Las sabrosas memorias del exjefe de la FNE: Piñera y Boric, la falta de recursos, el estallido, el conato con Abbott y el mea culpa de Briones
El abogado Ricardo Riesco Eyzaguirre escribió un extenso documento sobre su paso por la Fiscalía Nacional Económica (FNE), entre diciembre de 2018 y 2022, durante dos gobiernos. Riesco contó ahí episodios desconocidos de su relación con gobierno y parlamentarios y, entre otras cosas, cómo la inversión china despierta racismo y clasismo. "El primer desafío que, a mi juicio, es la base indispensable de todos los demás, es recuperar el presupuesto anual de la FNE para que pueda cumplir adecuadamente sus funciones legales", dijo.
El exfiscal nacional económico, Ricardo Riesco, escribió con inusitada franqueza un documento de 62 páginas. Una suerte de memoria de su período al mando de la entidad fiscalizadora, texto que fue presentado y comentado esta semana en el Centro Competencia, CeCo, de la Universidad Adolfo Ibáñez, que pidió al abogado ese recuento.
El director de CeCo, otro exfiscal, Felipe Irarrázabal, explicó que el interés del organismo es recoger la experiencia en primera persona de las exautoridades de competencia para construir una especie de “memoria institucional”. “Es accontability, pero también es explicar cómo operan los organismos de competencia por dentro. Esa experiencia destila valentía, pero también humildad, como podrán percatarse de leer las memorias de Ricardo”, presentó Irarrázabal.
El documento de Riesco destila, efectivamente, muchas cosas. Parte con citas de Silvio Rodríguez y Erasmo de Rotterdam y se acompaña de numerosas notas a pie de página en las que reproduce sus reflexiones más personales y situaciones inéditas relativas a sus cuatro años en el cargo. A continuación, varios pasajes del relato de Riesco.
Las tres cosas que pidió Piñera
“A finales de 2018, y a mis 43 años recién cumplidos, asumí el que ha sido, por lejos, el mayor desafío de mi carrera profesional hasta la fecha”, escribió Ricardo Riesco Eyzaguirre al comienzo de su texto. Tras un concurso público, Riesco fue designado el 11 de diciembre de 2018 por Sebastián Piñera; su período terminó el 11 de diciembre de 2022, ya con Gabriel Boric en la presidencia.
Piñera -afirma el exfiscal nacional económico, cargo que hoy ocupa Jorge Grunberg- fue respetuoso con la autonomía del servicio, pero pidió tres cosas: combatir las colusiones; agilizar los plazos del sistema de control preventivo de operaciones de concentración y que el gobierno pudiese proponer y sugerir mercados o industrias para realizar estudios de mercado.
“Puedo decir con propiedad que como FNE, durante mi mandato, ‘cumplimos’ la primera y segunda petición, pero no la tercera. Eso sí, nos preocupamos expresamente de nunca pillar de sorpresa o ‘por la prensa’ a los gobiernos respecto de los mercados que íbamos a abordar a través de los estudios, exponiéndoles los informes preliminares poco antes de divulgarlos públicamente”.
La frustración por los recursos: parte 1
Entre 2020 y 2022, mientras la carga institucional aumentaba explosivamente, el presupuesto de la FNE disminuía alarmantemente, relata Riesco. Aquello, analiza en el documento, genera legítimas dudas sobre el compromiso y comprensión de los gobiernos de turno sobre la relevancia de la libre competencia como principio rector de una economía social de mercado. “El primer desafío que, a mi juicio, es la base indispensable de todos los demás, es recuperar el presupuesto anual de la FNE para que pueda cumplir adecuadamente sus funciones legales”, dice al final del escrito.
Tras el estallido de octubre de 2019, recuerda, el gobierno anunció una Agenda Anti Abusos por un Trato Digno y Justo, que pretendía entregar nuevas herramientas para prevenir, investigar y denunciar los carteles y otras conductas anticompetitivas. Riesco dice que el gobierno de Piñera nunca consultó la opinión de la Fiscalía. “La FNE se mantuvo incólume en que la institución no necesitaba más herramientas sino que solamente necesitaba más recursos”, revela.
