La Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile (JNCB) y Ferexpro se encuentran en medio de un litigio judicial por el incumplimiento de un contrato relacionado con la adquisición de 26 carros bomba, adjudicados a través de la Licitación Pública N°34/2018 por un monto total de US$11 millones.

Ferexpo, representada por el empresario Raimundo Aránguiz, fue la empresa encargada de proveer estos vehículos, pero la JNCB alega que el proveedor no cumplió con los plazos establecidos en el contrato marco firmado el 10 de abril de 2019.

La compañía presentó una demanda ante el 23° Juzgado Civil de Santiago en la que solicita el pago de $3.058.161.607 más intereses y reajustes por parte de la JNCB, además de una indemnización por perjuicios de $2.687.325.661. En total son cerca del orden de US$6 millones. Ferexpo argumenta que los retrasos en la entrega de los carros bomba se debieron a la pandemia de Covid-19, la cual habría afectado la cadena de suministro global. El proveedor alega que la JNCB aplicó multas indebidas y que cambió de postura con respecto a las demoras, al no reconocer la situación extraordinaria que afectó sus operaciones.

“El modo de proceder de la JNCB solo tendría por finalidad obtener recursos que contribuyan a mejorar su crisis financiera mediante la aplicación de multas a los proveedores, su cobro mediante el ejercicio de la autotutela y también por la ejecución de las boletas bancarias de garantía asociadas, contradiciendo sus propios actos previos de reconocimiento de la existencia de un evento de caso fortuito o fuerza mayor. Si algún proveedor osara reclamar contra esta situación, las consecuencias saltan a la vista (amenazas, suspensión y eliminación)”, denunció el proveedor asesorado por los abogados Matías Mori y Ramiro Mendoza, socios de Momag.

Por su parte, la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos de Chile rechazó la demanda y pidió que sea desestimada en todas sus partes. En su contestación, Bomberos de Chile afirma que el proveedor incumplió sistemáticamente el contrato, acumulando más de 4.500 días de atraso en la entrega de los carros y generando multas por un total de US$2,7 millones. Estas multas, según la JNCB, fueron aplicadas de acuerdo con lo estipulado en el contrato, el cual establece una sanción del 0,12% del valor de la orden de compra por cada día de retraso.

“Lamentablemente, Ferexpo no cumplió sus obligaciones a este respecto y cuando su propietario concluyó que podría ser económicamente más conveniente no entregar los carros que entregarlos con importantes retrasos (pues las multas por retraso podrían dejarlo sin margen o incluso con pérdidas), diseñó una estrategia legal y comunicacional, como una cortina de humo y una forma de intentar soslayar su responsabilidad”, consignó la contestación patrocinada por el abogado Sebastián Yanine, socio de Bofill Escobar Silva.

Consultado el presidente nacional de Bomberos de Chile, Juan Carlos Field, sobre por qué se adoptó esta decisión ahora y no antes., respondió a Pulso: “Porque el consejo ejecutivo de la Junta Nacional del Cuerpo de Bomberos privilegió la posibilidad de contar con los carros bomba comprometidos. Porque dejar sin efecto el contrato es un perjuicio operacional que suponía comprar nuevos carros bajo nuevas condiciones económicas y plazos de un nuevo proceso¨.

¨Cuando tuvimos certeza que los carros ya atrasados fueron sacados de la línea de producción por parte del fabricante y que el proveedor no iba a entregar ningún carro, aunque ya estuviera fabricado, sí cobramos multas por retrasos. Hicimos todo lo posible. No hubo otra opción que terminar el contrato conforme a la normativa que nos rige y comenzar a trabajar con una comisión técnica nacional, en alternativas para presentar a los Cuerpos de Bomberos afectados, de manera de comprar nuevos carros”.

Uno de los principales cuerpos de bomberos afectados es el de Punta Arenas, cuya entrega de un carro bomba sufrió un retraso de 526 días, lo que generó un serio impacto en la operación de la compañía. La JNCB detalla que esta unidad, fundamental para las tareas de rescate y combate de incendios, era necesaria para cubrir las necesidades de la comunidad de la región, pero su entrega tardía obligó a la compañía a operar con recursos limitados.

Otro caso importante es el del cuerpo de bomberos de Castro, que experimentó un retraso de 519 días en la entrega de su carro bomba. La JNCB señala que este retraso afectó de manera considerable la capacidad de respuesta en una zona que, por su ubicación geográfica, depende enormemente de este tipo de equipamiento para manejar emergencias, especialmente incendios forestales y rescates en áreas de difícil acceso.

Asimismo, el cuerpo de bomberos de San Bernardo tuvo que esperar 418 días más allá del plazo acordado para recibir su carro bomba, mientras que la compañía de bomberos de San Fernando enfrentó un retraso de 355 días. La JNCB destaca que estas unidades eran vitales para la seguridad de estas localidades, y que el retraso en la entrega puso en riesgo la capacidad de los cuerpos de bomberos para atender emergencias de gran envergadura.

Además, otras compañías como las de Maipú, Viña del Mar y Concepción también se vieron gravemente afectadas por los retrasos. “El proveedor debía haber entregado sus carros bomba dentro de los plazos acordados, pero la demora en la entrega afectó tanto la planificación de las operaciones como la seguridad de las comunidades que dependen de estas unidades para la atención de emergencias y desastres”, concluye la JNCB.