Pese a la crisis, cinco de las siete compañías ligadas a la construcción abiertas en bolsa mejoraron sus ganancias a septiembre

Una situación más que compleja es la que vive el sector construcción e inmobiliario. Con una economía estancada y altas tasas de interés la demanda por viviendas nuevas se ha desplomado, al tiempo que el alza de los costos ha empujado a la quiebra a muchas compañías del sector. Sin embargo, la situación de las empresas listadas en bolsa parece ser distinta.

Besalco, Echeverría Izquierdo, Moller y Pérez-Cotapos, Ingevec, Paz, Salfacorp y Socovesa son las empresas del sector que reportan a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), cuyos estados financieros a septiembre mostraron un alza de 17,33% en sus ingresos respecto de igual periodo del ejercicio previo - sólo Paz informó de una baja-, pero sus ganancias arrojaron una caída de 17,75%, llegando a $77.760 millones.

Pero la merma se explica por la baja de 63% en la última línea de Paz, y sobre todo las pérdidas de $23.972 millones de Socovesa, en los otros cuatro casos se reportaron subidas, mientras que Moller y Pérez-Cotapos pasó de pérdidas por $2.227 millones a ganancias por $5.328 millones.

Es decir, 5 de siete compañías ligadas al sector vieron una mejora en su última línea, y sólo una (Paz) informó una baja en sus ingresos.

En tanto, a nivel agregado la caja cayo 11,7% hasta $206.036 millones, donde la mayor baja se produjo en Paz con una reducción de 60,5% hasta los $8.577 millones. Sólo Salfacorp y Besalco anotaron alzas, de 27% y 7,5% respectivamente.

En tanto, el capital de trabajo registró un cifra negativa de $102.801 millones, por sobre el saldo negativo de $109.647 millones de 2022, dato que se explica por las cifras en rojo de Paz ($20.112 millones), Salfacorp ($82.083 millones) y Socovesa ($210.948 millones).

En Banchile Research mantienen bajo coberturas las acciones de Besalco y Salfacorp, empresas respecto de las cuales indican que para el tercer trimestre sus resultados fueron explicaros “por el buen desempeño de sus divisiones de ingeniería y construcción debido a una mayor ejecución de proyectos mineros”.

Pero para 2024, apuntan que “esperamos una caída en los resultados de ambas compañías debido a la ejecución actual de la cartera de proyectos y una menor visibilidad en términos de la renovación de esta misma, sumado a los débiles prospectos de la industria inmobiliaria para el próximo año”.

Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta4, señala que “este año hubo algunas con muy buenos resultados”, pero coincide en que “el próximo año debería ser complejo de todas maneras, con el tema constitucional no necesariamente cerrado, pero sí en un muy segundo plano. Asimismo la inflación definitivamente a la baja lo que permitirá bajar la TPM, y un Gobierno teóricamente más empoderado a pesar de no tener mayoría en el Congreso”.

Cristián Araya, gerente de estrategia de Sartor, indica que “los argumentos detrás de los desempeños del sector han estado centrado la dinámica de menor actividad en el rubro inmobiliario, particularmente oficinas. Con la tasa hipotecaria sobre el 5%, sumado a un costo de financiamiento alto del capital de trabajo y un desempleo subiendo, es muy probable un crecimiento plano o negativo aun. No obstante, si la resiliencia macro se traduce en una estabilización de la actividad, los números de las secciones de Ingeniería y Construcción podrían aportar mayor estabilidad”.

Uno de los aspectos que han debido enfrentar las compañías son las tasas de interés. Las tasas de los créditos hipotecarios subieron en la tercera semana de noviembre y llegaron en promedio a 5,20%, el nivel más alto desde marzo de 2009, esto según datos entregados este jueves por el Banco Central.

En el marco de un seminario organizado por la Asociación de Bancos para abordar el Informe de Estabilidad Financiera, la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, sostuvo que “el sector inmobiliario tiene efectos o ha enfrentado el ciclo y algunos shocks estructurales también”, mientras que el presidente del gremio, José Manuel Mena, indicó que “en los últimos meses hemos sido testigos de numerosas quiebras, muchas de ellas de empresas que ya formaban parte de nuestra cultura desde hace décadas, pero que no pudieron sobreponerse a los impactos sucesivos de la inestabilidad política, la pandemia y el menor crecimiento, la industria inmobiliaria en particular ha sido una de las más golpeadas y sigue siendo una de nuestras mayores preocupaciones”.

En el IEF, el BC indicó que las ventas de viviendas han mostrado una leve recuperación, considerando que en el segundo trimestre de 2023 se registró un alza de 33% en las unidades vendidas en comparación a igual trimestre del año anterior. Sin embargo, la cifra representó una caída de 14% en comparación al promedio de ventas entre 2011 y 2019.

A pesar de la situación que atraviesa el sector, en bolsa las acciones de muchas de estas compañías brillan. Echeverría e Izquierdo salta fuertemente 103% en el año, Moller y Pérez-Cotapos sube 50,7%, Besalco un 35,5%, Paz un 32% , Salfacorp 74%. Sólo dos anotan caídas: Ingevec pierde 5,7% y Socovesa 0,02%