¡Se necesitan estadísticas sobre las mujeres emprendedoras!
"Si bien los números muestran avances, aún hay trabajo por hacer para cerrar esta brecha de género siendo tarea de todos seguir avanzando en el desarrollo de emprendimiento de base tecnológica con enfoque de género".
Hoy a nivel mundial conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, y a días de que el presidente electo, Gabriel Boric, haya entregado un mensaje a los hombres, sosteniendo que ser un Gobierno feminista es un compromiso de su administración, por lo tanto, es necesario hablar del emprendimiento femenino y en especial del emprendimiento de base tecnológico liderado por mujeres.
Esto debido al rol que tiene el emprendimiento de base tecnológica en la recuperación económica, en un año marcado por la posibilidad de una guerra y una nueva realidad post covid, en la cual el empleo femenino fue el más afectado. Desde la irrupción del Covid-19, las mujeres son quienes han experimentado mayores efectos nocivos en su desarrollo laboral. En particular, la contracción económica ha reducido la ocupación laboral de las mujeres, y ha aumentado la precarización de sus condiciones laborales.
Todo lo que sabemos sobre negocios nos dice que más inversión en mujeres significa más que innovación y acceso a una industria, también entrega crecimiento económico y beneficio y movilidad social para el país. ¿Quién mejor para entender a la mitad femenina de la población mundial que las mismas mujeres? Por ejemplo, en USA las mujeres toman el 80% de las decisiones de compra en el hogar. Morgan Stanley estima que los inversionistas están perdiendo negocios por aproximadamente $4 billones en ingresos anuales al no invertir en más empresas dirigidas por mujeres y minorías.
En el caso de las mujeres de América Latina y el Caribe, según datos de la CEPAL, la pandemia ha generado un retroceso de más de 10 años en su participación laboral. Además, varias de las mujeres que se retiraron de la fuerza laboral no han retomado la búsqueda de empleo por tener que atender los cuidados en sus hogares. Por otra parte, un 56,9% de las mujeres en América Latina, están empleadas en sectores laborales en los que se prevé un mayor impacto negativo del Covid-19, en el plano de la disponibilidad de puestos de trabajo e ingresos.
Considerando que la búsqueda de paridad de género en el mundo es transversal en los ecosistemas productivos, es lógico que el emprendimiento no sea la excepción, dado que la gran mayoría de las startups son fundadas y lideradas por hombres.
Esta brecha se agranda aún más cuando se trata de tecnología: solamente el 14,1% de los emprendimientos de base tecnológica de todo el mundo ha sido creado por mujeres, según cifras del Global Startup Ecosystem Report 2020, de Startup Genome y la Red Global del Emprendimiento.
No obstante, lentamente, el sector tecnológico junto a las mujeres de la nueva generación, han empezado a derribar estos paradigmas gracias a un creciente interés en el desarrollo de proyectos del área y a la visibilización del valor de las mujeres en el mundo STEM. En Chile tenemos empresas como Bioled, Bsale, ProteraBio y The Live Green Company lideradas por mujeres, las cuales están impactando en sus industrias no sólo a nivel local sino también pasando fronteras.
Al revisar los datos entregados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, las empresas lideradas por mujeres, son incipientes, más del 50% tiene menos de 3 años, fueron en mayor medida gestadas en el ámbito académico (73%), en tecnologías asociadas a la biología (54%) y al sector salud- farmacéutico, tienen más peso entre las que no tuvieron ventas en 2020 (51%), invirtieron montos menores y accedieron a menor inversión, es decir, un 32% invirtieron más de U$S 500.000 (vs 56% hombres) y un 9% logró inversiones por un monto mayor de US$500.000 (vs 42% hombres), accedieron en mayor medida a apoyos públicos (84%) y su evaluación de los mismos es más favorable (60%).
Si bien los números muestran avances, aún hay trabajo por hacer para cerrar esta brecha de género siendo tarea de todos seguir avanzando en el desarrollo de emprendimiento de base tecnológica con enfoque de género, siendo el involucramiento de todos los actores relevantes para lograr una mayor sensibilización acerca de la importancia de la perspectiva de género en todos los ámbitos, tanto públicos como privados, donde contar con información actualizada y con foco, nos permitirá tomar mejores decisiones, ya sea en políticas públicas, inversionistas, desarrollo de capital humano e incentivos con foco. Esperamos en 2023 tener nueva data en torno al emprendimiento femenino que nos permita ponernos metas e impulsar políticas a corto y largo plazo para un ecosistema inclusivo, diverso y global.
*La autora de la columna es directora estudios y políticas públicas Endeavor Chile
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