La propagación del coronavirus puso fin al mercado alcistas más extenso en la historia de Wall Street, disparó la demanda de efectivo y paralizó la economía global. Dicho escenario, marcado por niveles de volatilidad sin precedentes, pone a prueba la resiliencia de los activos financieros y la convicción de las inversiones sustentables.
“Los mercados bursátiles globales indicaron la gravedad de la crisis antes de que gran parte del mundo iniciara las cuarentenas. Las acciones comenzaron a ver una pronunciada caída a finales febrero y, en el transcurso de un mes, el Dow Jones Industrial Average cayó más de 10.000 puntos (...) En medio de este entorno volátil, los inversionistas han procurado entender qué características aportó la resiliencia comparativa al rendimiento de los portafolios, y cómo incorporar estas características en sus propias inversiones”, indica un estudio de BlackRock.
La inestabilidad actual de los mercados globales significa una gran prueba para las inversiones con principios de sustentabilidad, pues una de sus principales convicciones es que las compañías con criterios ESG deberían estar mejor posicionadas para navegar en condiciones adversas.
Un estudio de BlackRock revela que los fondos sustentables no solo sortearon con éxito la liquidación que se produjo en los mercados durante el primer trimestre del año, sino que ademas captaron nuevas inversiones (Ver gráfico).
“Creemos que las empresas administradas con un enfoque en la sustentabilidad deberían estar mejor posicionadas que sus pares menos sustentables para navegar condiciones adversas y beneficiarse de entornos de mercado positivos. La reciente crisis fue una prueba clave de esta convicción. En el primer trimestre de 2020, Morningstar reportó que 51 de sus 57 índices sustentables tuvieron mejores rendimientos que sus contrapartes en el mercado, y MSCI reportó que 15 de sus 17 índices sustentables obtuvieron resultados similares, y robustos a lo largo de la región y metodología de índice. Aunque este tiempo corto no es determinante, se mantiene en línea con la resiliencia que hemos observado en las estrategias de inversión sustentable en caídas anteriores del mercado, en 2015-2016 y 2018”, explica el análisis de BlackRock.
Mayor exposición a ESG
Mientras los datos económicos entregan algo de claridad respecto a la recesión, los inversionistas ajustan sus portafolios de inversión fijando el foco en los cambios que trae consigo la pandemia. Esto elevó el atractivo por aquellos activos rentables y menos volátiles, lo cual impulsó los flujos hacia fondos sustentables.
“Otra pieza clave en materia de resiliencia ha sido la preferencia de los inversionistas por los activos sustentables durante la crisis. A medida que reequilibran sus portafolios durante el tumulto de los mercados, optan cada vez más por fondos sustentables en comparación con los más tradicionales. En el primer trimestre de 2020, los fondos abiertos sustentables a nivel global (fondos mutuos y fondos que cotizan en bolsa) captaron nuevas inversiones por 40.500 millones de USD en nuevos activos, un aumento de 41% año tras año. el atractivo de los fondos sustentables de EE.UU. llevó a una cifra récord de 7.300 millones de USD, durante el trimestre”, dice BlackRock.
Según la administradora de activos, el aumento en el apetito por fondos ESG se debe a que los inversionistas se cuestionares qué características o factores entregaron resiliencia a sus portafolios, o qué estrategias se deben incorporar para disminuir la volatilidad.
“La investigación realizada por BlackRock ha establecido una correlación entre la sustentabilidad y factores tradicionales como la calidad y la baja volatilidad, que por sí mismos son indicadores de resiliencia. Como resultado de ello, esperamos que las empresas sustentables sean más resilientes durante las crisis (...) Analizar las diversas características de sustentabilidad de las empresas, y cómo estas características contribuyeron al rendimiento, profundiza nuestra comprensión sobre cómo la sustentabilidad refuerza la resiliencia. Nuestra investigación indica que, en la crisis actual, con su impacto devastador y transformador sobre la vida diaria, las empresas con antecedentes de buenas relaciones con clientes o robustas culturas corporativas están mostrando un desempeño financiero resiliente”, agrega el análisis de BlackRock.