Los mínimos comunes de los parlamentarios para la discusión del Presupuesto 2022
Los énfasis, dicen los legisladores, deben estar puestos en el empleo, inversión pública y en las áreas de salud, educación e infraestructura. La mayoría coincide en que es poco probable que el gasto público tenga un recorte de 20% a 25% respecto del desembolsado este año, como está implícito en planteamientos de Hacienda y del Banco Central.
El Ministerio de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres) informaron que finalmente la fecha de publicación de las proyecciones de los Comités Consultivos de Expertos del Precio de Referencia del Cobre y del PIB Tendencial será el próximo 13 de septiembre.
Estas variables son claves para definir la capacidad de gasto que pueda tener el Presupuesto de la Nación del próximo año. Mientras eso avanza, por un carril paralelo los diputados y senadores que integran la Comisión Mixta Especial de Presupuestos 2022 ya comienzan a definir lo que serán los mínimos comunes que impulsarán en la discusión.
Pero como si no fuera compleja en sí misma esta discusión, este año tendrá un condimento adicional: la fuerte expansión del gasto público proyectada para este año, de más de 30%, tiene que comenzar a ser retirada si es que se quiere retomar una cierta trayectoria de convergencia fiscal. En el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre el Banco Central tiene implícito en su proyección que el gasto público se contraiga 25% en 2022, según estimaciones de economistas, y en el Informe de Finanzas Públicas de Hacienda, del orden de 20%.
Para los expertos, es muy poco probable que pueda haber un ajuste de esa magnitud. Y ahora se suman los parlamentarios, quienes también coinciden en que una contracción de ese nivel no es plausible dado el escenario en que todavía se encuentra la economía y porque no se sabe con certeza cómo evolucionará la crisis sanitaria.
Los énfasis para este erario, dicen los legisladores, deben estar puestos en el empleo, inversión pública y en las áreas de salud, educación e infraestructura.
Desde la oposición, el senador Carlos Montes (PS) sostiene que “en el Presupuesto 2021 siempre se pensó que el aumento del gasto sería transitorio, por lo que ahora, en este nuevo erario fiscal debe empezar a disminuir, pero de manera gradual”. No obstante, para Montes, el foco debe estar puesto en la composición del gasto, porque “se requerirá flexibilidad para un eventual rebrote de la pandemia y un fondo de libre disposición para el próximo gobierno”.
El diputado independiente Pablo Lorenzini asevera que “una caída de 25% es algo muy complicado por la coyuntura, porque es un Presupuesto para otro gobierno que llegará con sus enfoques y énfasis. El debate será bastante amplio”. El legislador añade que se debe “revisar partida por partida para analizar cuáles son los gastos que no están siendo bien utilizados”.
Lorenzini anticipa que “habrá mucho trabajo de conversación para buscar acercamientos razonables, sin caer en posturas que sean blanco o negro. Esperamos que por lo menos en las subcomisiones mixtas de Presupuesto haya un debate técnico y menos político”.
Por su parte, el diputado Marcelo Díaz, independiente pero integrante de la bancada del Frente Amplio, sostiene que “sinceramente no. Un recorte de esa magnitud obligaría a recortes en áreas sociales muy sensibles en medio de un contexto de altos índices de desigualdad y bajas remuneraciones, y ello no sería socialmente sostenible”.
Puntualiza que “uno de los consensos que tenemos como Frente Amplio es lograr los acuerdos necesarios para que no sean los programas sociales y de apoyo directo a las familias los que se vean afectados. Un ajuste de cinturón no puede ser a costa de una ciudadanía ya fuertemente impactada por la crisis de la pandemia. Tenemos que identificar dónde se puede hacer ajustes, por ejemplo, en Defensa”.
Una visión distinta entrega el diputado PS, Manuel Monsalve, quien subraya que “la baja de gasto público de 25% es posible dependiendo del punto de comparación. Si vemos el Presupuesto sin gasto Covid, por supuesto que no, pero si se mantiene la recuperación y estabilidad sanitaria, el 2022 ya no existiría política de gasto social y gasto en pymes asociados a Covid, y por lo tanto sí se produciría una baja sustantiva del gasto público”. Para el diputado los énfasis deben estar puestos en salud, inversión pública y en ministerios que colaboren en la reactivación económica. Y en el oficialismo.
Desde el oficialismo, el senador José García Ruminot (RN) afirma que “la disminución del gasto para el próximo año está muy determinada por la pandemia. Si los contagios se mantienen acotados y a economía recupera los empleos, se podrán ir retirando los apoyos”.
Sus mínimos comunes están puestos en educación, salud, seguridad pública, “que son de interés transversal”, indica. También ve énfasis en los presupuestos regionales, vivienda y obras públicas. “El interés de todos es que tengamos presupuestos que financien las mayores iniciativas en favor de la ciudadanía, con responsabilidad fiscal”.
Su par de la UDI, José Miguel Durana, menciona que “la discusión del Presupuesto 2022 será, sin duda, una de las más importantes de los últimos años. La actividad económica deberá cuidar los equilibrios fiscales y en esta oportunidad no debemos hablar de mínimos comunes, sino de máxima responsabilidad en las decisiones que se adopten”.
En cuanto a la disminución del gasto público, sostiene que el planteamiento y las alertas del Banco Central son técnicas y responsables, desde un punto de vista del equilibrio de las cuentas fiscales. “Estos elementos nos motivan a ser conservadores con los niveles de gasto público y esto conlleva su reducción, ponderando la necesidad de mantención de adecuados niveles de actividad económica y eficaces incentivos fiscales para ello, de forma tal de evitar un escenario recesivo, después de la prolongada pandemia que nos ha tocado vivir”.
En tanto, el diputado RN Alejandro Santana RN plantea que “es poco probable que baje 25% el gasto”, sin embargo, indica que “se debe volver a la focalización”, apuntalando el empleo y la inversión. Y Guillermo Ramírez UDI puntualiza que “la prioridad debe estar puesta en cómo logramos converger en un equilibrio fiscal”.
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