Los cinco principales cambios del programa económico de José Antonio Kast
Entre las principales innovaciones está un mayor énfasis en la responsabilidad fiscal, una nueva meta de crecimiento, postergación de la idea de reducir impuestos y el depósito en una cuenta de ahorro previsional de 1 millón de pesos para todos los niños nacidos en Chile.
Se espera que este martes finalmente el candidato del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, entregue su nuevo programa de cara a la segunda vuelta presidencial que se desarrollará el próximo 19 de diciembre. Y si bien ya han ido trascendiendo algunas modificaciones, todavía no se conoce el documento completo que consolida el trabajo realizado por los nuevos equipos que se sumaron a la recta final de la campaña.
En lo económico, se integraron seis nuevos coordinadores para apoyar el trabajo programático. Así, en este nuevo documento se unieron al trabajo de Cecilia Cifuentes y Eduardo Guerrero, José Luis Daza, Sebastián Claro, Patricio Rojas, Sylvia Eyzaguirre, Claudio Lucarelli y Soledad Arellano.
Entre los principales cambios en lo económico está una nueva meta de crecimiento, mayor énfasis en la responsabilidad fiscal y una postergación, sin fecha, de la reducción de impuestos que se planteó originalmente.
1) Crecimiento: llegar a 3,5% - 4% al final de período
El programa inicial de José Antonio Kast planteaba como meta un crecimiento efectivo de la economía entre 5% y 7% anual en su eventual gobierno, duplicando en una década el ingreso por persona y cruzando el umbral del desarrollo. Esto le valió críticas de varios expertos, que lo calificaron de un escenario irreal. Ahora, en cambio, no hay una meta explícita en el documento que se presentará en las próximas horas. No obstante, uno de sus asesores, José Luis Daza, dijo en entrevista con Pulso este domingo que “lo que aspiramos es subir el crecimiento potencial de Chile todo lo que se pueda, ojalá al 4% y más. Simplemente por prudencia, asumimos que el crecimiento base aumentará solo en un punto hacia el final del gobierno, a 3,5%”.
Entre los énfasis para retomar el crecimiento se destaca que impulsarán la inversión, la creación de empleo y la mejora de los salarios “como prioridad”. Para ello, afirman que “asignaremos especial relevancia a la recuperación de la certeza jurídica y al desarrollo de un marco regulatorio atractivo, que genere las condiciones necesarias para que emprendedores e inversionistas desarrollen sus proyectos en nuestro país y que al mismo tiempo facilite la entrada de nuevas empresas que desafíen a las establecidas. Todo esto contribuirá a la creación de más y mejores empleos”.
2) Situación fiscal: meta de deuda pública bajo 50% del PIB
Donde también hubo un importante ajuste es en la responsabilidad fiscal, que ahora se asume de manera explícita, a diferencia de lo que había antes, donde la mención fue prácticamente nula. El nuevo documento se pone una meta de deuda pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) bajo el 50% en el mediano plazo. ¿Qué se entiende por mediano plazo? Daza explicó a Pulso que “en el supuesto conservador, la deuda se estabiliza aproximadamente antes de 10 años”.
En este punto, el nuevo programa sostiene que “el progreso sostenible y para todos requiere estabilidad institucional y macroeconómica, lo que exige un compromiso intransable con la sostenibilidad fiscal, evitando las crisis periódicas que han generado pobreza extrema en nuestro continente y condenan a las generaciones futuras a cargar con grandes mochilas de deuda e impuestos”.
3) Modificaciones tributarias: baja de impuestos sólo si el crecimiento lo permite
Una de las propuestas más difundidas en la primera etapa de campaña de Kast fue la idea de bajar impuestos. El IVA pasaría de 19% a 17% y habría un mecanismo progresivo de beneficio directo a la población general. Además, en el caso del impuesto a las empresas se establecía reducir la tasa de primera categoría desde el 27% al 17%, además de integrar 100% el sistema tributario, y que las utilidades reinvertidas por las empresas no paguen impuestos. Además, para las pymes, llevar la tasa a 0%.
