Los fundamentos del cobre son sólidos de acuerdo a Bank of America, pese a lo cual no anticipa que su precio experimente un rally en el futuro cercando. Esto, considerando aspectos de mediano y largo plazo, que -a su juicio- obligan a la industria a mantener un equilibrio que depende de que no aumente la producción.
"Si bien los fundamentos de cobre subyacentes siguen siendo sólidos, creemos que la ventaja del metal rojo es limitada hasta que surjan signos más claros de desescalada de la disputa comercial", detalla el reporte del equipo de Investigación Global de Commodities del banco de inversión estadounidense.
Más allá de la coyuntura entre Estados Unidos y China, BofA llama la atención sobre la transformación económica que experimenta este último país, el mayor demandante de materias primas del mundo, y el impacto que tendrá en el mercado del cobre.
"La demanda de cobre de China será más moderada en el futuro", se lee en el informe, donde agregan que el panorama sería mejor si aparecieran nuevos motores de crecimiento estructural. "India y el sudeste asiático son candidatos, pero hasta ahora han tenido un desempeño inferior", destacan.
Precio subirá
En ese marco, plantea que "es importante que la industria minera siga siendo disciplinada y no aumente la producción en previsión de precios más altos". Con todo, anticipa que el cobre terminará el 2019 en US2,94 la libra y el 2020 en US$3,02.
El panorama no luce tan desfavorable gracias a que China, si bien disminuirá la demanda para su industria, la incrementará para productos de consumo de su creciente clase media. En este ámbito destacan los automóviles eléctricos, cuya batería requiere 83 kg de cobre en lugar de los 35 kg del motor de combustión interna, según precisa el reporte.
BofA indica que, de manera similar a lo que ocurre en transporte, la demanda se verá apoyada por el desarrollo de energías alternativas. Parques eólicos y la energía fotovoltaica "tienden a contener más cobre que los combustibles fósiles tradicionales", señalan.