Los problemas del pequeño mercado de monedas de oro para crecer en Chile

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La compra de monedas de oro y plata de forma física se realiza en la Bolsa de Santiago y para ello debe contactarse a una intermediaria de valores. Adicionalmente, sólo se puede adquirir monedas acuñadas por el Banco Central de Chile.


Son US$4.487 millones transados en acciones hasta marzo, US$12.891 millones en renta fija y US$51.281 millones en instrumentos de intermediación financiera. Los montos negociados en todos estos mercados están creciendo respecto del año pasado, pero hay un pequeño sector que apenas registra un alza y que, según algunas corredoras, implica tales riesgos, que ha llevado a algunos actores a dejarlo de lado.

Se trata del mercado de monedas de oro. Al inició del proceso de reforma constitucional, los convencionales debieron realizar una declaración de patrimonio, tal como todas las autoridades del país. Una de las que llamó la atención fue la de Patricia Politzer, periodista y constituyente electa por la lista de los Independientes No Neutrales, que reportó una inversión de poco más de $ 27,7 millones en monedas de oro en LarrainVial.

“Compré monedas de oro a través de LarrainVial en la crisis asiática (1997-98), porque alguien me lo recomendó. Pero la verdad es que las dejé estar ahí. No las veo a menudo. De hecho, la última vez que las vi ¡estaban por el suelo!”, contó a Pulso en ese momento.

¿Pero cómo funciona ese mercado? La compra de monedas de oro y plata de forma física se realiza en la Bolsa de Santiago y para ello debe contactarse a una intermediaria de valores. Adicionalmente, sólo se puede adquirir monedas acuñadas por el Banco Central de Chile.

Lejos de los grandes montos transados en la bolsa, las monedas de oro mueven muchos menos recursos. En la plaza santiaguina se transan monedas de 500 pesos oro (que pesa 101 gramos),de 200 pesos oro (40gramos), de 100 (20 gramos), las de 50 (10 gramos) y las de 20 (4 gramos).

El mercado más líquido es el de las monedas de oro de 100. Según datos proporcionados por la Bolsa de Santiago, en 2020 se registraron negocios en este activo por $3.517 millones, en 2021 por $3.767 millones y en lo que va de 2022 van $1.467 millones.

El precio de cierre de estas monedas de 100 en 2021 fue de $1.100.000 cada una, y este año va en $1.026.000.

En 2021, en mercados internacionales, el precio del oro cayó 3,64%, pero en 2022 trepa 3,14%.

Monedas de 500 no se venden desde 2020 (se transó una por $3.500.000), y de 200 se negociaron dos en 2021 por $2.100.000 cada una. De 50, este año se han comerciado dos ($530.000) y de 20 ninguna.

Los problemas

Los montos no han subido demasiado, y ello podría deberse a las propias características del mercado. Desde un intermediaria de mediano tamaño explican que han optado por dejar de operar en el mercado por problemas de “delivery”, pues hay dificultades en la entrega y custodia.

El mercado implica que, al adquirir la moneda, la intermediaria debe ir a buscar el activo y luego guardarlo en una bóveda en sus oficinas, lo que conlleva “riesgo de transporte y custodia, posibles asaltos y robos, y son al portador”, detalla la misma fuente.

Además, apunta que existen formas modernas de transar oro en bolsas mundiales y de forma digital, y que son mercados mucho más líquidos.

En esa línea, desde otra corredoras - de las de mayor tamaño- apuntan que el problema del transporte está relativamente resuelto para aquellas firmas cuyas oficinas están cerca de la Bolsa de Santiago, pero para el resto los riesgos son grandes.

Por ello, comentan que debiesen poder transarse sin entrega física y con un certificado emitido por el Depósito Central de Valores (DCV), algo que han solicitado a la entidad encargada de custodiar valores en el país, pero que no se ha pronunciado.

De realizarse, la custodia de estas monedas de oro quedaría completa en el DCV, y sólo se transarían los certificados que acreditan su existencia. Eso además abarataría los costos, pues “es más barato una bóveda algo más grande, que todos tengamos que tener las propias”, agrega la misma fuente.

Si embargo, otros actores indican que no se ha realizado la solicitud al DCV, pero que la entidad sí estaría trabajando en un proyecto que iría en ese sentido, aunque de forma muy preliminar.

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