Compañías con contratos de fabricación que trabajan para acelerar la disponibilidad global de vacunas contra el Covid-19 están aproblemadas con una escasez propia: No hay suficientes trabajadores para lograr empujar la gran producción de este año.

El grupo talentoso es tan apretado que Emergent BioSolutions Inc, un contratista de Covid-19 basado en Gaitersburg, Maryland, para AstraZeneca y Johnson & Johnson, registraron a su CEO y a media docena de ejecutivos seniors para atraer potenciales contrataciones en una feria laboral virtual en octubre. Más de 550 personas participaron.

No los suficientes de ellos fueron persuadidos. Más de dos meses después, Emergent aún tiene cerca de 200 plazas disponibles para encargados de bodegas, analistas de control de calidad e incluso un director de manejo de cadena de suministros. “Contratar y aumentar la producción se ha hecho desafiante”, dice Sean Kirk, un vicepresidente ejecutivo de Emergent, quien habló en el evento.

Compañías de tercerización, como Emergent hacen cerca de un sexto de tratamientos complejos, incluidas vacunas, pero la escala y lo repentino de las inyecciones por Covid-19 hace que sea probable que haga aumentar mucho más esa fracción, dicen expertos de la industria. Con la demanda dejando enano el suministro, Pfizer Inc, Moderna Inc y otros se han volcado a contratar productores para asistir en lo que es la producción farmacéutica más grande de la historia moderna.

Pero esos que están ayudando a las farmacéuticas necesitan también ayuda para ellos. Más de 5.000 puestos de trabajo disponibles existen en las 10 mayores compañías del mundo que han logrado trabajo tercerizado por Covid-19, de acuerdo a un análisis de Wall Street Journal a los sitios web de esas compañías. Las firmas fueron rankeadas por capacidad de producción.

El problema laboral es otro potencial obstáculo en la producción global de vacunas que ya enfrenta problemas de suministros y requiere una logística casi perfecta. Muchos manufactureros contratados están tratando de llenar los roles que usualmente requerían años de experiencia en fabricación farmacéutica o grados académicos relacionados a la biotecnología. Además, están con problemas para contratar trabajadores dispuestos a trabajar en turnos nocturnos, a medida que la producción se realiza las 24 horas. Los trabajos tienden a ser permanentes.

“Estamos realmente en un territorio sin precedentes, porque la demanda mundial sobrepasa el suministro”, dijo Rena Conti, una profesora que estudia la cadena de suministro biofarmacéutica.

Muchos manufactureros estaban ya aumento su staff antes de la pandemia. La demanda había aumentado para un nicho de la producción de medicamentos para enfermedades de tratamientos complejos, como el cáncer de mamas o la artritis reumatológica, que son tomados por una minoría de la población. Pero las vacunas del Covid-19 han creado una inmensa nueva categoría de producto, donde el mercado potencial es cada persona en la Tierra.

“Me es difícil pensar en otro evento donde nosotros hayamos visto esta rapidez de expansión”, dice Gil Roth, presidente de la Asociación de Tercerización de Farmacología y Biofarmacología, que representa a contratistas manufactureros en Estados Unidos y Europa.

Se espera que la producción mundial de vacunas de Covid-19 alcance a 6 mil millones de dosis en 2021, de acuerdo a la firma de monitoreo industrial PharmSource. Casi cada una de las mayores farmacéuticas con una potencial vacuna candidata ha registrado contratos con fabricantes que los ayuden a cumplir sus metas de producción.

BioNTech SE, que desarrolló con Pfizer ona de las vacunas que está siendo distribuida en Occidente, tiene varios acuerdos públicamente conocidos con manufactureros en Europa. Moderna, que desarrolló otra vacuna usada por países occidentales, también ha asegurado varios contratistas, incluido Lonza Group, un gigante de la manufactura biofarmacéutica que produce un ingrediente clave de la vacuna.

Catalent Inc., uno de los más grandes contratistas productores en los Estados Unidos se ha inclinado por inusuales estrategias de reclutamiento, que incluyen avisos pagados en la app de radio por streaming, Pandora, focalizándose en gente que vive cerca de sus plantas de fabricación. Ofrecen bonos de US$3.000 a quienes firmen que estén dispuestos a trabajar en turnos de noche, en su planta de Madison, Wisconsin.

La empresa, basada en Somerset, New Jersey, tiene cientos de puestos de trabajo sin llenar, lo que puede afectar directamente cuánta producción extra puede asignar a la vacuna de Covid-19, dijo Bernie Clark, vicepresidente de marketing y estrategia de Catalent. La compañía ha firmado contratos múltiples de vacuna de Covid-19, incluyendo acuerdos para producir compuestos para Moderna, AstraZeneca y Johnson & Johnson.

“Para seguir sumando capacidad y nuevas líneas, tienes que tener gente que las maneje”, dijo Clark.

Lonza, el contratista suizo, está reclutando docenas de nuevos trabajadores, desde administradores de control de calidad a ingenieros en una de sus plantas en Suiza, la que se espera que logre 300 millones de dosis durante el año. La sueca Recipharm, otro contratista de Moderna que la ayuda con producción de última-etapa, está contratando cerca de 65 trabajadores para su planta en Francia, indicó la compañía.

Avid Bioservices Inc. de Tustin, California, que tiene contratos para hacer componentes de múltiples vacunas candidatas, espera reclutar cerca de 40 nuevos trabajadores durante el próximo verano -o duplicar su año típico, dijo Lorna Larson, la directora senior de recursos humanos de la firma. Esos trabajadores requieren seis meses de entrenamiento, profundizando en cómo Avid maneja la producción y asiste a sus clientes. El plan es mantener los nuevos contratados en el largo plazo, incorporándolos al staff de Avid de 234 empleados, dijo Larson.

“La pandemia ha solo acelerado la pelea por el talento”, dijo. “Es realmente crítico en estos momentos, y hay un montón de competición por él”.