Desde que en 2017 la Superintendencia de Pensiones (SP) publicó las normas que permitieron a las AFP comenzar a invertir de forma directa en activos alternativos, las cuatro administradoras que hasta ahora han actualizado sus políticas para ello han ido tomando posiciones importantes en estos instrumentos.

Así, según datos de la SP al cierre de junio pasado, los fondos de pensiones tenían invertidos de forma directa e indirecta US$3.851,8 millones, lo que representa el 1,76% del total de activos administrados a esa fecha. A su vez, representa un incremento de casi US$700 millones respecto de lo registrado al cierre de julio de 2018, correspondiente al primer mes en que comenzó a registrarse de forma detallada este tipo de inversiones.

De este total, la mayor parte está concentrada en el extranjero: 70%, donde casi todo está alocado en mercados desarrollados, como Estados Unidos, Reino Unido y Europa continental.

Con esto se han sumado a otros inversionistas institucionales locales que venían participando de este negocio con anterioridad, entre ellos, las compañías de seguros.

Al considerar sus altos niveles de retornos, en general, los alternativos representan mayor atractivo frente a los denominados tradicionales, ya que la renta fija enfrenta un contexto de bajas tasas de interés y las acciones han estado sometidas a una elevada volatilidad.

¿Por qué prefieren los mercados desarrollados por sobre el local? Ricardo Morales, socio de HMC Capital, una gestora de activos a través de la que los institucionales locales invierten en alternativos en el extranjero, explica que "en estrategias de private equity, los mercados desarrollados tienen una mayor profundidad para originar una transacción, lo que permite invertir los fondos a un ritmo más consistente y tienen toda la infraestructura (deuda, proveedores de servicios, etc.) para seguir creciendo".

Agrega que esto se ha visto reflejado en la consistencia de retorno por parte de sus gestores, mientras que esta clase de activo nunca ha podido desarrollarse en Chile. Junto con ello, matiza que, en el caso de la deuda privada, dependiendo del nivel de tasas, pueden existir activos que en el mercado local son más atractivos respecto de los desarrollados, pero con la reciente baja de tasas del Banco Central chileno los retornos de los activos locales comienzan a ser similares a los que ofrecen los mercados internacionales.

Por su parte, Alex Toledo, country head Chile de Schroders, una gestora global mediante la que institucionales locales invierten, indica que "cuando comienzas a invertir en una nueva clase de activo, generalmente lo haces con los actores más conocidos del mercado, aquellos que administren fondos de tamaños importantes, que tengan una trayectoria reconocida y validada. Lo que en Private Equity se denomina Large Buyout, estos generalmente invierten en grandes compañías de mercados desarrollados".

El ejecutivo añade que en la medida en que los procesos de selección se vayan depurando, que la regulación permita incrementar la posición en un tipo de activo para ampliar la gama de productos y diversificar el portafolio, ahí se podrán ver fondos más especializados, de nicho o con sesgo a mercados emergentes.

Actualmente, los activos alternativos que despiertan mayor interés en el segmento internacional son secundarios (venta de cuotas de estos fondos en el mercado secundario previo a que las empresas sean públicas), private equity, principalmente buyout, y deuda privada.

Apuesta por la infraestructura local

Dentro de las opciones en las que pueden invertir las AFP y otros institucionales en activos alternativos en el mercado local, los expertos han venido anticipando que una de las clases de activo en la que mostrarían mayor actividad sería en el área de infraestructura.

En ese contexto, algunos expertos entregan pistas de cómo podría concretarse esta inversión.

Martín Figueroa, socio de Ameris Capital, una gestora que invierte en alternativos, cuenta que los institucionales vienen invirtiendo en infraestructura desde hace varios años y hoy siguen mostrando interés.

"El último tiempo hemos visto un marcado interés de las AFP en invertir en activos de renta inmobiliaria. Sin embargo, han sido las compañías de seguros las principales demandantes de este tipo de activos, para poder calzar sus pasivos de largo plazo con activos que generen retornos de largo plazo", señala Figueroa.

En una línea similar, Francisco Herrera, Gerente Corporativo de Independencia AGF, el mayor fondo de renta inmobiliaria del país, detalla la forma en la que los institucionales comenzarían a aumentar su exposición a este tipo de activo.

"Vemos que los inversionistas institucionales primero estarán más interesados en ingresar con poco riesgo, con activos que tienen ya un flujo reconocido.  Otro factor importante es evitar los eventuales retornos negativos que se producen en los primeros años durante el período de desarrollo cuando no hay ingresos, lo que en nuestro ámbito conocemos como 'la curva J'", precisa.

Pese a ello, cree que eso no quita la posibilidad de que algunos institucionales estén dispuestos a escuchar propuestas para invertir "en verde", pero acota que serían casos puntuales.
Para participar de este negocio, los institucionales pueden hacerlo de forma directa o a través de fondos de inversión. En ese sentido, en la industria estiman que en un primer momento tendrán mayor exposición mediante fondos y que a medida que vayan conociendo mejor esta clase de activo irán apostando por la vía directa.