BlackRock, el mayor emisor mundial de fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés), está ganando una batalla para atraer inversionistas con tarifas más bajas, a pesar de que el éxito le pasa su cuenta.
El ETF de los bonos corporativos de alto rendimiento de EE.UU., bajo el teletipo USHY, sumó un récord de US$ 368 millones el jueves, tras un discreto recorte de su cuota en marzo. El movimiento de BlackRock se produjo después de que State Street Corp. redujera el precio de uno de sus fondos basura y fuera seguido por el DWS Group de Deutsche Bank AG dos semanas después.
USHY es el único de los tres fondos -que ahora cobran US$1,50 por cada US$1.000 invertidos- que suma más de US$50 millones desde los recortes de tarifas, según datos de Bloomberg. Los administradores de activos están aceptando a regañadientes ingresos más bajos a cambio de una participación de mercado, a medida que los inversionistas buscan los productos más baratos. Los fondos basura más caros administrados por BlackRock y State Street perdieron dinero debido a los retiros esta semana.
"Esto está siendo impulsado por la compresión tarifaria", dijo Todd Rosenbluth, director de investigación de ETF en CFRA. "Se produce un efecto de bola de nieve cuando hay dinero que se está moviendo hacia los nuevos fondos cotizados de bonos de alto rendimiento. Puede generar mayor interés de otros inversionistas porque ven que las operaciones se ejecutaron de manera favorable y preguntan '¿por qué no puedo hacer eso y pagar menos dinero?'".
El fondo más grande y costoso de State Street -el ETF de SPDR Bloomberg Barclays High Yield Bond, conocido como JNK- registró casi 10 millones de acciones un valor cercano a US$356 millones a las 11:45 a.m. del miércoles; menos de un minuto después, USHY imprimió una considerable orden de compra.
Comercio a la baja
Las defecciones y la canibalización son riesgos crecientes para los emisores de fondos. BlackRock se dirigió hacia esa tendencia en 2012 cuando inició una gama de fondos "básicos" baratos para los inversionistas que compran y retienen, mientras alentaba a los operadores activos a utilizar fondos más establecidos (y líquidos) de mayor precio. Actualmente, algunos de esos productos de bajo costo superan a sus hermanos más caros.
USHY aún tiene un largo camino por recorrer en ese sentido. El fondo administra US$1.200 millones, aproximadamente el 8% de los activos supervisados por el ETF iShares iBoxx High Yield Corporate Bond. Este fondo, conocido como HYG y que cuesta más del triple, registró un retiro de US$354 millones el jueves.
"Si bien esperamos que HYG siga siendo el vehículo elegido por los operadores profesionales y otros inversionistas, USHY está marcando el comienzo de una nueva generación de ETF de bonos que los inversionistas también pueden usar de varias maneras", dijo Melissa Garville, una portavoz de BlackRock.