La reciente emisión de bonos "verdes" por parte del gobierno de Chile –cuyos recursos serán destinados a proyectos del sector "transporte limpio", como extensiones del Metro o proyectos ferroviarios– refuerza la importancia en la incorporación de criterios de sustentabilidad en los mercados financieros. En este caso, se trata de instrumentos de renta fija, clase de activos donde la consideración de enfoques de sustentabilidad se había quedado rezagada en comparación a los avances observados en la renta variable. Ahora se está poniendo al día y de manera bastante rápida.
La inversión con criterios ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (o inversión ESG, por sus siglas en inglés) se ha empezado a extender a todos los segmentos de los mercados de renta fija. Esto incluye sectores como la deuda de los mercados emergentes (como el caso del bono verde chileno), que hasta hace poco estaban rezagados en datos, herramientas y conocimientos de ESG.
La inversión sustentable en renta fija requiere un enfoque distinto al que se aplica cuando se trata de acciones. A diferencia de la renta variable, el principal enfoque ESG de los inversionistas en bonos es mitigar el riesgo a la baja, en lugar de capturar el potencial de subida. Si bien ha quedado establecido que métricas de ESG pueden ayudar a identificar nuevos factores de riesgo (como la huella de carbono, la exposición reputacional o la exposición de accionistas minoritarios al controlador), la amplitud y las características propias de los bonos (como las tasas de emisión, la calidad crediticia de los emisores y los plazos de vencimientos) requieren de un análisis que se enfoque específicamente en la renta fija.
En ese sentido, una investigación recientemente llevada a cabo por el BlackRock Investment Institute, a partir de data del Banco Mundial, ha permitido identificar oportunidades de inversión en mercados de renta fija, particularmente en emisores extranjeros, tomando en cuenta una perspectiva que incluye métricas de ESG (ver cuadro 1).
Cuadro 1. Ranking de indicador de sustentabilidad de emisores soberanos (quintiles, octubre 2019)
Entre los criterios de sustentabilidad ESG utilizados, que forman parte de los indicadores definidos por el Banco Mundial están el porcentaje de generación eléctrica derivada de plantas térmicas a carbón o la intensidad promedio anual de la contaminación atmosférica (en el eje medioambiental E), la tasa de mortalidad y la tasas femenina de participación laboral (en el criterio de responsabilidad social S), la facilidad para llevar a cabo negocios y el grado de control de corrupción (o criterios de gobernanza G).
El análisis de este tipo de indicadores muestra que los diferenciales de crédito están correlacionados negativamente con los puntajes de ESG. Es decir, los países que presentan bajos puntajes en criterios ESG pagan una prima más alta al momento de colocar deuda soberana.
Conclusiones similares se derivan al momento de invertir en bonos corporativos. En este caso, una mirada por industrias requiere entender la materialidad de las variables de sustentabilidad en el impacto de riesgo. En particular, se observa que esta materialidad es mayor en las industrias de energía y de servicios publicos (como son la electricidad y agua potable). Incluso dentro de cada industria, es posible encontrar ventajas en desempeño (en este caso, en menores tasas de emisión de deuda) en aquellas compañías que tienen mejores indicadores ESG.