México quiere frenar las importaciones chinas con ayuda de empresas estadounidenses

México quiere frenar las importaciones chinas con ayuda de empresas estadounidenses

El gobierno busca fortalecer las cadenas de suministro nacionales, en medio de la creciente tensión comercial entre Washington y Beijing. La iniciativa llega en momentos en que la administración de Sheinbaum se prepara para una revisión del Acuerdo México-Estados Unidos-Canadá en 2026. Las consultas sobre el pacto comercial comenzarán en la segunda mitad de 2025, según el documento.




CIUDAD DE MÉXICO- México quiere reducir su dependencia de las importaciones de China y está pidiendo a algunos de los mayores fabricantes y empresas tecnológicas del mundo que operan en el país, que identifiquen productos y piezas chinas que podrían fabricarse localmente.

La administración de la presidenta izquierdista Claudia Sheinbaum, que asumió el cargo la semana pasada, quiere que los fabricantes de automóviles y semiconductores estadounidenses, así como los gigantes mundiales de los sectores aeroespacial y electrónico, sustituyan algunos bienes y componentes fabricados en China, Malasia, Vietnam y Taiwán, comentó el subsecretario de Comercio, Luis Rosendo Gutiérrez.

“Queremos centrarnos en apoyar nuestras cadenas de suministro nacionales”, aseguró Gutiérrez en una entrevista. Las conversaciones con las empresas extranjeras han sido informales, señaló..

Las medidas propuestas se centrarán principalmente en China, rival de México desde hace tiempo en la carrera mundial por atraer inversiones en el sector manufacturero, dijo el viernes la consultora mexicana Empra en una nota a los inversores.

“El ambiente en EE.UU. ha cambiado, hay un nuevo consenso respecto a un mayor proteccionismo”, planteó una presentación del gobierno vista por The Wall Street Journal, que esboza algunas de las prioridades comerciales e industriales de México. “Nos enfrentamos a una guerra comercial entre EE.UU. y China”, agregó.

La iniciativa llega en momentos en que el gobierno de Sheinbaum se prepara para una revisión del Acuerdo México-Estados Unidos-Canadá en 2026. Las consultas sobre el pacto comercial comenzarán en la segunda mitad de 2025, según el documento.

Se espera que las conversaciones entre los tres socios comerciales de América del Norte sean más complejas que en 2018, cuando se firmó el USMCA para reemplazar a su precursor Nafta, de acuerdo a la presentación. Se espera que los temas a tratar incluyan el comercio con China y los requisitos para un mayor contenido norteamericano en los bienes importados libres de aranceles a EE. UU.

Legisladores estadounidenses y grupos industriales han expresado su preocupación por la posibilidad de que China utilice México como puerta trasera para eludir los aranceles estadounidenses a la importación. Las autoridades mexicanas afirman que no hay pruebas que respalden tales afirmaciones. “México no es un trampolín de Asia a EE.UU.”, indicó Gutiérrez.

Los productos chinos de alta tecnología han inundado la economía mundial este año. Estados Unidos y Canadá impusieron aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos, acero y aluminio chinos para proteger la fabricación nacional. Funcionarios chinos han dicho que los vehículos eléctricos, paneles solares y otros productos del país son simplemente mejores y más baratos que los fabricados en Occidente.

“No se trata de China, sino de la evolución de la economía mexicana”, manifestó César Fragozo, vicepresidente ejecutivo de China Chamber Mexico, un grupo industrial binacional que representa a empresas chinas en México y a exportadores mexicanos a China.

Mientras que hace 15 años México importaba de China productos acabados baratos, como juguetes, ahora aporta miles de millones de dólares en componentes sofisticados para diversas industrias, dijo.

“Creemos que es positivo que las empresas chinas se establezcan en México o tengan co-inversiones con empresas mexicanas, y estamos de acuerdo en que se compren más productos nacionales”, dijo Fragozo.

México continuó expandiendo sus exportaciones a Estados Unidos bajo el USMCA, y en 2023 superó a China como el mayor proveedor extranjero de bienes a Estados Unidos, en gran medida porque las disputas comerciales hicieron que China perdiera cuota de mercado. Pero México ha tenido dificultades para atraer nuevas inversiones extranjeras de empresas que pretenden trasladar la producción fuera de China en un proceso conocido como nearshoring.

Las exportaciones chinas a México también han aumentado de forma constante en los últimos años, hasta alcanzar el 20% de las importaciones totales, según datos del gobierno mexicano. Alrededor del 70% de las importaciones mexicanas venidas desde Asia, sobre todo productos y componentes chinos, proceden de unas 50 empresas extranjeras que operan en México, según Gutiérrez. La mitad de ellas son compañías estadounidenses de los sectores de automoción, semiconductores y aeroespacial.

La iniciativa del gobierno mexicano también pretende reducir el riesgo de interrupciones en la cadena de suministro y aprovechar la proximidad de México a los mercados estadounidenses, sostuvo.

“Si bien esto debe tener sentido caso por caso, la sustitución de importaciones chinas por insumos mexicanos fortalece una red comercial norteamericana más integrada”, comentó Pedro Casas Alatriste, director general de AmCham México, el gremio que representa a más de 1.400 empresas estadounidenses que operan en México. La iniciativa también puede impulsar la competitividad al garantizar una cadena de suministro fiable para los fabricantes estadounidenses y mejorar la posición de Norteamérica en la economía mundial, añadió.

Una persona familiarizada con el plan del gobierno dijo que algunas empresas no han acordado ningún objetivo específico en torno a la sustitución de importaciones, y que las discusiones forman parte de las aspiraciones de la Secretaría de Economía de fortalecer las cadenas de suministro nacionales en sectores clave como la industria de semiconductores.

Otro ejecutivo de una de las firmas contactadas por las autoridades mexicanas afirmó que existe un gran reto: México carece de infraestructuras básicas para sustituir algunos productos y componentes chinos de gama alta. Esto incluye disponer de agua y electricidad suficientes para alimentar los parques industriales.

También puede llevar décadas que México desarrolle cadenas de suministro locales, planteó Jorge González Henrichsen, codirector ejecutivo de Nearshore Company, que ayuda a las empresas manufactureras extranjeras a operar en México a través de su red de 16 plantas industriales.

“Sobre el papel, la sustitución de importaciones suena muy bien. Pero la ejecución es un gran signo de interrogación, dados los vastos recursos y los conjuntos de habilidades especializadas que se necesitan y el tiempo que tomaría”, indicó González.

Desde la firma del Tlcan hace tres décadas, el sector industrial mexicano se ha transformado radicalmente. Sus plantas de ensamblaje de bajos salarios, conocidas como maquiladoras, allanaron el camino para la aparición de centros de fabricación que convirtieron al país en uno de los principales exportadores mundiales de vehículos, cerveza y televisores de pantalla plana.

Pero en la fabricación de televisores de alta definición, por ejemplo, México fabrica los envases de bajo valor y las carcasas de plástico o metal moldeado, mientras que las piezas más caras, como los finos paneles de cristal, se fabrican en Asia.

“México, al igual que Norteamérica, necesita producir más de lo que consume, ya que estamos dependiendo demasiado de los productos básicos de China para nuestros hogares”, declaró a principio de año el Secretario de Hacienda mexicano, Rogelio Ramírez de la O, quien fue recientemente ratificado en su cargo por Sheinbaum.

“México tiene que hacer su propia revisión, porque compramos US$ 119.000 millones de bienes al año a China y les vendemos US$ 11.000 millones”, concluyó.

-Traducido del inglés por Pulso.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.