approach forward looking, (mirando hacia adelante) que implicaría ponerle techo a la TPM, en función de las expectativas de significativa reducción de la inflación en 2023, en reacción al rezagado impacto de la contracción monetaria y de la caída de la demanda interna”, menciona el informe.
Ahora, la próxima discusión monetaria que espera que se produzca en el BC es cuándo comenzaría a reducir la tasa de interés dado el contexto de recesión. En este punto, sostienen que “la probabilidad de que el BC reduzca su tasa de interés en la reunión del 6 de diciembre es poco probable, a causa de que es probable que, desde octubre, el escenario de recesión y de caída de la demanda interna muestren señales de significativa profundización. Y es muy probable que desde noviembre la inflación empiece a retroceder”.
De esta manera, el informe indica que el BC relajaría significativamente la política monetaria desde el primero trimestre de 2023, “de tal forma que la tasa de interés se reduciría hasta 3% hacia fines del próximo año, en reacción a la recesión y a una caída de la inflación más violenta que lo espera la autoridad y el mercado”.
La contracción del PIB en 2023
En materia de actividad económica, proyectan una caída de 2% del PIB, no obstante, el sesgo del pronóstico para el 2023 es a la baja. La inversión fija caería 4% real en este año y se reduciría en - 11% real en 2023, pero seguiría en niveles superiores a los de 2022. Para LarrainVial el riesgo de que Chile tenga una recesión mayor a la de 1999 es elevado.
En cuanto a la inversión fija, el informe resalta que ha mostrado una significativa resiliencia a los shocks político-institucionales y sociales de Chile en los últimos 3 años, de tal forma que, en contra de todas las expectativas, la tasa de inversión “ha subido desde 24,1% del PIB en septiembre de 2019 (el trimestre anterior al estallido social) a 24,8% del PIB al segundo trimestre de 2022.
“Como en casi todos los países del mundo, la inversión fija cayó durante la recesión inducida por la pandemia y en Chile se redujo en 9% real en 2020. Sin embargo, en 2021, la inversión fija creció en 17,6%, por lo que se sumó a la “farra” del consumo privado”.
Sin embargo, puntualizan que “la caída de la economía se profundizaría en el 2023 y seria liderada por la contracción de la demanda interna. La inversión fija caería -3% real en este año y se reduciría en -11% real en 2023, pero seguiría en niveles superiores a los de 2020″.
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