“¿Quiénes están detrás?”: el debate en la última junta de aportantes del fondo de Vantrust ligado a Claro, Vicuña, Valenzuela
El 25 de noviembre se realizó la primera reunión de aportantes de Vantrust CVV II luego que la constructora solicitara su liquidación. Ese fondo es el mayor acreedor de CVV y entre sus aportantes hay sociedades ligadas a los socios de la constructora. Según se discutió en la reunión, esos aportantes debían inyectar más de $900 millones en capital. Varios participes pidieron que se transparentara quienes eran las personas tras esas sociedades. El fondo detalló esta semana en tribunales los dividendos y pagos a la matriz realizados por CVV en 2021, antes de su caída. En la reunión se habló de posibles acciones legales.
El fondo Vantrust CVV II es el mayor acreedor de la constructora Claro Vicuña Valenzuela (CVV), constructora que pidió su liquidación a fines de octubre, cuando los dueños de esta firma habían pedido su quiebra ante -acusaban- una débil situación financiera derivada de impagos por parte del MOP.
Pero en ese fondo también participan algunos socios de la misma constructora, lo que ya es tema de debate entre los aportantes del vehículo gestionado por Vantrust. El 25 de noviembre se realizó la primera junta de aportantes del fondo Vantrust CVV II tras la caída de Claro Vicuña Valenzuela.
A la reunión asistió el 68,82% de los aportantes. Y estuvieron presentes los abogados de Vantrust, Sebastián Delpiano y Cristián Gandarillas, para dar cuenta de la situación en la cual estaba el fondo tras la caída de CVV. Los abogados -se lee en el acta- explicaron que, según el reglamento interno, el vehículo tenía por objeto invertir sus recursos en facturas y títulos de crédito confirmados (operaciones de confirming) emitidos por proveedores de Claro Vicuña Valenzuela S.A., siendo, por tanto, riesgo 100% de la constructora. A la fecha de liquidación, la deuda de esta última con el fondo ascendía a $6.523 millones, crédito que fue verificado ayer ante el tribunal donde se tramita la liquidación.
Se calculó que la pérdida estimada de la cartera a raíz de lo sucedido podía alcanzar los $3.596 millones. Y con ello, el nuevo valor de la cartera quedaría en $2.954 millones.
El fondo está compuesto por dos series: una B preferente y una A subordinada, donde están los socios de CVV. La A debe representar a lo menos un 25% del total de las cuotas suscritas y pagadas. Si ese porcentaje disminuye, el reglamento -dice el acta- establece que los aportantes de esa serie, a prorrata de su participación en ella, deben enterar nuevos aportes durante los cinco días corridos desde que la administradora los notifique, para reestablecer ese equilibrio.
Dado el deterioro presentado, se hacía necesario que integraran $984 millones.
“Varios de los aportantes presentes en la asamblea solicitaron información acerca de quiénes eran éstos y, en especial, de quiénes están detrás de éstos, tratándose de personas jurídicas”, dice el acta. Y siguió la insistencia: “A continuación, tomó la palabra el Sr. Andrés Hoyl, representante del aportante de la Serie A Subordinada, Inversiones El Bosque Dos S.A., quien a propósito de las reiteradas consultas por parte de los asistentes a la asamblea relativas a quienes eran las personas que estaban detrás de su representada, señaló que no entregaría tal información pues no era materia de esta asamblea”.
Según información de las memorias de Claro Vicuña Valenzuela, y del fondo, a las que tuvo acceso Pulso son tres las sociedades que están en la seria A. Se trata de Inversiones El Bosque Dos S.A., Inversiones Sauzalito e Inversiones Alonso de Córdova.
En Inversiones El Bosque Dos participan los hermanos Jorge, Yolanda, Pablo, Luis Alberto, Vicente y Pilar Claro Vial. Está sociedad tiene un 12,4% de Claro Vicuña Valenzuela.
En Inversiones Sauzalito están el fundador de CVV, Gustavo Vicuña Salas, y sus hijos Gustavo, Daniel, Pilar, Florencia y Cecilia Vicuña Molina. El vehículo tiene un 21,9% de CVV. Gustavo Vicuña Molina fue el presidente de la constructora hasta mayo de este año, fecha en que dejó el cargo a Vicente Claro Vial.
Además de ellos, fuentes ligadas al fondo confirman que también está Inversiones Alonso de Córdova, compuesta por una decena de aportantes de la seria A, entre los que está la señora de Vicente Claro Vial, Teresa Rivas; Yolanda Claro y su marido Patricio Eguiguren, además de sus hijos. En esa sociedad también participan ejecutivos como el exgerente Roberto Verástegui, y el gerente superior de operaciones Erwing Villalobos.
