El ministro de Hacienda, Mario Marcel, abordó una vez más la situación económica del país en un seminario organizado por Clapes UC.

En su exposición, lo primero que destacó es que Chile es pionero en la aplicación de una regla fiscal basada en un balance cíclicamente ajustado (BCA). “La regla se ajusta por el ciclo de actividad económica no minera, por el ciclo del cobre y recientemente ajustado por los ingresos provenientes de la explotación del litio”, destacó la autoridad.

Para Marcel el balance de esta experiencia es positivo. Destacó que, tras un cuarto de siglo desde su adopción, la regla fiscal se ha aplicado con bastante consistencia, incorporando mejoras metodológicas e institucionales, elevando así su efectividad y legitimidad.

En la instancia, Marcel también dijo que “lo más importante de todo es que saquemos los temas fiscales del ring de la política contingente”. Asimismo, llamó a reafirmar un compromiso transversal con la responsabilidad fiscal.

“Todo el resto de la discusión presupuestaria de este año va a coincidir exactamente con la campaña electoral de la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores regionales. Ojalá tratemos de mantener separadas esas dos cosas porque no le hace bien a nadie transformar a la política fiscal como un elemento que se arrojan unos a otros cuando lo que está en juego con la política fiscal es la capacidad del Estado para responder a las necesidades de la ciudadanía de manera responsable y sostenible a través del tiempo”, puntualizó el titular de Hacienda.

Asimismo, mirando el contexto global Marcel señaló que el Covid impactó en la aplicación de las reglas fiscales. “En muchos países suspendieron o simplemente incumplieron sus reglas fiscales durante la crisis del Covid-19. Estamos más bien en una época de recomposición o de retorno a reglas que se abandonaron en esa circunstancia tan extraordinaria”, afirmó.

El impacto lo relaciona directamente con el aumento en la deuda pública durante ese periodo. “Tuvimos todas estas medidas de transferencias masivas en 2021, el presupuesto se sobreejecutó en un 30%, tuvimos además los retiros de fondos de pensiones, 35% del PIB se inyectó como liquidez a los hogares en un plazo de un poco más de un año. Y eso por supuesto en el balance fiscal y agregó al crecimiento de la deuda”, explicó.

En la misma línea, afirmó que “la experiencia nos muestra que no es fácil recuperar el equilibrio de las finanzas públicas después de un shock importante o donde se ha abandonado la meta fiscal, aunque haya sido por buenas razones”.

Por lo mismo Marcel relevó la importancia de cumplir la regla fiscal expost, es decir, durante la ejecución del presupuesto. Dado que de esa manera se toma en cuenta los factores no cíclicos que pueden desviar los ingresos fiscales en el curso del año.

“Factores ajenos a la voluntad de la autoridad, pero que inciden sobre la ejecución del presupuesto son desviación de la inflación, el tipo de cambio, tasas de interés, desviación en la producción física observada y la proyectada de cobre, desviación en los cobros efectivos proyectados de Codelco, cambios en los rendimientos tributarios. Todo esto es distinto de lo cíclico“, explicó el ministro. Marcel puntualiza que lo cíclico no modifica la trayectoria del gasto, a diferencia de los factores mencionados.

Respecto a la proyección de ingresos del año, Marcel indicó que “efectivamente tenemos una diferencia negativa en la proyección de ingresos de impuestos a la renta, de lo cual el grueso corresponde a la operación renta. Pero eso no significa que todos nuestros componentes de ingresos hayan estado por debajo de lo presupuestado. En el caso del IVA estamos por encima de lo presupuestado”.

Asimismo, en relación a la meta fiscal que se tenía para este año señaló que “la meta, como sabemos, era del 1,9% del producto, pero tuvimos un impacto negativo por la estimación de las brechas en el cierre de las cuentas nacionales y en el precio del cobre que es del 0,4% del producto. Así que para empezar ya estábamos 0,4 abajo”. Y agregó que el Gobierno lo ha “tomado como un desafío para poder cumplirlo”.

Por otro lado, el ministro de Hacienda enfatizó en que el gobierno había actuado con rapidez para revertir la deteriorada situación fiscal que tenía el país en 2021. Por tanto, como resultado de eso se prevé una estabilización relativa de la relación entre deuda y PIB en 2025. De esa manera, se pondría fin a 17 años de crecimiento ininterrumpido de ese indicador.

A su vez, destacó que se incrementarían los ingresos estructurales en casi 3% del PIB. Esto, enfatizó, generaría un mayor espacio fiscal para hacer frente a necesidades de gasto ligadas al cambio climático y el envejecimiento de la población en el futuro.

En su presentación, el titular de Hacienda afirmó que en el ajuste del gasto se ha tratado de preservar la inversión pública.

“Ahora tenemos una inversión pública que lleva un avance muy superior a los años anteriores. De hecho, la inversión pública a esta fecha creció 25,9% en comparación del mismo periodo del año pasado. El gasto en capitales ha crecido en 15,7%. Obviamente, a medida que nos acerquemos a final de año esa diferencia se va a ir estrechado porque el presupuesto sigue siendo el mismo en términos nominales”, puntualizó.