Una guerra comercial entre EE.UU. y la UE amenazaría la relación económica más rica del mundo

French President Emmanuel Macron Photo: Stephane Mahe/AFP/Getty Images
El presidente francés Emmanuel Macron

Los líderes europeos piden cooperación a Trump pero dicen estar dispuestos a luchar. “Si nos atacan en el comercio, Europa, como potencia perdurable, debe imponer respeto y responder”, respondió el Presidente francés Emmanuel Macron.


BRUSELAS- Los líderes europeos, que se preparan para una pelea con el Presidente Trump sobre la relación comercial más valiosa del mundo, dijeron que están listos para contraatacar, pero prefieren la cooperación.

Trump anunció el fin de semana aranceles punitivos sobre Canadá y México, y dejó claro que los aliados de Estados Unidos al otro lado del Atlántico ocupaban un lugar destacado en su lista de objetivos. Más tarde acordó pausar los aranceles a Canadá y México durante un mes.

“Definitivamente ocurrirá con la Unión Europea”, comentó Trump sobre sus planes arancelarios. “Realmente se han aprovechado de nosotros”, acusó.

Los líderes de la Unión Europea (UE) reunidos en Bruselas el lunes para una reunión prevista para discutir el gasto militar -otro tema candente para Trump- en su mayoría restaron importancia a las perspectivas de aranceles o medidas de represalia similares. Pero el bloque de 27 países, que en el fondo es una zona de libre comercio, lleva meses preparando posibles respuestas a los aranceles de Trump.

“Si nos atacan en el comercio, Europa, como potencia perdurable, debe imponer respeto y responder”, respondió el Presidente francés Emmanuel Macron.

Es difícil exagerar lo que está en juego. Según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, la relación comercial y de inversión entre Estados Unidos y Europa “es la mayor y más compleja del mundo”.

El domingo, Trump volvió a centrarse en el superávit comercial que Europa mantiene desde hace tiempo con Estados Unidos y que, según él, supera los US$ 300.000 millones. La Oficina del Censo de Estados Unidos dijo que el déficit de bienes con la UE fue de US$ 214.000 millones el año pasado, sobre unas exportaciones de bienes estadounidenses a la UE valoradas en US$ 342.000 millones.

“No se llevan nuestros autos, no se llevan nuestros productos agrícolas, no se llevan casi nada, y nosotros se lo quitamos todo”, sostuvo Trump. “Es una atrocidad lo que han hecho”, agregó.

Estados Unidos tuvo un superávit de unos US$ 77.000 millones en servicios exportados a la UE en 2023, que el Departamento de Comercio valoró en US$ 262.000 millones.

Los volúmenes comerciales palidecen en comparación con el valor de la inversión transatlántica. Cada parte representa más del 60% de toda la inversión extranjera directa en la otra economía, superando con creces la importancia de las inversiones de cualquier otra economía, según datos del gobierno estadounidense analizados por la Cámara de Comercio de Estados Unidos ante la UE.

Las ventas de las empresas estadounidenses que operan en Europa, con más de US$ 3,8 billones en 2022, son más de cuatro veces el valor de las exportaciones estadounidenses de bienes y servicios a Europa, según AmCham EU. Para las empresas europeas que operan en EE.UU., las cifras y la proporción son casi igual de elevadas.

La presión de Trump llega en un momento especialmente difícil para Europa. La economía de la UE creció sólo un 0,8% el año pasado, según una estimación preliminar de la oficina estadística del bloque. La economía estadounidense, por su parte, creció un 2,8% en 2024, de acuerdo al Departamento de Comercio. Los líderes de los países más grandes de la UE, como Alemania y Francia, y otros como Polonia, se ven limitados por las luchas políticas internas y las elecciones.

Altos cargos de la UE han señalado a Trump su disposición a cooperar con él para contrarrestar a China económica y geoestratégicamente. Los europeos se han vuelto mucho más cautelosos con China que durante el primer mandato de Trump.

“Lo que está claro es que no hay ganadores en las guerras comerciales”, indicó la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas. Si Estados Unidos inicia una guerra comercial con Europa, “entonces el que se ríe a un lado es China”, comentó.

Funcionarios de la UE, que en general aboga por el libre comercio, han pasado meses elaborando opciones para responder a las amenazas arancelarias de Estados Unidos, incluso con aranceles que podrían dirigirse a productos de estados políticamente sensibles de Estados Unidos. Una respuesta de este tipo podría reflejar los tipos de aranceles de represalia con los que Canadá amenazó en los últimos días, así como las represalias de la UE a los aranceles al acero y al aluminio de Trump durante su primer mandato.

Los funcionarios europeos también han mantenido conversaciones con sus homólogos de Canadá, que tiene un acuerdo de libre comercio con la UE, y recientemente anunciaron un acuerdo comercial renovado con México. El domingo, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, habló con el presidente de la UE, António Costa, que lidera la agrupación de líderes nacionales de la UE, el Consejo Europeo, en busca de formas de cooperar contra la presión estadounidense.

“Estamos preparados”, declaró el lunes el Primer Ministro finlandés, Petteri Orpo, que no quiso dar más detalles sobre los preparativos. “No voy a empezar una guerra. Quiero empezar negociaciones”, dijo.

Si Trump quiere negociaciones es una cuestión que pesa sobre Europa. Los líderes de la UE han sugerido que podrían comprar más gas natural licuado a Estados Unidos, pero hasta ahora la propuesta no ha suscitado ninguna respuesta pública. Algunos funcionarios afirman que la compra de más material militar podría ayudar.

El prolongado superávit comercial de la UE en bienes hizo enojar a Trump desde antes de su primer mandato, al igual que el bajo gasto militar europeo. La mayoría de los miembros europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) siempre han ido a la zaga de los objetivos de gasto de la alianza, aunque muchos han aumentado recientemente los desembolsos en respuesta a la presión de Trump y a la invasión rusa de Ucrania.

Pero justo después de que los miembros europeos de la OTAN alcanzaran en conjunto el objetivo de la alianza de gastar el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) en defensa el año pasado e iniciaran conversaciones para elevar ese umbral al 3%, Trump planteó recientemente que el nivel debería ser del 5%, un nivel que pocos países de la UE, si es que hay alguno, pueden permitirse.

Trump también sostuvo en reiteradas ocasiones que quiere que Estados Unidos compre Groenlandia a Dinamarca, una demanda que el primer ministro del país y otros líderes europeos rechazaron. “No está a la venta”, aseguró Mette Frederiksen el lunes. Además comentó que Europa necesita “absolutamente” aumentar el gasto militar por encima del 2%.

“Si se trata de asegurar nuestra parte del mundo, podemos encontrar una manera de avanzar”, manifestó refiriéndose a Groenlandia y la región ártica. “Nunca apoyaré la idea de luchar contra los aliados”, señaló. “Pero, por supuesto, si Estados Unidos impone aranceles duros a Europa, necesitamos una respuesta colectiva y contundente”, concluyó.

-Traducido del inglés por Pulso.

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