Rupert Murdoch dejará la presidencia de Fox y News Corp tras siete décadas de carrera
Murdoch dejará sus cargos al frente de News Corp y Fox en noviembre; será nombrado presidente emérito.
Rupert Murdoch dejará la presidencia de Fox y News Corp, tras construir durante siete décadas un imperio mediático que revolucionó la información y el entretenimiento y le convirtió en uno de los magnates más influyentes y controvertidos del mundo.
Murdoch, de 92 años, dejará sus cargos al frente de cada empresa a partir de noviembre, cuando celebren sus juntas anuales, según han comunicado las compañías. Será nombrado presidente emérito de cada una de ellas. Su hijo mayor, Lachlan Murdoch, que ha sido copresidente de News Corp, se convertirá en presidente único de esa empresa y continuará como presidente ejecutivo y CEO de Fox Corp.
“Durante toda mi vida profesional, me he dedicado diariamente a las noticias y las ideas, y eso no cambiará. Pero ha llegado el momento de que asuma otras funciones”, escribió Rupert Murdoch en un memorándum dirigido al personal.
Su decisión de dar un paso atrás consolida a Lachlan Murdoch como su sucesor. Murdoch calificó a Lachlan de “líder apasionado y de principios” que puede llevar a las empresas hacia el futuro.
Murdoch es uno de los pocos magnates de los medios, junto con John Malone, Ted Turner y Sumner Redstone, que han dado forma a la era moderna de los medios de comunicación. Ha ejercido influencia en las capitales política y financiera, ganándose el crédito de sus defensores y la culpa de sus críticos. Murdoch se ha mantenido activo en sus últimos años, persiguiendo grandes acuerdos para remodelar sus empresas.
Murdoch se retira en un momento importante para las dos alas de su imperio mediático, que se enfrentan a retos fundamentales en el panorama de los medios de comunicación. Fox, un actor relativamente pequeño en una industria del entretenimiento ahora dominada por titanes, está luchando con las profundas implicaciones de la tendencia del “corte del cable” y el crecimiento del streaming. News Corp, propietaria de The Wall Street Journal, Times of London y otras publicaciones, está tratando de encontrar la fórmula adecuada para el crecimiento digital en medio de una feroz batalla por los suscriptores y los dólares de la publicidad en línea.
“Nuestras empresas gozan de buena salud, al igual que yo”, escribió Murdoch. “Nuestras oportunidades superan con creces nuestros retos comerciales. Tenemos todas las razones para ser optimistas sobre los próximos años”.
Murdoch heredó una pequeña empresa periodística australiana y la convirtió en un coloso, adquiriendo o creando marcas icónicas en los sectores editorial, televisivo y cinematográfico. Se hizo con periódicos como el Times de Londres, el New York Post y el The Wall Street Journal; lanzó la cadena Fox a partir de franquicias como “Los Simpson” y el fútbol americano de la NFL; presidió el estudio de Hollywood detrás de “Avatar” y “Titanic”; creó el gigante de la televisión de pago Sky en el Reino Unido; y remodeló las noticias por cable en Estados Unidos con Fox News, cuyos comentarios conservadores atrajeron a fieles espectadores y feroces críticos y se convirtieron en una de sus apuestas más exitosas.
Al mismo tiempo que crecía, Murdoch se veía a sí mismo como un outsider, un inconformista que se oponía a lo establecido a ambos lados del Atlántico y que tenía que desafiar a los incumbentes -ya fuera en la radiodifusión, los informativos o la distribución de televisión de pago- para abrirse paso en nuevos negocios.
“No he tenido más remedio que ser un catalizador del cambio”, dijo en un discurso pronunciado en 1996 en el National Press Club de Washington. “A veces te tratan como a zorrillo en una fiesta del té (n. de r.: alguien que no es bienvenido). Pero ese es el destino de cualquiera que desafíe el statu quo”.
