En un año marcado por la volatilidad del tipo de cambio a nivel local,  las posiciones de inversionistas extranjeros contra el peso chileno durante abril también se sumaron a la tendencia.

Según datos del Banco Central, las apuestas en contra comenzaron el cuarto mes de 2019 en niveles de US$20.010 millones, pero fueron bajando gradualmente hasta llegar a US$19.724 millones el día 9, cuando anotó su menor valor del mes. Tras ello, fueron aumentando, con bajas intercaladas, hasta que llegaron a US$20.802 millones, el último día de abril. Es decir, se incrementaron en US$1.078 millones en las últimas tres semanas.

¿Qué factores generaron esta situación? Según Martina Ogaz, economista de EuroAmerica, "en abril, el riesgo de países emergentes aumentó respecto a otros países –principalmente EEUU- luego de una nueva corrección a la baja del crecimiento global y particularmente los vaivenes en economías como Argentina y Turquía. Lo anterior, provocó gran parte de los movimientos contrarios a monedas emergentes (incluido el peso)", explica Ogaz.

Los vaivenes de las apuestas de extranjeros contra el peso han sido constantes. De hecho, partieron el año en un nivel de US$22.888 millones y comenzaron a bajar hasta llegar a US$17.295 millones, el último día de febrero, registrando el monto más bajo en lo que va de 2019. Tras ello, fueron subiendo gradualmente, aunque con caídas entre medio, hasta el cierre de abril.

"El año partió con un alza en el optimismo a nivel global luego que se iniciara una tregua entre EEUU y China y las primeras reuniones para alcanzar un acuerdo comercial entre ambos países. Los primeros meses reflejaron dicho optimismo y provocó que las apuestas favorables sobre monedas emergentes comenzaran a aumentar, reflejado en esa caída de la posición neta de carry trade en el caso particular del peso", indica Ogaz.

Sin embargo, acota, en marzo fue surgiendo el sentimiento de decepción en los mercados ante el nulo avance en las negociaciones entre las potencias, a lo que se sumó una nueva corrección a la baja del crecimiento global para este año y que la economía de China seguiría mostrando debilidad.

"Lo anterior, ha llevado a la retirada de las apuestas favorable sobre monedas emergentes este último mes, donde se ha hecho evidente el riesgo de una eventual desaceleración de la economía global", concluye.

A su vez, el tipo de cambio también experimentó una elevada volatilidad entre enero y fines de abril. Tras cerrar 2018 en $697,46, en enero el dólar cayó 5,69% o $39,46, en febrero se elevó marginalmente 0,01% ($0,9), en marzo subió 3,83% ($25,09) y en abril retrocedió 0,44% ($2,96).