El exfiscal pone un ejemplo: la propuesta de duplicar el número de funcionarios de la FNE que perseguían colusiones o duplicar el número de personas que trabajan en la División de Estudios de Mercado de la FNE, que hoy tiene cinco funcionarios, incluyendo procuradores, lo que tenía un costo que no superaba los “$350 millones, suma que, en el agregado país, pareciera hasta casi ridícula”. La División de Estudios de Mercado, contó, ha producido “un trabajo para reformar las normas legales de 7 mercados de tremendamente sensibles para la población y que, de acogerse por el Congreso Nacional, lo que no ha sido posible hasta ahora, implicarían que las personas y/o el Estado se ahorrarían cada año, de manera conservadora, nada menos que US$2.500 millones”.
Riesco se quejó amargamente de la posición de los dos gobiernos durante los que fue fiscal -Piñera y Boric- por el congelamiento de recursos y se reprochó no haber podido convencerlos de la necesidad de fondos. El abogado contó que el entonces ministro de Hacienda, Ignacio Briones, lo fue a ver a su oficina y conversaron sobre nuevos recursos para la Fiscalía. Pero la pandemia del Covid frenó los fondos.
Ignacio Briones comentó este lunes el texto de Riesco -”exuda pasión y motivación” y es un documento de “política pública aplicada”, dijo- y realizó, a propósito de aquello, su propio mea culpa. “Al leer la correcta crítica de Ricardo de que hoy la FNE sigue teniendo el mismo presupuesto que cuando partió, o que el actual gobierno tampoco lo ha aumentado, siento sinceramente que, desde la mirada presupuestaria, estuve en deuda con el inmenso valor que tiene la FNE y que yo le asigno muy sinceramente”, dijo Briones este lunes.
“En la danza de miles de millones que significa el presupuesto de la nación, muchos destinados a programas de escaso impacto, un presupuesto de US$10 millones como el de la FNE es un grano de arena con un retorno infinito”, agregó.
La frustración por los recursos: parte 2
La misma petición de aumento de presupuesto -como una manera de defender la libre competencia, justifica- hizo Ricardo Riesco a la actual administración, a través de funcionarios del Ministerio de Economía, escribió.
“Lamentablemente, se nos indicó, una y otra vez, de manera tajante, que no era factible entregarle recursos adicionales a la FNE. De hecho (...) pese a que para el año 2022 el Ministerio de Hacienda asignó al Ministerio de Economía un aumento presupuestario total del 14% para los servicios públicos de su dependencia, pese a nuestros reiterados reclamos el Ministerio de Economía destinó 0% de ese incremento presupuestario a la FNE”, escribió.
Y prosiguió: “Esto último me resultó aún más incomprensible dado lo que supuestamente se esperaría de gobiernos de este signo político y, muy especialmente, por el enorme énfasis público que, al menos durante la campaña presidencial, la coalición actualmente gobernante dio a la necesidad de introducir mayor competencia a los mercados que, en su concepto, estarían todos altamente concentrados, obviando, como es generalizado en Chile y el mundo entero, si esa concentración se había producido por mérito –esto es, por haber captado por precio, calidad y variedad las preferencias de los consumidores, lo que por cierto sería perfectamente deseable, legítimo y eficiente– o ilegítimamente mediante conductas que impedían o entorpecían la libre competencia”.
El estallido
“El estallido social del 18 de octubre de 2019 tomó a la gran mayoría de la ciudadanía por total sorpresa (…) Por lo pronto, creo no pecar de exagerado si digo que el estallido social afectó de manera importante el funcionamiento de la FNE, poniendo además en riesgo el bienestar físico y emocional de muchos de quienes trabajaban en la institución”.
Ubicada en el centro de Santiago, muy cerca de Plaza Italia o Plaza Baquedano, como cita Riesco, durante un mes la preocupación del fiscal fue “liberar” a los funcionarios a una hora temprana en la que pudiesen ir a sus casas. El fiscal recuerda que su chofer, un exgendarme, se negó a trasladarlo cruzando la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, cerca del epicentro de las protestas. “Según él, prefería morir antes de ver sometido al Fiscal Nacional Económico, bajo su protección temporal, a una práctica como ‘el que baila pasa’, por ejemplo. Esto alargaba el viaje de retorno a mi hogar de manera sustancial. Pese a que me considero un bailarín bastante decente, dentro de y dependiendo de las circunstancias, naturalmente, jamás pude convencerlo de lo contrario, aunque fuese en tono de broma”.
La FNE debió, en aquel entonces, y como muchas otras instituciones, suspender una de sus actividades emblemáticas: el Día de la Competencia de la FNE, fijado y organizado para diciembre de 2019.
