Minera canadiense vuelve a la carga con proyecto ubicado a metros de Reserva Nacional y que había sido paralizado por la Suprema en 2021
Andex Minerals, filial chilena de la canadiense Andex Gold, ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental el Proyecto Sofía, que busca ejecutar sondajes para explorar la concentración de minerales como cobre, oro y plata en el cerro Anocarire, en la región de Arica y Parinacota, colindante con la Reserva Nacional Las Vicuñas, y que es sagrado para las comunidades locales. Una de ellas había conseguido aprobar un recurso de protección por los sondajes que la firma realizó desde 2017 en la zona.
Un polémico proyecto minero en la Región de Arica y Parinacota podría ser retomado en los próximos meses, tras la paralización de sus actividades en 2021. Se trata de una iniciativa que busca explorar principalmente oro, pero además cobre y plata, en la zona del cerro Anocarire, ubicado en la Región de Arica y Parinacota. Allí, Andex Minerals -filial chilena de la minera canadiense Andex Gold- ingresó el jueves de la semana pasada al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el Proyecto Sofía, que busca ejecutar 12 sondajes en 9 plataformas, para desarrollar actividades de exploración minera durante poco más de 2 años, en un área de casi 14 mil hectáreas.
Con ello, la firma vuelve a la carga con un proyecto que había sido paralizado por la Corte Suprema en agosto de 2021, luego que la Comunidad Indígena Aymara de Umirpa consiguiera aprobar un recurso de protección por los sondajes que la firma venía realizando en la zona desde 2018.
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En su acción, las comunidades denunciaban que el cerro Anocarire forma parte del Área de Desarrollo Indígena (ADI) denominada Alto Andino de Arica y Parinacota, y que el proyecto de exploración se ubica “íntegramente dentro” del área protegida, creada por el decreto supremo 244 de 2004. También afirmaban que el Proyecto Sofía colisionaba con la Reserva Nacional “Las Vicuñas”.
En ese entonces, la defensa de Andex Minerals planteó que todos los puntos de exploración se encontraban fuera de la reserva nacional, pero reconoció que el más cercano estaba a sólo 20 metros de distancia de la mencionada reserva.
Además, las comunidades señalaban que el cerro es considerado por el pueblo aymara como parte de los cerrros tutelares, denominados Mallkus en lengua aymara, y que de acuerdo a sus creencias son habitados por los espíritus de los abuelos, las Achachilas.
“Las Achachilas son espíritus tutelares de los antepasados y son los protectores de una comunidad que vigilan la vida entera de los hombres. (…) Los Mallkus son los cerros más poderosos y sagrados protectores para una comunidad”, explicó en su recurso la comunidad de Umirpa
La resolución del máximo tribunal ordenó la paralización de las faenas “mientras no obtenga la aprobación ambiental correspondiente, para la cual deberá ingresar el proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental”, se lee en la resolución adoptada por la Tercera Sala.
Así, este jueves, y después de 2 años y cuatro meses desde la decisión de la Suprema, Andex Minerals ingresó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) donde detallan que de las nueve plataformas proyectadas para realizar las exploraciones, hay cinco ya existentes y las otras cuatro deberán ser construidas.
En los documentos ingresados al SEA reafirman que el área de exploración “se ubica completamente fuera de la Reserva Nacional Las Vicuñas, estando el punto más próximo a ésta (plataforma existente) a 320 metros aproximadamente”. Eso sí, la reserva está incluida dentro del área de influencia declarada “donde, a pesar de existir una superposición entre el área de influencia del componente definida como un buffer de 500 metros en torno a las obras, a partir de la revisión y análisis de la delimitación de la reserva y en particular en el sector cercano al proyecto, se determinó que ninguna obra se desarrolla al interior de la reserva”, se lee en el expediente adjuntado al proyecto.
En cuanto al objetivo declarado, se afirma que las actividades de exploración buscan “reducir las incertidumbres geológicas y evaluar el potencial geológico asociado al sector Anocarire”, para poder estimar “el potencial de concentración de minerales de cobre, oro, plata y otros, presente en el área de estudio, con el fin de aumentar y mejorar la información geológica disponible a la fecha y definir con mayor certeza cuerpos mineralógicos que podrían estar presentes en la zona”.
La inversión estimada para el proyecto alcanza los US$18 millones para ejecutarse dentro de un plazo de 28 meses. Proyecto Sofía es controlado en un 100% por Andex Gold, una minera junior canadiense que cuenta únicamente con esa iniciativa en su cartera de proyectos. El CEO y presidente de Andex es el ejecutivo canadiense Paul Champagne, quien fue presidente de CMQ Resources, firma también enfocada en la adquisición y exploración de concesiones mineras.
La iniciativa fue acogida a tramitación el viernes por el Servicio Evaluación Ambiental de la región de Arica y Parinacota, organismo que ya ofició a las municipalidades de Putre y Camarones, además de 21 organismos públicos - entre ellos Conadi, Conaf, DGA y las seremías de Bienes Nacionales, Minería y Medio Ambiente- para que se pronuncien en el proceso de evaluación ambiental.
En su web, detallan que Proyecto Sofía está ubicado en “el Cinturón de Oro-Cobre de Alta Sulfuración Epitermal (HSE) del Mioceno Andino en el norte de Chile”, donde el tipo de mina proyectado a desarrollar es de “oro y plata de alta ley, con gran tonelaje y potencial de costo bajos”. Además, señalan que la fase de exploración se encuentra avanzada, y que potencial del recurso mineral estimado hasta el momento es de “entre 5 y 10 millones de onzas de zonas de mineral de oro oxidado susceptibles de lixiviación a cielo abierto y en pilas”.
Contactado por Pulso, el gerente general de Andex Minerals, Fernando Promis, explicó que previamente el proyecto no había sido ingresado a evaluación ambiental ya que, “en general, este tipo de proyectos no se someten a evaluación ambiental, pero una exigencia judicial requirió el ingreso, sin definir el mecanismo en particular”, agregando que optaron por una DIA ”por cuanto el proyecto utilizará principalmente infraestructura existente de campañas anteriores y, además, durante todo el 2023 realizamos un trabajo detallado de caracterización ambiental y levantamiento de potenciales impactos en flora, fauna, arqueología, paisajismo, turismo y medio humano, descartando cualquier impacto significativo”.
Promis afirma que desde que se paralizaron las obras en 2021, han estado creando “relaciones estrechas con las comunidades del territorio”, estableciendo “una serie de principios para relacionarnos con la comunidad”.
“Según demuestra nuestra línea de base de medio humano, establecimos contacto y diálogo con todas las comunidades salvo una, respetando en cada caso los tiempos y requerimientos que nos han hecho para mantener una comunicación estable y permanente”, agregó, señalando que tanto la etapa actual como las posteriores no consideran “extraer agua de ninguna forma en el entorno”, por lo que la provisión del recurso hídrico se hará “desde fuentes autorizadas y externas a la zona”.
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