Pese al fuerte fenómeno migratorio que ha vivido Chile en los últimos años, aún no existen indicadores claros de cuál ha sido su impacto, tanto positivo como negativo, para la economía nacional.

De hecho, una de las pocas estadísticas que hay al respecto fue publicada por el Banco Central recientemente. Así, el instituto emisor dio cuenta de que entre 2016 y 2018 las remesas enviadas por inmigrantes al exterior casi se duplicaron, llegando a US$1.520 millones.

"Si bien, a primera instancia, el importante fenómeno migratorio ha conllevado impactos positivos en la economía local, se advierte algún rezago para los indicadores de consumo. La hipótesis sugiere que la fuerte alza de la fuerza de trabajo en Chile, producto de la inmigración, no se ha traducido aún en un mayor consumo privado, debido al efecto remesas", consigna un informe especial elaborado hace pocos días por el equipo de economía de Bci Estudios, que no incluyó otros canales informales de envíos de dinero.

Agregan que "ello explicaría parte del menor dinamismo del previsto en el comercio".

Desde el cuarto trimestre de 2018 los indicadores de consumo privado han mostrado un menor dinamismo respecto del importante crecimiento exhibido en los trimestres previos. Así, las ventas del retail y el consumo de bienes durables se desaceleraron con fuerza durante el primer semestre del año.

En concreto, en Bci Estudios analizan que el consumo privado asciende a US$150.000 millones al año, donde los egresos netos de remesas, que en 2018 llegaron a US$1.050 millones, explicarían poco más del 0,6% del consumo anual. Considerando que la salida de remesas creció 45% el año pasado, advierten que este factor habría impactado en un 0,3% de menor crecimiento del consumo privado.

"Es decir, considerando inflación y tipo de cambio, el consumo privado anual podría crecer en torno a 0,3% más si los inmigrantes mantuvieran las remesas en nuestro país", enfatizan en la entidad.

También estiman que, si el dinero enviado al extranjero por los inmigrantes se hubiera mantenido en Chile en 2017 y 2018, el comercio privado habría crecido en torno a 0,2%-0,4% más de lo registrado en esos años.

Este diagnóstico es compartido por el empresario Leonidas Vial, controlador del retailer La Polar.  "Entre 30% y 40% de su sueldo lo mandan al extranjero. Creo que ese es un tema que no deja de ser menor y viene a ser más fuerte para nosotros que venimos a ser C3 si se compara con otros", sostuvo a La Tercera PM hace un par de semanas.

Como sea, indican en Bci Estudios, en la medida en que los inmigrantes comiencen a consumir en Chile una mayor parte de los ingresos que generan, esto ayudaría a mostrar mejores indicadores de consumo por un incremento adicional en la masa salarial destinado al consumo privado.

Desde 2006 a 2015 los extranjeros pasaron de representar el 1% de la población total del país a 2,7%, lo que ha exhibido un incremento exponencial en los últimos años, ya que en 2018 llegaron a ser 1.251.225 personas, es decir, el 6,6% del total.

Comparación con el mundo

Hasta hace pocos años, los egresos netos de remesas en Chile representaban tan sólo el 0,2% del PIB, quedando rezagado respecto de otros países comparables. Sin embargo, esa situación cambió con el alza del flujo migratorio y su impacto en esta materia.

Según cifras del Banco Mundial, los países del Medio Oriente son los que lideran en este ámbito: en Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Arabia Saudita las remesas netas al exterior equivalen a más del 5% del PIB.

Detrás de ellos se ubican algunos países europeos y asiáticos con cifras cercanas al 1%, y en un tercer nivel se encuentran economías emergentes que han mostrado importante crecimiento en las últimas décadas, entre ellos, Chile.

En ese contexto, los egresos netos del país por este concepto se ubican en torno a 0,4% del PIB, en línea con lo registrado en Australia, Nueva Zelanda y Dinamarca, entre otros países.

Asimismo, a nivel global las remesas han ido creciendo con fuerza y se proyecta que su flujo ya alcanza alrededor del 1,4% del PIB mundial.

Otro aspecto que destacan en Bci Estudios es que se genera una relación positiva entre PIB per cápita y remesas netas.

"En la medida que las economías se vuelven más atractivas para la fuerza laboral extranjera y las políticas migratorias favorezcan el libre flujo del trabajo, las salidas de remesas suben a mayor PIB per cápita, como se observa en economías escandinavas y algunos países europeos que han experimentado un fuerte flujo migratorio. Chile, en este ámbito, se ha alineado con la tendencia global", remarcan.