Marcos Kulka, director ejecutivo de H2 Chile: “Con los actuales tiempos de los permisos, la industria de hidrógeno verde no se desarrolla”
El representante del mayor gremio de empresas con interés en desarrollar la industria del hidrógeno verde valora los “consensos” que consiguió el consejo estratégico y gran parte del plan de acción, que se encuentra en consulta pública hasta el próximo 13 de febrero. Pero remarca el sentido de urgencia de agilizar la aprobación de los permisos, para aprovechar la ventana de oportunidad para el desarrollo de esta industria.
El director ejecutivo de H2 Chile, Marcos Kulka, analiza el avance de la estrategia de hidrógeno verde, cuyo plan de acción de cara a 2030 fue reformulado durante 2023 por el Ejecutivo, buscando actualizar el mapeo de modificaciones regulatorias necesarias y dotar de una hoja de ruta al despliegue de una industria naciente. Un trabajo que incluyó la confección de un documento por parte del comité estratégico donde participaron desde la expresidenta, Michelle Bachelet, hasta el exministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet.
No te pierdas en Pulso
Kulka valora la incorporación de gran parte de las medidas sugeridas por el sector privado en el proceso de participación, y aunque reconoce los esfuerzos del Ejecutivo en materia de permisología, enfatiza en la urgencia de acelerar los plazos de aprobación, para así aprovechar la ventana de oportunidad para el despliegue de la industria. Además, dice, se requieren incentivos tributarios para el financiamiento de los proyectos.
¿Cómo fue el 2023 para el avance de la industria del hidrógeno verde en Chile?
El año 2023 siguió confirmando que Chile sigue siendo uno de los países más relevantes en el mundo respecto a la producción de hidrógeno y sus derivados. Eso no se da por sentado, porque obviamente como Chile tiene condiciones privilegiadas en energía eólica y solar, y el principal insumo es en los costos de producción de hidrógeno, se puede dar por entendido que Chile sí o sí va a ser un actor relevante. Y no es así. Hay que hacer muchas cosas para que Chile definitivamente pueda plasmar ese rol de ser un actor relevante a nivel mundial.
Hoy día tenemos más de 60 proyectos declarados a lo largo de todo el territorio nacional, lo que obviamente es importante. Hay varios proyectos que están en su estado piloto, eso quiere decir que se han ido probando a una escala más chica, pero producción de hidrógeno en usos finales, como por ejemplo el tema de Wallmart en las grúas Horquilla, que ya va a tener en algún minuto 200 grúas con electrolizadores funcionando, o proyectos de inyección a la red de hidrógeno junto con gas natural en Coquimbo, o los primeros envíos de HIF de litros de combustible sintético al hemisferio norte. Para que Chile siga teniendo un rol protagónico, la pregunta es qué tenemos que hacer para eso se convierta en una realidad, y pesar de que uno ve esto en el mediano y largo plazo como una industria relevante, hay una ventana de oportunidad, que es entre ahora, el 2023, que terminó, y el 2030, que se tienen que dar los primeros proyectos de escala importante para que esta industria definitivamente se materialice.
El Plan de Acción estuvo en elaboración todo el 2023 y es un documento que está en consulta hasta el 13 de febrero, ¿qué les pareció ese proceso y el resultado?
Nosotros ya participamos en muchas actividades claves para la identificación, en todas las medidas que salen ahí, como asociación participamos en todo el territorio, en todos los llamados. De las 111 iniciativas que se presentan, en muchas fue el mundo privado el que de alguna forma fue sensibilizando respecto de cuáles son las regulaciones más críticas que hay que avanzar, cuáles son las líneas bases que hay que avanzar, la formación de capital humano. Entonces, nosotros hoy día estamos nuevamente estudiando lo que finalmente se produjo, pero en muchas de ellas estamos de alguna forma satisfechos en que el mundo público tomó muchas de esas iniciativas.
Pero ese plan de acción tiene algunas fechas estimadas en que debieran estar resueltos ciertos temas, pero no hay suficiente claridad con muchos de ellos de cómo avanzar. O sea, mientras no estén resueltas muchas de las cosas que dice ese plan, ¿cómo se va a ir desenvolviendo la industria mientras tanto? Hay una parte bien importante que tiene que ver con los protocolos que los menciona el plan, los protocolos voluntarios público-privado, donde, por ejemplo, el mundo privado dice ‘vamos a comprometernos a generación de empleo, equidad de género, resguardo de la biodiversidad y ciertas zonas de conservación, etcétera, etcétera’. Y el mundo público se compromete con otras cosas. Entonces, son un mecanismo importante voluntario para avanzar en esta transitoriedad.
