Los mercados siguen ajustándose tras el estallido de la crisis social, y las carteras continúan rotando hacia activos menos expuestos a Chile y el ciclo económico.
Por ello es que el Banco Central anunció una serie de medidas para proveer de liquidez a los actores del sector, como la incorporación de depósitos y bonos bancarios como garantías en las operaciones REPO, Facilidad Permanente de Liquidez y Facilidad de Liquidez Intradía, y la recompra de títulos emitidos por la propia entidad.
Justamente esta última operación ha sido ampliamente utilizada, requiriendo por parte de los operadores del sistema SOMA más de US$1.000 millones.
De hecho, según el resultado de la recompra de papeles de hoy 19 de noviembre, el Central adquirió papeles emitidos por sí mismo en UF y a distintos plazos por US$711 millones, además de $7.800 millones de títulos en pesos.
La cifra es superior a los US$500 millones en UF que recompró en la licitación del viernes 15 de noviembre.
Según Luis Felipe Alarcón, de EuroAmerica, la cifra era esperable dado el nivel de iliquidez. "Si se suman los BCU y BCP vigentes (emitidos por el Central) suman cerca de US$8.700 millones. Ese sería el techo de esta suerte de QE".
El BCU a 10 años subió ayer levemente desde 0,68% a 0,69%, aunque aún muy lejos del 1,42% que alcanzó en el peak de la crisis social.
En paralelo, el dólar continuó su senda alcista, trepando $14,43 hasta los $787,57
Respecto de las medidas anunciadas en el mercado del dólar, hoy licitó US$200 millones en compras swap a 28 días, pero ante la demanda de US$430 millones adjudicó US$220 millones. En tanto, para el plazo de 91 días, la demanda fue de US$80 millones, monto que terminó siendo adjudicado en su totalidad.
Sergio Tricio, gerente general de Ruvix, explica que era esperable que después de las grandes subidas y bajada viniera una corrección al alza, "pero sigue dentro del contexto de incertidumbre, son movimientos normales en un contexto de volatilidad. Aún puede existir personas que siguen liquidando fondos para tomar una posición mayor en dólares".
Según Alarcón, a futuro "si se sigue encausando las demandas dentro de la institucionalidad podría bajar algo, quizás $755. Más abajo es poco probable y puede volver a $800 fácilmente. Pero hay un factor importante, en este frenesí cambiario los no residentes inyectaron más de US$4.000 millones, uno podría preguntarse dónde estaría el tipo de cambio sin esas operaciones".
Al cierre de la jornada, el BC informó que realizó un ajuste a su programa de gestión de liquidez: aumentó a US$400 millones las operaciones de swap a 30 días y redujo a US$50 millones las de 90 días.