Comprar y vender acciones solía ser difícil. Ahora solo tiene que descargar una aplicación o enviar un tuit. Y lo que es más, es completamente gratis.
En el último año, ha habido una revolución en la forma en que las personas pueden acceder al mercado de valores. Después de que algunas compañías comenzaran a ofrecer transacciones gratuitas, la medida de finales de 2019 de un gigante del corretaje de valores, Charles Schwab Corp., de eliminar las comisiones impactó todo el sector.
Después llegó la pandemia. Las personas aisladas en sus casas, sin deportes que ver o a los que apostar y un poco de dinero extra en sus bolsillos por el estímulo del Gobierno, se sintieron atraídas por plataformas de negociación como Robinhood, E * Trade, TD Ameritrade y Schwab. Millones de inversores de reciente creación abrieron cuentas, y las medidas de negociación en las firmas de valores se dispararon.
Los números:
- Un 20% de las operaciones bursátiles están realizadas por inversores minoristas, según Bloomberg Intelligence
- Un 50% de los nuevos clientes de Robinhood este año dicen que son inversores primerizos
- El 75% de todas las operaciones con opciones en julio expiraban en menos de dos semanas, un récord, según Goldman Sachs. Las operaciones a corto plazo se consideran una señal indicadora de inversores minoristas
Por qué es importante
Algunos lo llaman la democratización de la inversión. Otros dicen que es peligroso. Lo que está claro es que los inversores minoristas se han convertido en una fuerza en sí mismos en el mercado de valores en estos días, y la evidencia muestra su influencia en los precios de las acciones. Al principio, se inclinaban por acciones de aerolíneas y líneas de cruceros. Luego favorecieron a las empresas en bancarrota. Ahora están operando en el mercado de opciones. Puesto que las cuentas de ahorro apenas rinden y las personas tienen más tiempo al trabajar desde casa, los inversores aficionados que prueban las operaciones en bolsa se están convirtiendo en una característica permanente del mercado de valores.
La fiebre de los nuevos inversores por firmas de corretaje y aplicaciones de negociación han generado polémica sobre su influencia en los mercados, particularmente en el mundo de las opciones. La aplicación Robinhood, en particular, ha llamado la atención de los profesionales y reguladores de la industria financiera. Se teme que las plataformas conviertan las operaciones en un juego y permitan a los usuarios entrar rápidamente en operaciones mediante el uso de apalancamiento o estrategias complicadas, que aumentarían enormemente sus riesgos. Un joven operador se suicidó después de que su cuenta mostrara erróneamente un saldo negativo de más de US$700.000, según informó su familia. Robinhood cambió elementos en su plataforma de negociación de opciones en respuesta.
Ninguna plataforma de corretaje había suscitado tal fiebre desde la ola de las punto.com a finales de la década de 1990, cuando los operadores soñaban con hacerse ricos de la noche a la mañana. Los escépticos advierten que la fiebre podría encaminar a los novatos a un desastre, mientras que algunos dicen que es un paso en la dirección correcta para equilibrar el acceso a los mercados financieros.