Una industria naciente como esta se ve afectada, como el resto, por el tema de los permisos, y ya están en discusión algunos proyectos, ¿está la urgencia necesaria para que esas reformas acompañen al despliegue de los proyectos?
Acá tenemos una oportunidad de una industria nueva de hacer bien las cosas. Con los plazos actuales esta industria no se puede dar, eso es así. Si seguimos el histórico respecto a los plazos que se han tenido en el pasado, definitivamente Chile pierde su nivel de competitividad, porque hay proyectos que, por ejemplo, necesitan concesiones marítimas, proyectos que necesitan desaladoras de agua, que en sí solos muchas veces toman 10 años. Si se toman 10 años, no podemos cumplir la promesa que tenemos de descarbonización de nuestra matriz y es imposible que atendamos la crisis climática.
Con los actuales tiempos de los permisos, esta industria no se desarrolla. No solamente ésta, sino que las otras tampoco. Pero al menos están en el plan de acción, y hay responsables porque está el Ministerio de Economía, por un lado, y a través del Ministerio de Medio Ambiente, en el sistema de evaluación de impacto ambiental, por el otro lado.
De las medidas que están en consulta, ¿hay alguna que crean que haya de rediseñar o que esté mal pensada?
No, lo que pasa es que hay medidas dentro de los temas. Lo que más me preocupa a mí es ver cómo implementamos esas medidas. Tiene que ver mucho más en la ejecución, porque está la cobertura de los temas.
¿Es completa esa cobertura?
No quiero ser tan concluyente… porque definitivamente los temas más importantes tienen que ver con los permisos. Hoy día están mapeadas 23 regulaciones que a nuestro modo de ver, si es que somos capaces de bajar los plazos y dar la certeza de lo que contemplan, está perfecto. Pero eso todavía queda por hacer.
Otro de los riesgos que son importantes tiene que ver con la bancarización de estos proyectos. Hay muchos proyectos, pero para que estos proyectos avancen tienen que tener esa inversión. Por ejemplo, el Plan de Acción habla del facility de Corfo de US$1.000 millones, pero todavía ahí faltan incentivos tributarios. Hay varias cosas que podrían ampliarse en esta facilitación y habilitación de mercado Demanda local, por ejemplo, es súper importante. Se necesita fomento a demanda local, y ahí el rol público puede ser interesante, desde el propio gobierno o empresas públicas. Por ejemplo, un Codelco puede ser interesante en avanzar. Tenemos una empresa pública a escala global que puede ser importante. Hoy día competimos con varios países que tienen muchos incentivos, por ejemplo, Australia.
Pero, ¿el plan de acción avanza en la dirección correcta?
Sí, yo creo que la orientación es correcta. Este consejo estratégico que se creó, en términos de tener ex autoridades, ex presidentes, es una señal importante, porque al menos aborda un consenso respecto a que esta es una industria crítica para Chile que puede responder a la descarbonización y puede ser una oportunidad de generación de mejores empleos y de valor local. Se generó ese consenso. Eso es muy, muy importante para nosotros, para que como país podamos ir implementando los proyectos bajo este encuadre común.
¿Crees que ese consenso realmente existe en la sociedad civil, o ven a esta industria más bien con escepticismo?
No, yo creo que ya poniéndonos de acuerdo en este consejo estratégico, es un punto de partida muy importante, porque en muchas materias no se da esto. Es una muestra de que bajo una nueva industria, que tiene un propósito muy atingente a la crisis climática y a lo que Chile podría generar como valor en el territorio, hay un consenso. Ahora, hay comunidades locales que están con algún grado de preocupación, por supuesto. La única forma de hacerlo es como se está haciendo, los propios proyectos en forma anticipada están preguntándole a las comunidades cómo lo ven, se sensibilizan con el tema. En general, los proyectos que tú a ver que van a ir entrando al sistema de evaluación de impacto ambiental, tienen todos esos procesos de participación temprana.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.