Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente: “El Comité de Ministros debería desaparecer”
"¿Qué hace un ministro de Economía o de Minería tomando este tipo de decisiones? Es el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el que debería ser fortalecido para que tome las decisiones de este tipo", dice Marcelo Mena, quien presidió el comité que en 2017 rechazó el proyecto Dominga, lo que generó la renuncia de dos ministros. Mañana vuelve al mismo comité.
A menos de 24 horas que el Comité de Ministros tome una decisión acerca de aprobar o rechazar el proyecto minero y portuario Dominga, Pulso habló con Marcelo Mena, quien fuera ministro del Medio Ambiente la última vez que este comité también se pronunciara sobre el caso. El 21 de agosto de 2017 el comité rechazó la iniciativa por tres votos contra dos, más una abstención, del entonces ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes. La decisión terminó con la renuncia de Céspedes y del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Bastante agua ha pasado bajo el puente, principalmente en ríos judiciales. Pero esta reunión llega con otros ingredientes: fue el propio Presidente Gabriel Boric quien dijo, en su discurso tras el triunfo electoral: “No a Dominga”. “Creo que la opinión del Presidente no media la decisión de los ministros, porque éstos tienen que fundarse en lo antecedentes técnicos. Esa es su garantía”, opina Mena, quien actualmente, es el director del Centro de Acción Climática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Justamente, la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, ha planteado la idea de reformular la institucionalidad ambiental, para que este tipo de decisiones sea más técnica y menos política.
- Ese es un anhelo del ambientalismo desde hace mucho tiempo. Uno se pregunta ¿qué hace un ministro de Economía o de Minería tomando este tipo de decisiones? Es el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el que debería ser fortalecido para que tome las decisiones de este tipo. El Comité de Ministros debería desaparecer. No tiene mucho sentido que los ministerios que no tienen competencias ambientales estén pronunciándose en la votación de un proyecto. De hecho, pocas veces el Tribunal Ambiental ha considerado la decisión del Comité de Ministros para la evaluación de proyectos, sino más bien se funda en los antecedentes técnicos, Por lo tanto, parece que la mejor forma de bajar la incertidumbre tiene que ver con eliminar los Comité de Evaluación Ambiental (Coeva) y fortalecer la instancia regional del SEA y eliminar el Comité de Ministros.
¿Por qué Dominga es tan emblemático dentro de todos los proyectos de inversión en evaluación?
- Tiene que ver con las decisiones de desarrollo que tienen que tomar los países. Conociendo todo lo que ha pasado con las “zonas de sacrificio” hay que decidir si deliberadamente se quiere construir una zona nueva o girar hacia un modelo de conservación y crecimiento a largo plazo. Un proyecto como Dominga -ex post de haber sido evaluado técnicamente- pone en contraste el modelo de desarrollo de 25 años de extracción versus pesca y turismo sustentable y de mayor bienestar. Hace 50 o 60 años se tomaban decisiones sin saber sus resultados, en zonas como Huasco, Coronel o Puchuncaví. Hoy tenemos mucho mayor conocimiento para saber si queremos replicar o no esa historia.
Pero llama la atención que un importante grupo de habitantes locales y el Alcalde de La Higuera estén de acuerdo con el proyecto. ¿Cómo se enfrenta esa visión local con la decisión de desarrollo país?
- Aquí ha habido una influencia indebida y un conflicto de interés manifiesto del alcalde con respecto al financiamiento que se le han otorgado a esas comunidades para tener esa posición. Por otro lado, la mayoría de los pescadores y quienes están en el mar están en contra del proyecto. Quienes están más hacia dentro y que no viven del mar, tienen una posición distinta. Esa famosa consulta (local) ha sido poco transparente y sin el Servel involucrado. Por otro lado, las opiniones de las personas son importantes a considerar, sin embargo la evaluación técnicas de los informes que hoy tienen a la vista el Comité de Ministros indican que los impactos ambientales son vastos.
¿Usted mantiene su posición del 2017 de rechazar el proyecto Dominga a pesar de que el Tribunal Ambiental de Antofagasta indicó que la decisión del Comité de Ministros fue ilegal?
- Lo que importa es lo que dice la Corte Suprema. Se rechazó nuestro actuar por “forma”, pero la Corte Suprema le dijo al tribunal que fuera al “fondo”. Y luego pide que se resuelva en el Comité de Ministros. Por lo tanto, no se ha dudado en ningún momento el hecho de que la aprobación de la evaluación de la comisión ambiental se dio en un contexto donde un Presidente (Sebastián Piñera) estaba acusado constitucionalmente por corrupción, frente a los hechos que fueron comprobados con respecto a Pandora Papers, en donde él recibió un pago por no proteger a esa zona. Creo que hay que contar la historia completa para dirimir qué es legal o ilegal.
-¿Qué cosas han cambiado de 2017 a la fecha con respecto a lo que será la decisión del Comité de Ministros frente a Dominga?
- Lo que debería haber cambiado es que a estas alturas, cinco años después, los problemas de fondo, que aún recogen los informes con respecto a una total ausencia de una línea base completa, se podrían haber resuelto. Si es que Dominga hubiese querido pasar con un 4.0 la evaluación, o sea, con un mínimo esfuerzo habría abordado este tema fácilmente. Por eso, en términos generales las cosas han cambiado poco, porque los servicios que tienen que ver con la protección de la biodiversidad han manifestado básicamente los mismos reparos que tuvieron el 2017.
-En 2017 la gran discusión era si había que apoyar el medioambiente o la inversión. ¿Es la misma discusión que se dará mañana?
- Creo que no, porque en el fondo, ese es un falso dilema. Uno se da cuenta que acá no estamos hablando de desarrollo versus protección, sino de un tipo de desarrollo lineal de corta duración, versus un desarrollo sustentable.
¿Cree que exista la posibilidad de que se cambie radicalmente el proyecto Dominga, para que sea aprobado? ¿O esto se transformó en el “todo o nada”?
- Lo que sería oportuno es que se evaluara un proyecto de un puerto que no estuviera en una zona donde impacta en un archipiélago. Eso sería algo fundamental. Pero hoy, el proyecto es un conjunto y remover una parte para aprobar otra (Se ha planteado en aprobar la mina y no el puerto) tiene que evaluarse en su momento.
-Entonces, ¿tendría que ser otro proyecto diferente?
-Exactamente. Sería altamente ilegal hacer una aprobación condicionada y no creo que esté sobre la mesa. Estimo que hubiese sido más oportuno que el proyecto hubiese tenido un puerto utilizando la infraestructura existente, como es el caso de Huasco. Pero eso se evaluará en su mérito en su momento. No ahora.
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