Los negocios del senador que reclamó, “en broma”, por el fin del crédito del IVA a la construcción
Rodrigo Galilea, senador RN electo en 2017 por el Maule, tiene el 42,5% de la constructora creada por su padre, cuya propiedad comparte con sus hermanos Felipe y Pablo. Su sociedad de inversiones tiene un valor superior a los US$ 100 millones y tiene en fideicomiso activos por $ 10 mil millones, con Picton. Hace una semana increpó a dos ministros por el fin al IVA a la construcción. “Fue una broma de la A a la Z”, asegura ahora. Es más, dice que votaría a favor del fin de esa exención. “Teóricamente, hasta me estoy perjudicando”, dice.
El abogado Rodrigo Galilea Vial es el quinto de los once hijos que tuvo Víctor Galilea Linares, un empresario inmobiliario que fue presidente de la Cámara Chilena de la Construcción en el Maule y que falleció este año. Rodrigo Galilea (54 años) fue intendente de la Región del Maule en el primer gobierno de Sebastián Piñera y en 2017 se transformó en senador por la misma zona, con un 7,6% de los votos. Compitió por Renovación Nacional y, en esa región, el oficialismo consiguió tres de cinco cupos senatoriales.
Hace una semana, el senador Galilea fue invitado a La Moneda y participó en el lanzamiento de la ley corta de pensiones que será financiada, entre otras cosas, con el fin de exenciones tributarias al rubro donde están sus negocios: la construcción. Poco antes de los anuncios, con los ministros Rodrigo Cerda y Patricio Melero frente a un micrófono indiscreto, Galilea les espetó: “No me pueden cagar delante de mí con el IVA a la construcción. Ustedes son unos chacales. Y yo tengo que sonreír más encima”.
Días después, Galilea diría que fue una broma. Lo reitera a Pulso. “Fue una broma desde la A hasta la Z”, dice. Un exdirector también lo cree así. “Rodrigo es muy irónico”, afirma. Lo mismo cree, dicen quienes han hablado con él, el ministro de Hacienda Rodrigo Cerda, quien se rio ese día de las palabras de Galilea.
El senador insiste en que su reclamo no iba en serio. Y es más, que incluso está de acuerdo con la medida que, cree, encarecerá el precio de las viviendas. Aunque hiera el negocio familiar en el que, desde hace tres décadas, ha tenido un rol protagónico.
La historia de la constructora Galilea
Titulado de abogado de la Universidad Católica en 1990, el hoy senador trabajó en un estudio de abogados, fue fiscal de Empresas Lucchetti y luego gerente de las empresas familiares. Ahora es uno de los tres accionistas principales de las empresas del grupo, junto a dos de sus hermanos, Pablo y Felipe Galilea Vial. Los tres, recuerda una persona ligada al grupo, compraron la constructora que su padre fundó en Talca en 1981. Y la hicieron crecer. Y los tres, igual que su padre, han presidido la Cámara de la Construcción en el Maule.
La historia familiar dice así: Víctor Galilea encomendó en la primera mitad de la década de los 90 a su hijo Rodrigo viajar a Talca a cerrar la constructora. El quinto de sus hijos -el patriarca tuvo cuatro hijos de su primer matrimonio, luego enviudó y tuvo otros siete en su segundo enlace con Gloria Vial- estudió la compañía y concluyó que era una mala decisión terminar con la empresa e invitó a su hermano Felipe, el sexto de los once, a hacerse cargo de la empresa. Ambos, entonces, compraron el 50% de la constructora a su padre. A plazos. Felipe, ingeniero comercial, asumió el mando del negocio.
Año después, Rodrigo Galilea dejó el ejercicio de abogado y partió a la compañía. Junto a su hermano expandieron la empresa más allá de Talca. Mientras Felipe se hizo cargo de la construcción de viviendas, el mayor de los Galilea Vial se encargó del área comercial y financiera. Años después sumaron su hermano Pablo y compraron al patriarca el 50% restante. El último de los once hermanos, Pablo, ha sido abogado de las empresas. El padre de todos ellos decía que el mejor empresario es un abogado que sepa de números. Y varios de sus hijos siguieron esa senda.
El directorio de las empresas del grupo lo presidió durante tres décadas el ex presidente de la Sofofa y hoy presidente del Colegio de Ingenieros, Fernando Agüero, quien era amigo del fundador de la compañía. Hoy, fuera del grupo, recuerda que el ahora senador fue muy importante en la gestión de la compañía, en la que fue gerente hasta antes de asumir la intendencia regional. “Era muy bueno. Hizo crecer mucho la empresa”, afirma Agüero sobre su gestión.
El senador precisa que en realidad el verdadero gestor es su hermano Felipe. “Para alguien como yo, con pocos atributos, siempre es bueno rodearse de buenas personas. Así fue con mi padre y mis hermanos en los negocios y con los senadores Castro y Coloma en la senatorial”, afirma. Así como sus hermanos hoy dirigen la empresa en la que él ya no participa, en la contienda electoral de 2017 Castro llegó en tercer lugar, pero el volumen de votos del oficialismo le permitió quedarse con un cupo. Galilea obtuvo 7,63%, pero el 15,85% de Juan Antonio Coloma y el 14,73% de Juan Castro contribuyeron a su elección.
