Huachipato dejará de operar tras 70 años: las razones tras el cierre pese a la sobretasa al acero chino

Por qué cierra Huachipato
Las razones tras el cierre de Huachipato

La compañía siderúrgica, filial del grupo CAP, apuntó que no pudo subir los precios y anunció que cerrará de aquí a septiembre. El ministro de Economía apuntó sus críticas a la empresa y a su principal cliente, Molycop, quienes negociaron hasta la mañana de este miércoles. El mercado bursátil celebró con un alza en las acciones de CAP.


Sorpresivamente, la Siderúrgica Huachipato, controlada por el grupo CAP, anunció esta mañana que detendrá sus operaciones en septiembre, así como lo había amenazado en marzo si no se le aplicaban sobretasas arancelarias a los productos con los que compite, barras y bolas de acero, provenientes de China. Pese a que el gobierno logró que la Comisión Antidistorsiones aplicara esas sobretasas para que la filial de CAP en Talcahuano no cerrara, de todos modos lo hará.

Mediante un comunicado, Huachipato se refirió a múltiples factores “que no podrá revertir en el corto o mediano plazo, entre los que destacan la imposibilidad de traspasar a precios las sobretasas recomendadas por la Comisión Antidistorsiones al acero chino, la intensificación del dumping chino y la compleja situación financiera que la firma enfrenta hace años”. Sin embargo, no entró al fondo de ellos.

“Este es un día doloroso para todos quienes conformamos la compañía. Por más de 70 años hemos sido el principal productor de acero para la minería y demostrado el compromiso que desde nuestros orígenes tenemos con el desarrollo productivo de la Región del Biobío y el país. Sin embargo, en este escenario, la continuidad financiera y la sostenibilidad de nuestra operación siderúrgica se hace inviable”, dijo el presidente del directorio de Huachipato, Julio Bertrand.

La empresa dijo que entre 2019 y el primer trimestre de 2024 ha perdido más de US$700 millones. El año pasado las pérdidas ascendieron a US$385 millones y en el primer trimestre de este año la merma fue de US$ 41,8 millones. Fuentes conocedoras de la empresa dijeron que la pérdida del segundo trimestre fue de un nivel similar al del primero.

La suspensión de las operaciones se hará de forma paulatina, y finalizaría en septiembre próximo. La empresa va a contar con un plan de salida para los trabajadores, que incluye compensación económica, capacitación y soporte para reinserción laboral.

El factor Molycop

Sobre las razones de cierre, el ministro de Economía, Nicolás Grau, abrió la discusión al señalar que este problema “se debe principalmente a la incapacidad de Huachipato y de Molycop de ponerse de acuerdo respecto a un nivel de ventas y un precio que era posible de lograr dadas las nuevas condiciones de mercado”.

El ministro acusó a las dos empresas de no tener “responsabilidad social” por una decisión que afectará a miles de empleos. “El país hizo un esfuerzo importante, los sindicatos hicieron un esfuerzo importante, todo el mundo penquista hizo un esfuerzo muy importante para generar las condiciones que permitieran que estas empresas se pudieran desarrollar de buena manera y son las empresas las que le han fallado al país”, indicó. Grau dijo que el Ejecutivo haría esfuerzos por revertir el nuevo cierre y llamó a reconsiderar la medida.

Las razones tras el cierre de Huachipato
1 de abril 2024. Cerca de 500 trabajadores de Huachipato y contratistas incendiario barricadas en la autopista que une Talcahuano con Concepción, en protesta por el cierre de la planta Huachipato.

Molycop, cuya casa matriz está en Estados Unidos pero tiene plantas en Talcahuano y Antofagasta, es el principal cliente de Huachipato al representar cerca del 70% de sus ventas, pues usa sus barras de acero para fabricar bolas que le vende principalmente a las mineras para su proceso de molienda.

