Las cifras del Club de la Unión y las obras de arte que pide excluir de su reorganización
El Club de la Unión de Santiago entregó al tribunal una serie de documentos contables que detallan su delicado estado financiero, pero también sus numerosas obras de arte que se encuentran en el edificio que arrienda a Inmobiliaria la Unión. Desde cuatro pianos hasta cuadros de antiguos pintores forman parte de la histórica colección que el club pide excluir de la reorganización concursal.
A menos de cincuenta días para cumplir 160 años, el Club de la Unión de Santiago lleva adelante un profundo plan de ajuste. El lunes, presentó al 7º Juzgado Civil de Santiago una serie de documentos y anexos contables que detallan su compleja situación financiera. La sociedad se enfrenta a una demanda de liquidación forzosa que presentaron sus ex trabajadores por el no pago de prestaciones laborales, pero justo el día en que se discutiría su quiebra, la sociedad -a través de Castañeda Abogados- sorprendió a sus acreedores y solicitó su reorganización judicial.
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Entre los escritos que exhibió este lunes al tribunal está el balance de ocho columnas que detalla su gestión comercial durante los primeros cuatro meses de 2024. Según el escrito contable, la sociedad posee pérdidas acumuladas por $1.889 millones. Además, la cuenta de préstamos varios asciende a $929 millones, lo que daría cuenta que en los años anteriores los ingresos no solventaran los egresos y la sociedad debió conseguir préstamos.
Al cierre de abril de 2024, el Club de la Unión de Santiago registró ingresos por $66 millones por concepto de cuotas de sus socios, anotando una utilidad de $14 millones.
El balance también consignó que sus deudas fiscales alcanzan $515 millones, detallando pasivos por leyes sociales por $128 millones y sus gastos de remuneración llegaron a $37 millones. “Esto devela que la sociedad no estaba cancelando en tiempo y forma sus compromisos laborales”, analiza para Pulso la contadora Soraya Cortés.
El Club de La Unión de Santiago también detalló sus pasivos, que ascienden a $1.539 millones: las cuentas por pagar a proveedores ($1.068 millones); acreedores laborales ($316 millones); impuestos ($72 millones); acreedores previsionales ($67 millones) y eventos no realizados ($15 millones).
Sus tres mayores acreedores son la sociedad Deltek I SpA, de propiedad del expresidente del Club de La Unión, Miguel Zegers, con un crédito que representa el 59% del total de la deuda. Le siguen el ex trabajador que ganó un juicio laboral a la empresa, Carlos Riquelme, con $97 millones (6,2%) y Unión Inmobiliaria S.A. con $89 millones (5,8%). esta última es la propietaria del centenario inmueble donde funciona la corporación.
Entre las cuentas por pagar figuran nueve acreedores. El listado es encabezado por Deltek I SpA con créditos mutuos por $928 millones; Unión Inmobiliaria S.A con gastos por pagar por $89 millones; Francisco Rencoret con créditos mutuos por $17 millones; Pedro Toledo con gastos por reembolsar por $8 millones; Stewars S.A con facturas por servicios por $7,5 millones. Además de Grupo F Inversiones SpA con $6 millones en facturas de ventas; Libuy Auditores SpA con facturas por servicios por $4,5 millones; Diego Ibáñez Buron honorarios por $4 millones y Viña Santa Rita por facturas de ventas por $2,6 millones.
Según la presentación, el Club de la Unión posee bienes por $37 millones, que consisten en acciones de la Inmobiliaria Club de la Unión S.A., además de equipamientos de cocina, oficina, amplificación, luces, muebles, útiles de oficina, imprenta y lavandería.
El edificio que actualmente ocupa el Club de la Unión es un emblema arquitectónico del centro de Santiago. Fundado el 8 de julio de 1864, a semejanza de los clubes privados ingleses, el Club de la Unión se surge como un espacio de reunión de los grupos conservadores y liberales del país, tanto para el debate como para el encuentro social y político, dice su página web. La propietaria del inmueble, sin embargo, es otra sociedad: Unión Inmobiliaria, una sociedad formada en 1946 y que entregó la centenaria sede de la Alameda en comodato al Club de la Unión hasta 2099.
Bienes excluidos
Entre los anexos presentados también están los bienes que utiliza la Corporación Club de la Unión de Santiago, pero que no son de su propiedad y, por lo mismo, pide que sean excluidos de la reorganización.
Se trata de 30 páginas que describen 937 bienes usados por la Corporación Club de la Unión de Santiago a través de un comodato con la Unión Inmobiliaria S.A., siendo el más costoso el edificio, ubicado en Alameda Libertador Bernardo O’Higgins N.º 1091, comuna de Santiago.
En el listado también destacan instrumentos musicales, como un piano de cola Bluthner; un piano de cola Srard París; otro de un 1/4 de cola, Steinway and Sons y un piano vertical Zeitter & Winkelman, Braunschweig de 1837. En total: cuatro pianos.
Además de obras de arte como reproducciones a escala, como la realizada en bronce, El Discóbolo, de una altura de 40 centímetros, del escultor griego Mirón de Eleuteras (455 a.c.). La estatua original se encuentra en el British Museum de Londres.
Y pinturas en óleo de Marthe Cothar Dupre, Román Ribera, Marcial Plaza Ferrand, Eugène Benjamin Selmy, Bartolomeo Giuliano, Pedro Lira, Alfredo Araya, Marina Casanova, Juan Manuel Huidobro, Ulrico Pistilli y Onofre Jarpa. Además de otros cuadros de Dionisio Baixeras, Pedro Subercaseaux y Luma von-Flesch Brunningen.
También figura una estatua de bronce con antorcha, de una altura de 173 centímetros, firmada, del escultor y pintor francés, ganador del Prix de Rome de 1859, Jean Alexandre Joseph Falguiere (Toulouse, 1831-París, 1900), fundida por F. Barbedienne. Esta escultura forma pareja con otra y ambas pertenecieron a Napoleón III.
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