Además, están Margarita María Bezanilla Vorwerk y María Catalina Lyon Echenique. En la junta, el abogado de estas últimas, Rodrigo Puelma, aseguró que a ellas no les correspondía estar en la serie A, si no en la B, toda vez que, a su juicio, no eran relacionadas a Claro Vicuña Valenzuela.
El abogado de Vantrust, Sebastián Delpiano, retrucó: “Los contratos de aportes de mediados del año 2021 se establecía claramente a la serie a la cual ingresaban al fondo, situación que nunca había sido reparada por sus representadas, ello, sumado a la oportunidad en que se reclamaba esta situación, que coincidía por lo demás con la situación financiera que atraviesa Claro Vicuña Valenzuela S.A., llamaba profusamente la atención”, se lee en el acta.
Información comercial da cuenta de que Lyon Echenique es la señora de Luis Alberto Claro Vial, mientras que Bezanilla Vorwerk está casada con Pablo Claro Vial, ambos accionistas de Inversiones El Bosque Dos.
Contactados, al cierre de esta edición no había reacción alguna de los socios de CVV a estos antecedentes.
Los buenos resultados
El gerente general de la AGF de Vantrust, Jorge Valenzuela, fue claro: “Los resultados de la constructora el año 2021, mostraban una disminución en los resultados proyectados, pero que, a pesar de ello, la constructora no presentaba pérdidas, y que, a mayor abundamiento, recién se gatilló el primer incumplimiento con el fondo en septiembre del año en curso”. De hecho, subrayó que el vehículo se creó a raíz del buen comportamiento que tuvo el fondo anterior con CVV.
Ayer, de hecho, en el escrito de verificación de crédito ingresado por Vantrust a la justicia, revelaron que los accionistas de la compañía distribuyeron dividendos por $1.215 millones en 2021. Además de realizar pagos a su matriz y socios por $2.200 millones.
En el documento también cuestionaron los sueldos recibidos por la administración el año pasado -”cuando de acuerdo a su solicitud de liquidación pasaban por estrechos momentos financieros”, se lee en el documento- ascendentes a $2.045 millones. Y dan un paso más: “Al momento de solicitar su liquidación, olvidan mencionar que (el fondo) les ofreció financiar facturas (...) para hacer frente a los atrasos de los mandantes, entre ellos el MOP, de modo de poder seguir operando con normalidad”. CVV ha acusado permanentemente al retraso en pagos de parte del MOP de su razón de fondo para pedir su quiebra.
En el acta de la junta se lee que los abogados plantearon estar evaluando acciones legales, no sólo contra Claro Vicuña Valenzuela S.A. sino que también en contra de sus accionistas, directores, personas relacionadas y, en general, contra cualquier persona o entidad que hubiere ocasionado perjuicios al fondo.
Y volvió a la palestra la seria subordinada. “Los aportantes consultaron (...) respecto a las acciones legales a seguir y respecto del detalle que esperan recibir, haciendo presente que, en tanto los aportantes de la serie A subordinada son relacionados a la fallida, sería bueno mantener alguna instancia que permitiera superar el evidente conflicto de interés que ello supone”. La administradora -dice el acta- informó que aunque no podía discriminar arbitrariamente, se evaluaría modificar incluso el reglamento para efectos de evitar tales conflictos.
Si bien el fondo vencía inicialmente en enero de 2023, el gerente general propuso extenderlo en tres años o menos, dependiendo del recupero que se obtenga en el proceso de liquidación de CVV. “El único propósito de que el fondo siga vigente será el poder ejercer en plenitud las acciones legales que en derecho correspondan para recuperar las sumas adeudadas por Claro Vicuña Valenzuela S.A”, señalaron.
La extensión del fondo requería el voto favorable de tres cuartas partes de las cuotas con derecho a voto. “Dado que el patrimonio de la Serie A Subordinada era igual a cero, conforme el modelo de deterioro presentado, éstas no tenían derecho a voto, sino hasta que enteraran el llamado de capital informado”, subrayaron.
Tomó, entonces, la palabra el abogado de Inversiones El Bosque Dos S.A., Andrés Hoyl. Pidió se deje en actas que no estaba conforme con lo señalado. “No se le permitía a su representada votar el acuerdo de prórroga de vigencia del fondo, atendido, según se indicó por la administradora, que la valorización que se realizó de las cuotas de la Serie A Subordinada del fondo tendrían un valor patrimonial igual a cero, con lo cual evidentemente y conforme lo indicado, él no estaba de acuerdo”.
El abogado de Vantrust, Sebastián Delpiano, propuso que, dado ello, la votación de la prórroga quedara en suspenso hasta que la seria A pudiera votar. “El Sr. Hoyl sólo se remitió a insistir en que no estaba de acuerdo, reiterando su reclamo”.
Finalmente, el fondo de igual manera se extendió hasta el 19 de enero de 2026. Y la serie subordinada, no ingresó recursos adicionales.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.