Dadas las nuevas condiciones que existían en el mercado con las sobretasas arancelarias que se le aplicaban a los productos chinos, que al asumir esas sobretasas debían subir el valor de sus productos, Molycop y Huachipato comenzaron a negociar nuevos precios y plazos para sus contratos.

El contexto lo comentó ayer Molycop en la audiencia ante la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas (CNDP o Comisión Antidistorsiones) de la investigación por dumping en las barras de acero para fabricación de bolas de molienda importadas desde China: “las medidas provisionales sobre las importaciones de bolas recomendadas por la CNDP lamentablemente han sido insuficientes, ya que los importadores acumularon inventarios adelantándose a la decisión de la CNDP. Algunos de ellos importaron en los primeros cinco meses de este año un volumen equivalente al de todo el año pasado y las importaciones han seguido subiendo. A esto se suma que otros importadores han sido capaces de absorber la sobretasa impuesta, atendido que esta es inferior al margen de dumping calculado”.

Por qué cierra la Siderúrgica Huachipato
1 de abril 2024. Cerca de 500 trabajadores de Huachipato y contratistas incendiario barricadas en la autopista que une Talcahuano con Concepción, en protesta por el cierre de la planta Huachipato.

En pocas palabras, los importadores de bolas de acero chinas se sobreestockearon en el periodo en que aún no se aplicaba sobretasas, entre diciembre del 2023 y mayo de este año, para abastecer al mercado chileno con productos más baratos durante todo este año.

Cuando Molycop iba a las licitaciones de las mineras, se encontraba con que los precios de las bolas chinas eran menores, por tanto no podía competir. Por tanto, hacia atrás, a su proveedor Huachipato le pedía precios menores. “No puede subir los precios al cliente final, por tanto le es imposible pagarle más a Huachipato”, contó una fuente conocedora de las negociaciones.

La negociación Huachipato-Molycop

Las negociaciones entre Huachipato y su principal comprador Molycop no fueron fáciles. Y venían resquebrajadas desde el momento en que pidieron sobretasas arancelarias a fines del año pasado. Es que Huachipato pidió la medida tanto para barras de acero como para bolas. A Molycop no le gustó esto, puesto que decía que el dumping -precios bajo los costos- de las importaciones chinas era sólo sobre las bolas de acero para molienda y no sobre las barras, que es lo que produce Huachipato y vende a Molycop.

Fuentes de Molycop y Huachipato dan cuenta de una relación que se quebró. Antes, eran aliados e iban de la mano a pedir sobretasas para el beneficio mutuo. Pero cuando el gobierno, bajo recomendación de la Comisión Antidistorsiones, decretó aranceles de un 25% en barras y un 33% en bolas de acero en marzo pasado y se sentaron a conversar ambos “aliados”, la conversación no fue la misma que habían tenido históricamente, pues cada cual buscó, como es lógico, su beneficio. Por eso, existen versiones contradictorias entre ambas partes.

Fuentes cercanas a Huachipato comentaron que selladas las sobretasas, se sentaron a negociar y entre ambas partes, fijaron precios y volúmenes establecidos por una determinada cantidad de tiempo. Según esta fuente, Molycop después cambió las condiciones a un menor precio y un menor volumen, lo que llevó a que se congelaran las negociaciones y se entrara a “vacío de tiempo”. El mes pasado recién se retomaron las negociaciones, pero en ellas nunca se pudo llegar al precio que pedía Huachipato y en el que se pudiera traspasar el alza arancelaria del 25% en las barras. En paralelo, Molycop se abastecía de otros proveedores y pidió a la filial de CAP reducir su volumen de compra a más de la mitad, lo que hacía inviable el negocio de la siderúrgica. En julio, hubo incluso conversaciones con los directivos de Molycop global en Estados Unidos, pero no hubo acuerdo, pues no estuvieron disponibles a subir el precio o volver a los volúmenes que siempre habían comprado.

