El director médico de Clínica Las Condes (CLC), Rodrigo Mardones Petermann, mantiene cuantiosas deudas derivadas de frustrados negocios, entre ellos el proyecto Marina Golf Rapel, un proyecto cuyo epílogo terminó en tribunales.

El 12 de septiembre, la jueza Carolina Montecinos, del 15 Juzgado Civil, encabezó la primera junta de acreedores de la quiebra del reconocido traumatólogo, en línea con lo establecido por la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento. Esto, luego de que el 1 de septiembre la Corte de Apelaciones de Santiago confirmara la liquidación forzosa de Mardones.

En la audiencia estuvieron presentes los representantes de seis bancos acreedores, quienes verificaron cuantiosos créditos impagos: Scotiabank Chile ($132 millones); Itaú Corpbanca ($2.043 millones); Banco Consorcio ($26 millones); Banco de Chile ($16 millones); Banco Santander ($87 millones) y BCI ($319 millones).

El acta oficial de la audiencia consignó que el pasivo con derecho a voto ascendió a la suma de $3.666 millones, de los cuales estuvieron presentes los representantes de acreedores cuyos créditos suman $2.644 millones, siendo el 72,14% del pasivo verificado en la causa.

Según el mismo documento, Banco Santander, Itaú, Scotiabank, BCI y Banco de Chile solicitaron la ejecución de la resolución que ordena la liquidación del director médico de CLC y, en particular, “la incautación de la remuneración del deudor por el límite que establece la ley”. Sin embargo, el liquidador a cargo de la quiebra de Mardones, Ricardo Alid, explicó que la solicitud “no procede por ser empresa deudora y no persona deudora”. Ello porque, dice un abogado, Mardones habría sido declarado en quiebra como empresa, por su ejercicio como independiente, en lugar de persona deudora.

A ello se suma que aún sigue pendiente una serie de diligencias, como una investigación por bienes en Illapel (Región de Coquimbo), y que el deudor entregue una serie de antecedentes en línea con la colaboración ofrecida durante el proceso.

La junta designó como presidente a Itaú Corpbanca, el mayor acreedor, como secretario a BCI, como presidente suplente a Scotiabank Chile y como secretario suplente a Banco Santander-Chile.

El 22 de julio de 2022, el liquidador acudió a las dependencias de Clínica Las Condes para entrevistarse con Mardones. Según el acta de dicho encuentro, el médico sostuvo que recibía como sueldo mensual la suma de $ 20 millones. “Informa que le debe dinero a la Clínica Las Condes por suma que no precisó”, dice el reporte del liquidador.

De acuerdo a lo que relató al liquidador, su deuda total ascendía a $9.000 millones y que anteriormente alcanzaba a $12.000 millones, de los cuales dijo que había ido pagando, y que ella derivaba de una empresa inmobiliaria que tenía pasivos con algunos socios.

También explicó que Banco Itaú Corpbanca, Scotiabank y Chile le habían cerrado sus cuentas corrientes. Sólo posee cuenta corriente con el BCI y no tiene tarjetas de crédito, explicó en la ocasión.

En cuanto a sus activos, indicó que tenía un inmueble ubicado en Sendero Las Lagunas, Lo Barnechea, y departamentos ubicados en Santo Domingo, Quinta Normal; San Francisco, Santiago, más una parcela en el sector Las Alpacas, Fundo San Francisco, en Los Andes. Mardones destacó el inmueble de Lo Barnechea, que tiene un valor estimado de 70.000 UF (unos $ 2.500 millones).

El acta de la junta de acreedores afirma, sobre la enajenación de activos del deudor “proceder en los términos propuestos en el informe por el Sr. Liquidador, sólo respecto del bien inmueble hipotecado por Banco Itaú Corpbanca, ubicado en Sendero Las Lagunas 2941″. Según una propuesta enviada por Macal Remates al liquidador, el avalúo fiscal de esa propiedad asciende a $ 1.308 millones. La empresa de remates estableció un valor mínimo para la subasta de la propiedad de 31.150 UF y propuso como fecha el 25 de octubre.

En la reunión con el liquidador, además, el facultativo sostuvo que era propietario de un vehículo marca Peugeot, el cual materialmente estaba en poder de su hijo. Al mismo tiempo, dijo que era propietario de los vehículos que aparecían a su nombre en el Registro Civil, los cuales “no se encuentran en su poder, sino que en poder de terceros”.

Se trata de las camionetas marca Dodge RAM Club CAB 5.2 (1997) y Land Rover Sport (2017) y los automóviles Aston Martin Rapide 5.9 AUT (2011) y Peugeot 2008 Allure Bluehdi 1.6 (2017). Esta versión fue complementada hace pocos días.

A la fecha, sólo uno de los vehículos mencionados está en poder del liquidador (Peugeot). Hace una semana, el abogado de Mardones, Conall Patrick Morrison, informó al tribunal el destino de los otros tres vehículos: la camioneta Dodge RAM terminó en un basural de Rapel y el Aston Martin y la Land Rover fueron vendidos a Mauricio Luis Truan Alonso y Francisco Javier Guzmán Neira, respectivamente.

Sobre estas dos últimas operaciones, la defensa reconoció que no cuenta con las escrituras públicas ni tampoco con inscripción registral.

Por su parte, el 2 de agosto pasado el liquidador incautó un departamento del médico ubicado en calle San Francisco, en la comuna de Santiago.

Según el acta, al golpear la puerta del inmueble atendió un joven venezolano, quien señaló que arrienda el departamento desde noviembre de 2020, por intermedio de la empresa “Asset Plan S.A.”, sociedad que actúa en representación de Rodrigo Mardones Petermann. El liquidador le indicó que, en lo sucesivo, debía pagar la mensualidad del arriendo en su oficina de calle Huérfanos.

Consultada para este artículo, la defensa de Mardones declinó efectuar comentarios.