¿Lo positivo del estallido? “El hecho de que los abusos empresariales, reflejados en las colusiones, figurara como una de las principales causas del estallido social, provocó en cierta medida un reconocimiento a la relevancia de la labor institucional de las últimas décadas y confirmó la significación práctica del trabajo de la FNE para la ciudadanía”.
La pandemia
Si el estallido permitió anticipar prácticas de teletrabajo a fines de 2019, aquello se puso a prueba en la pandemia. Riesco reveló que la FNE estuvo “a instantes” de suspender el procedimiento de control preventivo y obligatorio de operaciones de concentración durante la pandemia y que hubo incluso un borrador redactado. “Afortunadamente no lo hicimos, no sólo porque probablemente hubiese sido de dudosa legalidad, sino también porque nos permitió ser una de las pocas agencias de competencia del mundo que nunca cerraron sus puertas y que siguieron ejerciendo la plenitud de sus atribuciones legales durante toda la emergencia sanitaria internacional sin precedentes”.
La pandemia, dice Riesco, exigió además al organismo: el exfiscal recuerda que, en el análisis de la operación de compra de OK Market por parte de Oxxo, funcionarios de la Fiscalía salieron a terreno para verificar la “cercanía competitiva” de las empresas en los mercados geográficos relevantes. La FNE, además, durante la emergencia sanitaria siguió pidiendo al TDLC y coordinando con la PDI o Carabineros de Chile medidas intrusivas para obtener pruebas para verificar la existencia de carteles.
El conato con Abbot: “Nunca hay que picarse”
La agenda Anti Abusos que lanzó el gobierno de Piñera llevó a Ricardo Riesco a exponer ante el Congreso. Ahí defendió los resultados de la política pública anticarteles, afirmó que la reforma legal no marcaría diferencia con las atribuciones intrusivas que ya tenía la FNE y se produjo una especie de “connato verbal” con el Fiscal Nacional, Jorge Abbott.
“Luego de que el Fiscal Nacional señalara con gran énfasis que resultaba inaceptable que el ejercicio de la acción penal por colusión quedara radicado en un funcionario administrativo de rango meramente legal –dejando entrever que el Fiscal Nacional Económico era un mero monigote del gobierno de turno–, yo contesté, utilizando varios ejemplos, que el Ministerio Público había demostrado ser especialmente inepto en la persecución y sanción de delitos económicos, a tal punto que las famosas ‘clases de ética’ habían sido el resultado del ejercicio de una acción penal, no de una acción en sede de libre competencia”.
“Mirando hacia atrás, creo que ambos subimos el tono más allá de lo aconsejable y apropiado porque se trataba del primer ‘enfrentamiento público’ entre ambas instituciones, lo que luego dio pie por parte del Ministerio Público a un par de artículos de prensa innecesarios, porque dejaban entrever una supuesta disputa entre las dos instituciones, que en verdad no existe ni nunca ha existido. Aprendí la lección de que nunca hay que ‘picarse’”.
La inversión china: “Y verás como quieren en Chile”
Bajo el mando de Riesco, la FNE aprobó relevantes inversiones chinas en Chile. En marzo de 2020 aprobó sin condiciones la adquisición de Chilquinta por parte de la empresa estatal china State Grid Corporation, “lo que hacía presagiar severos cuestionamientos a la FNE por aprobar esta clase de transacciones sin tomar en cuenta consideraciones de soberanía nacional o estrategia comercial internacional del país”. Un año después, aprobó que la misma State Grid comprara CGE, lo que dejaba a esa empresa con la distribución de electricidad para el 60% de la población de Chile. Riesco fue citado dos veces a la Cámara de Diputados, donde se cuestionó el poderío chino en empresas de sectores estratégicos.
En sus notas a pie de página, Riesco cuestionó así las críticas: “Lo realmente ‘curioso’ fue que ninguno de estos planteamientos nacionalistas fueron planteados en forma ni en sede alguna, por ejemplo, cuando Colbún vendió la totalidad de sus activos de transmisión a un fondo de pensiones holandés y a una compañía española”, escribió.
“Me parece que esto refleja, como mínimo minimorum, que la canción de los Huasos Quincheros, que se llama Y verás como quieren en Chile al amigo cuando es forastero, que es como una especie de orgullo nacional por lo que supuestamente representa, es de una falsedad completa y total o, por el contrario, solo aplica cuando el forastero se adapta a nuestros parámetros previamente establecidos de ‘normalidad’, ya sea por cultura, costumbre, clasismo o racismo, lo que generalmente solo incluye a europeos y norteamericanos de raza blanca”.
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