Distintas tópicos abordó el Banco de Chile en su reciente llamada con inversionistas luego de la entrega de sus resultados financieros del primer trimestre.

Ante el duro golpe que está significando el coronavirus en los distintos sectores económicos, el economista jefe del Banco de Chile, Rodrigo Aravena, señaló que “anticipamos una profunda recesión, al menos en el corto plazo”. De todos modos, avizoró que “Chile debería tener una recesión más corta y una recuperación más fuerte en el futuro, respecto al resto de Latinoamérica”. Sustentó esta hipótesis en que nuestro país tiene una “combinación única de sólidos fundamentales en su economía y un marco político fuerte, que permitirían una reducción parcial del impacto negativo causado por el virus”.

Sobre el futuro PIB que pueda presentar la economía local, Aravena dijo que “la economía presentará un decrecimiento de alrededor de 3% este año. Esto podría ser el resultado de un default en el segundo trimestre de casi el 10% interanual y una mejora secuencial desde la segunda mitad del año”.

En términos de la inflación, el economista espera que “caiga a 2,5% para fines de este año desde el 3% del año pasado. Esperamos que el IPC regrese a niveles de alrededor de 2,8% en 2021. En consecuencia, no esperamos cambios en la tasa de política monetaria al menos hasta mediados de 2021”.

¿Qué ocurrirá con el dinamismo de las colocaciones? Aravena subrayó que “vemos un crecimiento moderado o negativo en los préstamos de consumo, una disminución constante de los préstamos hipotecarios debido a la inercia de estos productos y una expansión positiva de los préstamos comerciales como resultado tanto de la capitalización de Fogape, como de las medidas tomadas por el Banco Central que deberían aumentar los préstamos a las PYME empresas y empresas de tamaño medio”.

Impacto de crisis en el funcionamiento y detalles de préstamos Covid

El responsable de las relaciones con inversionistas del banco, Pablo Mejía, reveló que la entidad ligada al Grupo Luksic y a Citibank tiene alrededor de 200 sucursales abiertas, a las cuales asisten el 28% de sus trabajadores, mientras que el resto se mantiene trabajando desde sus hogares de forma remota.

De todos modos, el ejecutivo develó que “hemos estado cerrando sucursales”. De hecho, dijo que han cerrado 17 durante este año y agregó que “este es un proyecto en el que deberíamos seguir viendo una red de sucursales más racionalizada en el futuro cercano”.

Sobre las facilidades ofrecidas en este contexto para sus clientes, Mejía dijo que en la banca personal le brindaron a los clientes la opción de posponer las próximas tres cuotas de sus préstamos hipotecarios y de consumo hasta el final del contrato y pusieron a disposición una facilidad para reprogramar las cuotas de las deudas de tarjetas de crédito a tasas preferenciales. “También somos el primer banco en hacer que estos programas estén disponibles 100% en línea, y procesamos casi 300.000 solicitudes de aproximadamente 250.000 clientes en un tiempo récord”, detalló.

En cuanto a los clientes PYME, indicó que han “proporcionado varios programas de apoyo, incluido el aplazamiento de las próximas seis cuotas, ofreciendo nuevos préstamos a tasas preferenciales y también comenzamos a implementar una nueva línea de préstamos Fogape para capital de trabajo que está garantizada por el estado. Nos complace informar que ya hemos apoyado a más de 4.000 negocios y otorgado casi $150 mil millones en préstamos COVID.

Un dato poco conocido que detalló Mejía, es que las tasas de uso online continúan creciendo y ahora representan el 76% del total de las transacciones monetarias, con un aumento importante en los dispositivos móviles. Además, las originaciones de préstamos de consumo en línea continuaron creciendo fuertemente, pasando del 38% de las operaciones totales al 47% durante el primer trimestre.

Su ventaja frente a otros bancos

El Banco de Chile registró en el 1T un resultado final de $137 mil millones, con un retorno sobre el patrimonio promedio de 16%, ligeramente por debajo de la cifra del cuarto trimestre de 2019 y por encima del nivel registrado en el mismo período del año pasado.

Frente a lo anterior, Mejía destacó que “registramos el rendimiento más alto en activos promedio para el trimestre, sino que también nuestra base de capital es significativamente más alta que en comparación con nuestros pares principales” y agregó que “no es sorprendente sugerir que somos mucho más prudentes que nuestros pares en términos de gestión de riesgos en el contexto actual. Asumimos que un enfoque conservador sobre este asunto y una estrategia consistente dará sus frutos como lo ha hecho en el pasado y continuarán brindando una rentabilidad sostenible y superior para nuestros accionistas”.

Desde que comenzó el debilitamiento de la actividad en Chile, Mejía relata que en el banco “aumentamos nuestra brecha con nuestra competencia, recolectando más fondos de depósitos a la vista que cualquiera de nuestros pares” y agregó un dato: “el saldo promedio de la cuenta corriente de los clientes de banca personal alcanza niveles de aproximadamente $3 millones por cuenta, en comparación con los $2,4 millones de nuestro competidor más cercano”.

Provisiones al alza y rebaja de calificación a segmentos de hospitalidad, transporte y comercio

Las provisiones para pérdidas crediticias del Chile aumentaron desde los $101 mil millones en el cuarto trimestre del año pasado a $126 mil millones en el primer trimestre de este año. Mejía dijo que esto se debió, principalmente, debido a los préstamos del segmento mayorista. “De hecho, hemos crecido fuertemente este trimestre en términos de grandes préstamos comerciales corporativos. Esta expansión explica más de la mitad del aumento en los gastos de provisión. El resto del aumento se debe exclusivamente al impacto de COVID-19 en la posición financiera de ciertos grandes clientes”, explicó.

De todos modos, en el banco asumen que “rebajamos la calificación de ciertos clientes debido al escenario económico deteriorado que enfrentan, que afecta más en ciertos sectores económicos, como la hospitalidad, el transporte y el comercio”.

Por lo anterior, el jefe de relación con inversionistas destacó que en el banco tiene una cartera diversificada, no solo en términos de segmentos, sino también en sectores. “El Banco de Chile tiene las exposiciones más bajas en las industrias que están en mayor riesgo. Por ejemplo, si observamos la exposición en los hoteles, restaurantes y comercio minorista, estamos en un nivel de alrededor del 4% cuando la industria está en niveles de alrededor del 7%. En el transporte, estamos en niveles inferiores al 2%, mientras que la industria está en niveles del 3%”.

Con todo, Mejía respondió que en cuanto a las perspectivas, “está claro es que el escenario deteriorado debería tener un impacto negativo en la rentabilidad para casi todas las empresas este año y para la industria bancaria chilena”. Sin embargo, dijo que “somos optimistas para la recuperación económica en 2021, gracias al fuerte paquete de estímulo que el gobierno ha implementado este año. Esto debería contribuir a mejorar la economía cuando la pandemia llegue a su fin. En este escenario, confiamos en que tenemos los fundamentos más sólidos entre los bancos chilenos y estamos mejor preparados para enfrentar esta crisis, ya que nos hemos centrado en crecer de manera responsable y ser estrictos en la aplicación de nuestras políticas de riesgo prudentes durante los ciclos económicos más positivos. Esto nos ha permitido mantener el índice de cobertura más alto, junto con mantener los mejores índices de capital en la industria”.