Si bien en el plano local la emisión de bonos verdes aún no es una práctica masiva, cada vez son más las compañías que se incorporan a este mercado. Uno de los debutantes es Banco de Chile: emitió el primer bono verde de su historia por un monto de US$48 millones a un plazo de doce años.
La colocación emitida en Hong Kong a una tasa de HKD +2,90%, tiene como objetivo refinanciar una serie de proyectos sustentables de energías renovables ubicados en distintas regiones del país.
Últimamente hay más movimiento en emisiones sustentables en el país: según los registros de la Bolsa de Santiago, se han colocado unos ocho bonos verdes y sociales entre 2018 y este año, tanto en pesos como en UF. Entre ellos, de BancoEstado, Los Héroes, Aguas Andinas, ESVAL y Hortifrut.
CMPC anunció la colocación de su tercer bono verde a diez años por un monto de US$102 millones, obteniendo una demanda total de US$347 millones. La operación obtuvo una tasa efectiva de colocación de 1,22% anual con un spread sobre la tasa de referencia de 0,57%.
Bci se suma a la lista de entidades que se han incorporado a la tendencia. El banco emitió hace un par de meses un bono verde por US$50 millones a un plazo de diez años. La colocación fue de carácter privado con un inversionista asiático, y corresponde a la segunda de características "verde" que emite Bci.
A finales de junio pasado, también el gobierno se sumó al carro de la sustentabilidad, y emitió su primer bono verde soberano en euros con vencimiento en el año 2031 (€861 millones).
A nivel global la cifra suma y sigue. La Iniciativa de Bonos Climáticos (CBI, por su sigla en inglés) anunció que la emisión global de bonos verdes ya superó los US$100.000 millones a junio de 2019, primera vez que se alcanza esa cifra en el primer semestre.