“América Latina es una de las regiones más afectadas por el coronavirus debido a una combinación de factores. El efecto global del virus, junto con la caída de los precios de las materias primas, creó una tormenta perfecta para una región que estaba luchando por crecer incluso antes de los shocks derivados de la pandemia”, explicó Bank of America en un reporte enviado hoy a sus clientes.

Diversos bancos de inversión han destacado la capacidad de Chile para contener la propagación del virus, lo que si bien es una positiva noticia, los activos locales transan con el peso de la situación que vive la región.

Esto, ya que las principales compañías del IPSA cuentan con operaciones en países como Brasil, cuya divisa refleja los impactos del virus y el pesimismo en torno al dinamismo de la principal economía de la región.

En lo que va del año, el real de Brasil acumula una depreciación de 30% frente al dólar, siendo la moneda más golpeada de la canasta de divisas de América Latina, y a juicio de los bancos de inversión, la presión se mantendría en lo que resta del año. (Ver tabla)

De hecho, JP Morgan actualizó hoy sus estimaciones para el real brasileño, fijando un nivel de 5.90 para el segundo trimestre, de 5.70 para el tercer trimestre y de 5.60 para final de año. Actualmente, el real transa a un valor de 5.80 frente al dólar.

“El ciclo de retroalimentación entre una crisis de salud más profunda y la incertidumbre política también debería afectar significativamente la capacidad de recuperación; Por lo tanto, redujimos nuestra previsión de crecimiento del PIB para el año completo a una contracción de 7.0% a/a, desde una caída de -3.2%”, indicó JP Morgan en un reporte.

En la misma línea, la situación de Brasil también preocupa a Bank of America, cuyos analistas no descartan que el dólar escale a un máximo histórico de 6.0 en el corto plazo.

“Cambiamos nuestro pronóstico del real para fin de año a 5,85 desde 5,20, dado el fuerte deterioro del panorama económico y político en las últimas semanas, así como la extrema relajación monetaria. Sin embargo, observamos que varios factores podrían empujar fácilmente el BRL por encima de 6.0 en el corto plazo: el apetito por el riesgo global se agudiza a raíz de datos económicos negativos; número de casos de COVID-19 en Brasil que continúan acelerándose; o ruido político interno”, indicó BofA.

Efecto en Chile:

La fuerte exposición de Chile a la economía de Brasil se refleja en el desempeño de la volatilidad del real y el peso chileno, cuyos movimientos siguen una tendencia similar. Sin embargo, la situación actual empujó la volatilidad implícita a tres meses del real, mientras que el peso chileno mantiene una dirección a la baja. (Ver gráfico)

Además, al analizar el ranking de las compañías de peor desempeño del IPSA en el año, aquellas con exposición a Brasil destacan entre las más golpeadas.

Con una caída de 70%, Latam Airlines encabeza el listado de las mayores bajas del año. En el quinto puesto se ubica Falabella con retroceso de 34,5%. En el séptimo lugar se ubica Sonda con retroceso de 30%, mientras Copec ocupa el puesto número 11 con caída acumulada de 29,3%.

De las compañías que ya reportaron sus resultados correspondientes al primer trimestre, Enel Américas puntualizó en el impacto que implicó la depreciación del real en sus balances.

“El EBITDA cayó un 6,7% alcanzando los US$ 848 millones, explicado principalmente por menores resultados en Brasil y en menor medida en Argentina y Perú, lo cual fue parcialmente compensado por un mejor desempeño en Colombia. El menor desempeño se explica principalmente por la devaluación de las monedas locales versus el dólar. Sin este efecto de tipo de cambio, el EBITDA hubiese aumentado en 9%”, explicó Enel Américas.

En lo que va del año, las acciones de la compañía acumulan una caída de 26,6%, mientras que el IPSA registra un retroceso de 22,4% en el mismo periodo.