Pero, dada la nueva realidad programática, casi nada de eso se mantuvo tal cual y la opción de reducir impuestos quedó bastante diluida, aunque sus voceros prefieren hablar de postergada. “No eliminamos nada, postergamos”, explicó al respecto Daza. En el texto se dice ahora que “en la medida que la economía retome una senda de crecimiento sostenible y se logren estabilizar las cuentas fiscales, (habrá) una reducción en la tasa corporativa que afecta la inversión, siempre en consistencia con nuestro compromiso con la sostenibilidad fiscal”.
Se explica que “Chile tiene hoy una de las tasas de impuestos a las empresas más altas entre los países de la OCDE, afectando negativamente nuestra competitividad. Mientras tanto, en el corto plazo y con el objeto de elevar la eficiencia y justicia de nuestro sistema tributario se contempla la revisión y/o eliminación de exenciones tributarias, medidas para disminuir la evasión tributaria y una simplificación tributaria”.
Pese a que no está escrito en el documento que se presentará, el candidato reiteró el viernes pasado en un encuentro organizado por la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech) que “habrá cero impuestos para las pymes con ventas menores a 25 mil UF al año”.
4) Pensiones: depósito de $1 millón a todos los niños al nacer
Si bien en el programa original ya se hablaba de establecer una Pensión Básica Universal (PBU), en este renovado documento se explicita aún más la idea a realizar. Lo primero que mencionan es que se avanzará hacia una PBU para el 80% de la población de menores ingresos, teniendo como objetivo asegurar al menos la línea de la pobreza para toda persona jubilada, haya cotizado o no. Este beneficio será adicional a la pensión autofinanciada con sus fondos previsionales. Se mantiene la idea de aumentar de manera gradual la actual tasa de cotización del 10% al 14%, y se evaluará la posibilidad de aumentar la cotización vía mecanismos asociados al consumo. “Reafirmamos nuestro compromiso con un sistema mixto, con un pilar solidario y un pilar de capitalización individual, en vez de uno de reparto”, enfatizan.
En cuando a la industria de las AFPs, el programa sostiene que se promoverá “como principio fundamental el derecho de los ciudadanos a elegir el ente que administre sus ahorros para su jubilación”. Y se menciona que se garantizará que “los cotizantes que no quieran que sus fondos sean administrados por las actuales administradoras puedan hacerlo eligiendo a otros competidores que entren a participar con normativas que protejan la seguridad de los fondos y la diversificación de inversiones”.
El beneficio que se modifica aquí es el que se refiere a entregar un depósito de $1 millón en una cuenta previsional a los niños nacidos en Chile, como aporte a su pensión futura. En principio, se proponía otorgar este aporte a los niños al nacer que pertenecieran al 20% más pobre. Ahora, en cambio, esa propuesta se amplió a todos los niños que nazcan en el país.
5) Mercado laboral: subsidio a la formalidad
En lo laboral aparece una idea que no estaba en la propuesta que se presentó para la elección de primera vuelta. Se trata de mejorar los ingresos de los trabajadores y la generación de empleos formales mediante la entrega de un subsidio que financiará las cotizaciones sociales de aquellos de menores ingresos. Con esto, mencionan que se inyectarán recursos directamente al bolsillo de los trabajadores, quienes recibirán su sueldo bruto de manera íntegra.
El acceso al subsidio será automático para los trabajadores dependientes con jornada ordinaria, de tal forma que quienes perciben el salario mínimo recibirán un aporte directo equivalente al total de sus cotizaciones, y quienes perciben una remuneración superior al salario mínimo recibirán un aporte gradualmente decreciente a partir de ese mismo monto.
Otros puntos: libre competencia y meritocracia
En otras temáticas del ámbito económico, se propone un fortalecimiento de la eficacia de instituciones públicas como el Sernac, la Fiscalía Nacional Económica y el Tribunal de Libre Competencia, con el objetivo “de asegurar la aplicación efectiva de las penas y multas a todo quien se coluda, abuse o haga trampa, asegurando una mayor y mejor competencia”.
También para la administración pública se “promoverá” la profesionalización en la línea de la Alta Dirección Pública, para que “sea el mérito y no el contacto político el factor que decida quien trabaja en la administración pública”.
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