Qué es el club de los “unicornios” globales en las startups al que acaba de sumarse la chilena Betterfly

Betterfly

La noticia de la tercera empresa nacional que logra esta categoría en menos de un año, pone a nuestro país cada vez más en la mira de los grandes capitales de riesgo a nivel mundial. Pero ser un "unicornio" en el universo del emprendimiento no es sólo conseguir una valorización de más de US$1.000 millones. Implica mucho más.


Antes de 2021, en Chile nunca se habían avistado unicornios. Habían aparecido algunos en América Latina, como en Argentina, México, Brasil y hace pocos años, otro en Colombia. Pero en Chile seguían siendo parte de la mitología. Y en plena pandemia, el año pasado, el mundo pudo divisar cómo dos startups chilenas se convertían en unicornios (NotCo y Cornershop). Y como si eso fuera poco, este martes Betterfly acaba de anunciar que pasa a ser parte de este selecto grupo.

La empresa fundada por los hermanos Cristóbal y Eduardo della Maggiora, logró entrar a este club, luego de una ronda de inversión serie C que recaudó US$125 millones, liderada por Glade Brook Capital.

Pero, ¿qué implica ser unicornio en el mundo del emprendimiento global? La respuesta más a flor de labios es lograr una valorización de más US$1.000 millones que, por lo general, se consigue con una reciente inyección de capital, luego de otras rondas de financiamiento. Pero muchas grandes compañías llegan a este nivel de valor. La diferencia es que un unicornio lo consigue de manera muy rápida desde su creación como empresa. Por eso, por lo general, lo detenta una startup o scaleup. Es una señal de un crecimiento acelerado. De hecho, Betterfly tiene apenas cerca de cuatro años de vida.

Por otro lado, se entra a un club de alrededor de 800 empresas en el mundo que implica ser parte de organizaciones con un gran potencial a nivel global. “Eso claramente significa que todos los ojos están puestos en una compañía que tiene una innovación o modelo de negocios que puede cambiar el mundo”, comenta Claudio Barahona, partner de Alaya Capital, el primer fondo de venture capital (inversionistas de riesgo) chileno que ha invertido en un unicornio: Betterfly.

También hay un efecto multiplicador y de “referencia” hacia otros emprendedores y startups chilenas y latinoamericanas. Especialmente en un continente donde no existen muchos unicornios, pero que está siendo cada vez más atractivo para los grandes capitales de riesgo mundiales. Por ejemplo, el 2019, el gigante japonés de venture capital, Softbank, sacó de su billetera US$5 mil millones para invertir en nuestra región.

“Siempre vemos a estos emprendedores compartiendo generosamente sus experiencias, las buenas prácticas, los errores y su soledad. Ese rol es fundamental para la madurez de los ecosistemas de emprendimiento. Cuando están compartiendo su experiencia, ‘mentorean’ a otros y también inspiran e invierten en la siguiente generación de emprendedores. Grandes role models consolidando el propio ecosistema y devolviendo lo que han recibido, giveforward, es lo que buscamos para lograr el equilibrio de este ecosistema emprendedor”, dice María de los Ángeles Romo, gerente de Start-Up Chile.

Para hacerse una idea, en Latinoamérica existen 40 unicornios, donde Brasil concentra el 60% y además, posee el 70% de la llegada de fondos de riesgo en la región. Con respecto a la valorización de los otros dos unicornios chilenos, Cornershop alcanzó los US$3,5 mil millones (antes de que fuera adquirido por Uber) y NotCo, los US$1.500.

¿Qué viene para adelante?

Por lo general, cuando una empresa alcanza la calidad de unicornio sigue creciendo aceleradamente, con una hoja de ruta clara, que está dada, justamente, por su más reciente inyección de capitales. De hecho, los inversionistas (nuevos y antiguos) están aún más pendiente de su esquema de escalamiento, el que puede ser geográfico, en cuanto a nuevos productos o servicios, mejoramiento del desarrollo tecnológico o bien, un plan con énfasis en temas comerciales. Eso va a depender de cada startup.

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Los hermanos Eduardo (izquierda) y Cristóbal della Maggiora, fundadores de Betterfly

Pero si hay algo que queda absolutamente abierto al transformarse en este animal mitológico, es la posibilidad de abrirse a bolsa. “El objetivo es, probablemente, buscar ir al Nasdaq (listado de empresas tecnológicas de la bolsa de valores de Nueva York) y lograr un IPO, que es lo que están buscando los fundadores de Betterfly. O sea, ser la primera compañía chilena en hacerlo”, explica Barahona.

Incluso, Matías Muchnick, CEO de NotCo, reveló en una entrevista realizada por PULSO, las intenciones de entrar al Nasdaq en 2023.

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