Un patrimonio de más de US$ 100 millones
La sociedad se llama Vientos del Sur y Cia. y es la matriz de sus negocios personales. Rodrigo Galilea la bautizó así por su pasión por la navegación. Su declaración de patrimonio dice que tiene el 33% de una nave llamada Alakalufe, matrícula 5156, del año 1997. Por ello escogió el nombre que escogió para su vehículo de inversiones. Galilea cuenta que los vientos del sur son los predominantes en Chile y que siempre anticipan un buen clima. El nombre, esperaba, le traería buenos tiempos también en los negocios. Y los trajo.
Aunque está alejado de la dirección del grupo, el senador tiene el 42,5% de las acciones de los negocios. Su hermano Felipe tiene otro 42,5%. Y Pablo tiene el porcentaje restante. Los tres controlan una empresa que, según su página web, reporta proyectos en 19 ciudades de Chile, tiene más de 500 empleados y dos grandes brazos operativos, revela otra persona que conoce bien los negocios de los hermanos Galilea. Una es Galilea Sur, la sociedad que tiene operaciones entre Rancagua y Puerto Montt y cuya casa matriz está en Talca. La otra es Galilea Centro, sociedad que opera en Valparaíso y la Región Metropolitana. La declaración de patrimonio del senador reporta decenas de propiedades por todo Chile ligadas a las sociedades del grupo.
Los tres hermanos también han emprendido negocios en el exterior y Galilea tiene negocios inmobiliarios en Perú y Ecuador, junto a socios locales, e inversiones agrícolas en Colombia.
En el directorio de la compañía han estado, además de Agüero, varios directores externos, “con carácter y experiencia”, que han sumado los tres hermanos.
Entre ellos han estado Bernardo Fontaine Talavera, hoy electo convencional constituyente por el distrito 11, y el exministro de Transportes y Telecomunicaciones Pedro Pablo Errázuriz. Además está José Miguel Ureta, uno de los fundadores de la gestora de inversiones Picton. Esa gestora es de hecho, la administradora del patrimonio líquido del senador Galilea: en total, el empresario de la construcción entregó a Picton, en abril de 2018, poco después de asumir el cargo, una cartera con valores locales e internacionales ascendente a $ 10.329 millones, según su declaración de patrimonio actualizada a marzo de 2021.
La controladora de las empresas operativas es otra sociedad familiar, denominada Inversiones Frutillar, zona donde la familia tiene residencia.
El patrimonio del senador radica, sin embargo, en su sociedad personal, Vientos del Sur. Según documentos oficiales, el valor libro de esa sociedad es de $ 81.123 millones, unos US$ 100 millones.
La constructora Galilea, afirma un profesional que participó en la compañía, se concentra en el mercado de las viviendas de entre 1.000 y 4.000 UF, un segmento donde el fin del IVA a la construcción tendrá impacto. Sus viviendas tienen cierto prestigio en el sur del país y muchas veces hay lista de espera para adquirir una unidad, asegura un exdirector. “Han extremado el margen para tener más profundidad”, agrega otro actor del mundo inmobiliario que destaca su expansión hacia la zona centro del país y que el fin del IVA a la construcción afectará los negocios de la constructora Galilea.
“Yo votaría a favor”
El senador Galilea sabe de construcción y por eso dice que, primero, hay que hacer una distinción. Una cosa es el IVA a la venta de viviendas.
Tras la modificación de 2016, las casas que no reciban subsidios se venden con IVA. Las que tienen el beneficio estatal, no tienen ese cargo adicional. Lo segundo es el crédito del 65% del IVA a la construcción. ¿Quién se beneficia de aquello? Según el Servicio de Impuestos Internos, el “comprador no contribuyente del IVA, puesto que debe pagar un menor precio al concretar un contrato de construcción o de compraventa, relacionado con el inmueble que ha sido destinado para fines habitacionales”. Desde 2017, ese beneficio es para viviendas que no superen las 2.000 UF, con un tope de 225 UF por unidad. Por ello, el sector afirma que el alza de precios deberá ser compensada con un alza de precios.
El senador Galilea estima que la medida encarecerá el precio de las viviendas entre un 8% y un 10%, ya que el crédito es por el 65% del IVA y no por el 100% y, además, no grava el valor de los terrenos. “El gobierno debe analizar muy bien la oportunidad de aplicar este cambio”, dice. Sin perjuicio de ello, se declara partidario del fin de ese crédito.
¿Se inhabilitará de esta discusión cuando llegue al Senado? Galilea no lo tiene claro aún. Argumenta así, en tres puntos.
“Uno. La ley no me exige inhabilitarme porque es una ley general que se aplica a todo el sector y no a una empresa en específico. Dos: Yo votaría a favor de esto, así que no hay conflicto de interés. Teóricamente, hasta me estoy perjudicando. Conceptualmente es perfectamente razonable lo planteado por el gobierno, con la salvedad de las casas que financia el fisco. Ahí debería mantener el crédito, para evitar que se encarezca sus propias compras. Tres, en definitiva, lo definiré en su oportunidad”.
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