Tal versión dista o más bien es contraria a la de Molycop. Del otro lado de la mesa, cuentan que Huachipato subió sus precios y Molycop se negó pidiéndole que se bajara y así aseguraba su compra. Huachipato se bajó y Molycop aceptó, pero posteriormente, según estas fuentes, fue Huachipato la que puso en duda las entregas pues quería volver al precio inicial.

En Molycop dicen que hasta ofrecieron un arbitraje, lo que niegan en Huachipato. También descartan que se haya negociado hasta ayer en la noche, como señalaban al otro lado de la mesa, sino que las fuentes de Huachipato señalan que la negociación se había congelado la semana pasada.

Lo que no se niega es que el miércoles en la mañana la filial de CAP envió una carta a la norteamericana diciendo que ya no había negociación y que minutos después, anunció el cierre de la siderúrgica de Talcahuano.

Por el lado de Molycop se declararon sorprendidos de la decisión de CAP; que fue adoptada entre anoche y esta mañana. Prueba de esa sorpresa es que Molycop asistió lunes y martes a la audiencia de la Comisión Antidistorsiones para defender la posibilidad de que las actuales sobretasas provisorias se convirtieran en permanentes, es decir, se extendieran por un año, apoyando la posición de Huachipato..

Según todas las fuentes consultadas, tanto en Huachipato como en Molycop están conscientes de que el gobierno hizo todo lo posible por impedir este final. Sin embargo, el desangre de la filial de CAP que siguió incluso con las sobretasas aplicadas, impulsó al directorio a tomar la decisión del cierre, pues el camino futuro se veía demasiado sombrío como para continuar.

Entre festejos y lamentos

Aunque llegó a subir más de 8% durante la jornada, la acción de CAP cerró el día con un aumento de 4,86%, la mayor alza de las empresas del Ipsa. Su controladora, Invercap ganó 4,46%.

El gerente de estudios de Renta4, Guillermo Araya, recordó que en 2023 mientras el área de minería de hierro de CAP, mediante la Compañía Minera del Pacífico, aportó US$ 400 millones al resultado neto, Huachipato perdió US$ 385 millones. “Es decir, el área siderúrgica destruye casi todo el valor económico que aporta el área de minería de hierro, por lo tanto, el cierre de CSH es bien recibido por el mercado”, dijo.

Araya dijo que “asumir el cierre definitivo de Huachipato tendría impacto de una sola vez por un monto de entre US$ 440 millones a US$ 490 millones, pero hacia adelante solo mantendría el negocio minero que es a través del cual sí obtiene beneficios para la compañía”.

La propia CAP hizo estimaciones del costo de cierre, al estimar que el impacto financiero del proceso de suspensión tendría un efecto en caja de entre US$ 120 y US$ 140 millones en 12 meses. Además, tendría un impacto contable de entre US$320 millones y US$350 millones, “debido a un castigo por deterioro de los activos siderúrgicos de CSH”, explicó CAP.

Pero la decisión de CAP, aplaudida en el mercado bursátil, fue lamentada por diversos actores de la Región del Biobío.

El gobernador de la región, Rodrigo Díaz, indicó: “es una mala noticia porque más de 20.000 personas de la cadena de valor vinculada a la empresa van a perder su trabajo”, “Para nosotros la empresa Huachipato es un ícono histórico, tiene que ver con nuestro ADN”, justificó.

La multigremial empresarial de la zona, CPC Bio Bio, apuntó que el cierre “es un duro golpe al ecosistema del acero regional, pero por sobre todo un impacto muy fuerte por la pérdida de puestos de trabajo estables y de calidad de miles de colaboradores directos e indirectos de la compañía en Biobío”.

Lo mismo indicó Asimet: “Se nos hace un deber como asociación gremial advertir, además, que el cierre de Huachipato significará el fin del encadenamiento productivo nacional de la industria del acero y de los productores aguas abajo que se abastecen de la siderúrgica, lo cual será muy difícil de revertir”.

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