En su nota del jueves escribió sobre lo que considera una batalla continua sobre la libertad de expresión y pensamiento. “Las élites desprecian abiertamente a quienes no pertenecen a su enrarecida clase”, escribió. “La mayoría de los medios de comunicación están compinchados con esas élites, vendiendo narrativas políticas en lugar de perseguir la verdad”.
Murdoch tuvo que hacer frente a varios contratiempos, como una crisis de deuda en 1990 que estuvo a punto de hundir la empresa y, años más tarde, un escándalo por el hackeo de teléfonos por parte de periodistas de uno de sus periódicos en el Reino Unido. Tal vez el mayor desafío se produjo cuando la empresa de votación Dominion Voting Systems demandó a Fox News por difamación, alegando que los presentadores e invitados de Fox amplificaron afirmaciones falsas de que había ayudado a amañar las elecciones a favor de Joe Biden.
Fox acordó este año pagar US$787,5 millones para resolver el litigio, pero no antes de que los procedimientos judiciales dieran lugar a la divulgación de un conjunto de comunicaciones internas de Fox que arrojaban una luz negativa sobre la cadena, mostrando que altos ejecutivos y presentadores se mostraban escépticos ante las afirmaciones de fraude electoral, incluso cuando Fox las emitía. La empresa se enfrenta a una demanda similar de la empresa de máquinas de votación Smartmatic.
Después de construir y remodelar sus participaciones durante décadas, Murdoch dividió su negocio en 2013: los activos editoriales mantuvieron el nombre original de la empresa, News Corp, y los activos de entretenimiento pasaron a 21st Century Fox.
La composición del imperio familiar volvió a cambiar drásticamente cuando Murdoch acordó en 2018 vender una parte sustancial de 21st Century Fox a Disney en un acuerdo de US$71.000 millones, una transacción que muchos ejecutivos de medios de comunicación dicen que fue clarividente dado que los gigantes del entretenimiento han caído desde entonces en tiempos difíciles. Los activos restantes pasaron a formar parte de la recién creada Fox Corp.
El pasado otoño, Murdoch propuso un plan para reunificar News Corp y Fox, pero lo canceló en enero, alegando que la transacción no era óptima para los accionistas en ese momento.
Murdoch sigue siendo uno de los principales accionistas de las dos empresas. Él y su familia tienen una participación con derecho a voto de aproximadamente el 40% en News Corp y de alrededor del 44% en Fox Corp, según los registros de valores.
Al hacerse con el control de la prensa, la televisión y el cine en tres continentes, Murdoch se convirtió en una figura polarizadora. Sus críticos dicen que tiene demasiado poder para influir en la opinión pública, la política, la cultura y los negocios. A medida que Fox News ganaba influencia en la política republicana y conservadora, Murdoch se convertía en el blanco de demócratas y liberales.
Sus partidarios, sin embargo, le alababan por lo que percibían como un audaz desafío al establishment mediático. Incluso los detractores y rivales de Murdoch le reconocían como un operador astuto dispuesto a hacer grandes apuestas sobre el futuro del negocio de los medios de comunicación.
Nacido en Australia, Rupert fue a la universidad en el Reino Unido y regresó a casa a los 22 años tras la muerte de su padre de un ataque al corazón, asumiendo el control del negocio periodístico familiar. Murdoch demostró su afición a asumir riesgos y se expandió a partir de un solo periódico en Adelaida. En 1964, creó el primer diario nacional australiano. En 1968, Murdoch se aventuró en el Reino Unido, adquiriendo el tabloide News of the World. Añadió el Sun, y lo introdujo en la cobertura de famosos, cotilleos y cultura pop, tácticas que impulsaron la circulación y convirtieron a Murdoch en un señor de la prensa británica.
Su imperio periodístico creció con la incorporación del New York Post en Estados Unidos y del Times en el Reino Unido, el periódico londinense de mayor tirada. En Estados Unidos, Murdoch empezó a introducirse en Hollywood en los años 80, con la adquisición del estudio cinematográfico Twentieth Century Fox y de un grupo de cadenas de televisión. Estas operaciones le permitieron crear en 1986 una nueva cadena de televisión en Estados Unidos, Fox, rival de ABC, CBS y NBC, que habían reinado durante décadas.
