La mecha que prendió Donald Trump el 5 de mayo y que detonó la última escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha golpeado a la economía global y a los mercados financieros.

Lo anterior, a su vez, ha provocado que los gobiernos, instituciones financieras y expertos hayan ajustado sus expectativas ante un escenario más complicado de lo previsto.

En ese contexto, el banco de inversión estadounidense Bank of America Merril Lynch (BofA) explicó en un informe enviado a clientes que este factor los llevó a cambiar su visión de referencia para la economía mundial. Incluso cree que las cosas empeorarán más antes de que se genere un acuerdo entre las potencias.

Si bien mantuvo su estimación de crecimiento económico global en 3,3% para este año, recortó su proyección para 2020 en 0,2 puntos porcentuales hasta 3,3%.

"Los bancos centrales solo pueden amortiguar parte del golpe de la escalada", sostuvo BofA. Detalló que Europa y Japón están sin municiones en su política monetaria y que México tiene un espacio limitado para moverse, ya que no quieren activar la fuga de capitales, por lo que depende de la Reserva Federal (Fed) proporcionar una compensación.

"Los bancos centrales serán más acomodaticios, lo que nos impulsará a que la Reserva Federal comience su flexibilización en septiembre con un total de 75 puntos básicos de recortes hasta principios de 2020", estimó la entidad. De este modo, espera que la Fed aplique una baja de 25 puntos base en septiembre, otra por la misma cantidad en diciembre y la tercera a principios del próximo año.

Pese a ello, dijo que habrá "dolor" entre esta fecha y la reunión de septiembre, pues la Fed necesitará ver evidencia de que los datos duros se deterioran para evitar responder a lo que podría ser un shock temporal.

Así, el banco central estadounidense seguiría el camino que ya iniciaron sus pares de Australia y Chile: la semana pasada bajaron sus respectivas tasas de interés para estimular sus economías.

Sin acuerdo

BofA considera que en la batalla entre Estados Unidos y China la opción de lograr un acuerdo se ha vuelto cada vez más complicada, a medida que se cuestiona la estrategia de desarrollo del gigante asiático.

"No esperamos un acuerdo de la reunión del G-20 del 28 al 29 de junio, pero creemos que Trump eliminará la fecha límite para que los aranceles se apliquen a todas las importaciones chinas. Sin embargo, seguirá siendo una amenaza", aseveró el banco en su informe.

Así, espera que esto tenga un gran impacto en los mercados de acciones y un rechazo suficiente de los consumidores para que Estados Unidos vuelva a la mesa con una reversión parcial en julio o agosto. Además, enfatizó que terminar el conflicto requerirá que China haga concesiones reales en la protección de la propiedad intelectual.