Rosanna Costa por baja de la tasa de interés: “En adelante, no debe sorprender que entremos en una etapa en que existan pausas”
En su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado, la presidenta del Banco Central también sostuvo este miércoles que más allá del crecimiento de 2% de la economía, "la percepción es que esto no es suficiente para satisfacer las necesidades que tenemos como país".
Un escenario complejo producto de la incertidumbre internacional, tasas globales en niveles altos que afectan la inversión en Chile, un tipo de cambio fortalecido y una inflación de corto plazo más alta de la esperada, es el que delineó este jueves la presidenta del Banco Central (BC), Rosanna Costa.
En su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado del Informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre, Costa sostuvo que “una constante a lo largo del año ha sido la elevada incertidumbre del sector externo. Por un lado, un contexto geopolítico crecientemente complejo. Por otro, una economía global en que, si bien la inflación ha venido cediendo, los mercados reflejan la preocupación por los niveles de déficit fiscal y deuda en diversas economías, varias de ellas desarrolladas, y un proceso de desglobalización al que se han ido sumando decisiones de carácter proteccionista asociadas a la categoría de industrias estratégicas”.
“Además, un entorno como el descrito nos expone no solo a condiciones financieras más estrechas, sino también a episodios de volatilidad como consecuencia de mercados más sensibles a noticias económicas”, dijo Costa.
“En el plano interno, la inflación ha aumentado respecto de inicios de año. En esto ha tenido un rol importante la normalización de las tarifas eléctricas, proceso que, aunque ha ido acorde con lo previsto, tiene una incidencia significativa en la inflación”, manifestó la presidenta del BC.
Si bien reconoció que “los registros más recientes de inflación han mostrado variaciones por sobre lo previsto”, apuntó que el alza se ha concentrado en ítems subyacentes, “reflejando las alzas simultáneas en varios factores de costos. Se trata de elementos de oferta que presionan la inflación, y como tales, van cediendo, a diferencia de lo que identificamos como shocks típicamente más persistentes, por ejemplo, con origen en excesos de gasto. Sin embargo, su ocurrencia conjunta y magnitud agregada contribuyen a estrechar los márgenes de las empresas, dando paso a un traspaso a precios mayor que lo que veníamos observando hace unos meses”.
“Esta combinación de factores nos lleva a una inflación que fluctuará en torno a 5% durante el primer semestre de 2025. Niveles que son incómodos y con un balance de riesgos de corto plazo sesgado al alza, donde cualquier shock adicional puede aumentar aún más la inflación”, aseveró la timonel del ente rector.
Bajo este escenario, indicó que la mejor opción es ser cuidadosos: “El contexto externo puede provocar nuevas presiones inflacionarias y debemos estar atentos y evaluar su impacto de mediano plazo, para lo cual es fundamental atender el origen de los shocks y sus consecuencias”.
Por ello, Rosanna Costa recalcó que “en adelante vamos a ir acumulando información respecto de la marcha de la economía, la evolución de los riesgos y, evaluaremos la oportunidad en la cual reduzcamos la TPM (Tasa de Política Monetaria) en los próximos trimestres. Un escenario incierto como el descrito es un llamado a la cautela. Así, en adelante, no debe sorprender que entremos en una etapa en que existan pausas para la tasa de interés de política monetaria”.
El desafío del crecimiento
Junto con este análisis, la presidenta del Banco Central también abordó una serie de otros desafíos que enfrenta la economía chilena.
Así, afirmó que si bien la política monetaria ha contribuido y ha logrado corregir los desbalances que vivimos en años recientes, “quedan sectores rezagados, quedan sectores con endeudamiento, quedan sectores con empresas cuyos márgenes están más estrechos. Si bien esto es normal que ocurra en el marco de cualquier ciclo económico como el que tuvimos, en la medida que este avance, esos problemas irán resolviéndose”.
“Quisiera agregar otro elemento a estos desafíos, la percepción general de la ciudadanía sobre la marcha de la economía. Más allá de que la economía está creciendo conforme a su tendencia, en torno a 2%, la percepción es que esto no es suficiente para satisfacer las necesidades que tenemos como país. El desafío entonces es qué hacemos para crecer más y crear condiciones para un mejor clima para nuestra economía. Este es un tema que venimos levantando como Banco desde hace más de un año”, agregó Costa.
Al respecto, precisó en su presentación que “un punto crucial en este desafío es cambiar la tendencia decreciente de la productividad, fenómeno que lleva más de una década. Mejoras en el crecimiento, mejoras en la cantidad y calidad del empleo, fortalecen directamente el bienestar de los hogares”.
Una de las preguntas que se repitió entre los parlamentarios presentes en la Comisión de Hacienda fue el empleo. El respecto, Costa respondió que lo analizado en este Ipom es una profundización de algunas variables detectadas en el informe de septiembre, donde ya se observaba una debilidad del crecimiento del empleo.
“Vemos que la debilidad en la creación del empleo a nivel agregado se ha ido sosteniendo en el tiempo”, dijo Costa, y agregó que “hay ciertos elementos que son del ciclo y que pueden ser más estructurales, reconocemos crecimientos dispares según categoría de empleo, sectores rezagados, incidencia por el lado de los costos y presiones salariales. Esos elementos se configuran en la trayectoria del consumo que vemos”.
Además, la presidenta del Banco Central se refirió a la pregunta del senador Felipe Kast, relativa a si el BC se estaba quedando sin herramientas para combatir la inflación, y por qué redujo la TPM en un contexto de alza del costo de la vida.
Ante ello, Rosanna Costa dijo que “es falso” que el BC no tenga herramientas, y destacó la reducción de la inflación desde un 14% a un 3%. Pero indicó que existen fenómenos puntuales como el descongelamiento de las tarifas eléctricas, a lo que se suma en lo más reciente la inflación de los bienes no volátiles, junto a otros factores, donde “parte fundamental de ese incremento es un escenario externo que ha llevado a una apreciación del dólar muy significativa. Eso sin duda es una presión de costos que se tiene ir y traspasará a precios. También hemos visto en los más recientee un crecimiento de las remuneraciones mayor a lo proyectado inicialmente, también es un costo adicional que llevará a que la inflación aumente”.
Sin embargo, indicó que la suma de esos costos tiene una naturaleza puntual, “y que una vez que esos shock ya se traspasan a precio, hacia adelante domina la demanda más débil que “a que teníamos proyectada inicialmente”, lastrando los niveles de inflación.
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