Murdoch adquirió la nacionalidad estadounidense en 1985 y renunció a su nacionalidad australiana para cumplir una ley que prohibía a los extranjeros tener una participación importante en empresas de radiodifusión estadounidenses.
Fox se abrió paso con programas juveniles y atrevidos, como “Los Simpson” y “Casado con hijos”, e hizo en su momento lo que se consideró un acuerdo asombroso para arrebatar a CBS los derechos audiovisuales de la NFL. El pacto de US$1.600 millones allanó el camino para que Fox construyera una cadena más fuerte y compitiera mejor contra rivales más consolidados. Fox también utilizó los deportes para lanzar redes de cable locales y nacionales.
A mediados de los 90, Murdoch vio la oportunidad de lanzar un canal de noticias por cable de derecha que pudiera enfrentarse a la CNN. Fox News nació en 1996 con la ayuda de Roger Ailes, un empresario televisivo con raíces en la política republicana. “Fue una idea precipitada, dije: ‘Vamos a intentarlo’”, declaró más tarde a The Wall Street Journal. Fox News entusiasmó a los telespectadores y en seis años superó a CNN en audiencia.
Los críticos dijeron que el enfoque de Fox News de las noticias y la opinión contribuía a enrarecer el discurso de la política estadounidense y a ahondar las divisiones cívicas. Murdoch respondió que la cadena era justa y equilibrada, y que atraía a los telespectadores de a pie, con los que los periodistas de élite habían perdido el contacto.
Murdoch mantenía su pasión por los periódicos, y estaba dispuesto a pagar generosamente cuando se fijaba en un objetivo. Así ocurrió en 2007, cuando adquirió la empresa matriz del Journal, Dow Jones & Co, por US$5.000 millones, un 67% más que el precio de las acciones antes de que se hiciera pública su oferta.
La decisión de Rupert Murdoch de dimitir coloca a Lachlan Murdoch en la cima de los negocios mediáticos de la empresa. El directivo de 52 años comenzó su ascenso en la gestión en 2015, cuando su padre dimitió como CEO de Fox, nombrando a su hijo James para ese puesto y a Lachlan copresidente ejecutivo. James abandonó posteriormente la compañía.
Lachlan Murdoch ha centrado gran parte de sus esfuerzos en mantener bajos los costos de los contenidos de Fox y evitar los retos y escollos a los que se han enfrentado otros gigantes de los medios al intentar competir directamente con Netflix. Fox cuenta con un servicio de streaming gratuito, apoyado por anunciantes, llamado Tubi. A menudo divide su tiempo entre Nueva York, Los Ángeles y Australia.
Rupert Murdoch ha seguido muy involucrado en los últimos años, a pesar del acuerdo de reparto de poder. Se volvió más activo en Fox News después de que Ailes, acusado de un patrón de acoso sexual, dejara la cadena en 2016. Ailes, que murió al año siguiente, negó las acusaciones.
Murdoch también trató de capitalizar el interés en sus activos de medios de comunicación, ya que los gigantes del entretenimiento estaban buscando abastecerse para el inicio de las guerras de streaming. En el verano de 2017, el CEO de Disney, Bob Iger, le planteó su interés en comprar activos de 21st Century Fox, incluidos sus estudios de cine y televisión y su participación en el servicio de streaming Hulu. Comcast entró también en la pelea, pero tras una guerra de ofertas Disney se impuso.
Los activos restantes de 21st Century Fox formaron Fox Corp, una empresa mucho más pequeña centrada en noticias y deportes.
“Estamos volviendo a nuestro primer amor, que son las noticias y los deportes, cosas que suceden en tiempo real”, dijo Murdoch en una entrevista en aquel momento.
Las acciones con derecho a voto de la familia Murdoch se mantienen en un fideicomiso que controla Rupert Murdoch. Cuando muera, cuatro hijos de sus dos primeros matrimonios -los hijos Lachlan y James, y las hijas Elisabeth y Prudence- controlarán el fideicomiso.
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