Cómo construir carteras en un escenario en el cual los activos financieros avanzan a una velocidad sin precedentes, la economía vive su peor contracción desde la Segunda Guerra Mundial y los sistemas de salud aún no logran ganar la batalla contra el coronavirus.
Esa es la interrogante que busca resolver Pacific Investment Management Company (PIMCO), una de las mayores administradoras de activos del mundo.
La estrategia PIMCO es compleja: los portafolios de inversión deben ser capaces de soportar y sortear con éxito una amplia gama de potenciales escenarios económicos a 12 meses.
Incluso, los directores de Portafolios y Asignación de Activos de PIMCO, Geraldine Sundstrom y Erin Browne, puntualizan que aún hay interrogantes imposibles de resolver con certeza. ¿Habrá una recuperación en forma de V a medida que las empresas vuelvan a abrir? ¿La aparición de una segunda ola del virus detendrá aún más la actividad económica?
La receta de PIMCO
“Así es como estamos posicionando las carteras de asignación de activos en función de nuestra perspectiva para la economía y los mercados mundiales”, se lee en el reporte de mitad de año de PIMCO.
El escenario base de la gestora de activos supone recuperación gradual de la actividad, pero en extremo desigual, pues considera que algunas economías no lograrán retornar a niveles de crecimiento sino hasta 2022. Eso sí, los riesgos se mantienen a la baja.
De esta forma, PIMCO tiene una modesta postura frente a activos de riesgo para una cartera que considera múltiples clases de activos. La recomendación apunta a sobreponderar acciones de EEUU y Japón, en desmedro de Europa y mercados emergentes.
“A pesar del deterioro en los fundamentos, las valoraciones de las acciones parecen casi justas al considerar el relajo de las condiciones financieras. Estamos a favor de una moderada sobreponderación de las acciones con un enfoque en las características de alta calidad y crecimiento dentro de la selección del sector y el país. Dentro de los países, esto favorece a EE.U. y Japón sobre Europa y los mercados emergentes”, dice PIMCO.
En el mercado de renta fija soberana, la gestora apuesta por bonos de mayor calidad y duración, pues actúan como activos defensivos en caso de un incremento en los riesgos. Las estrategia es sobreponderar en forma moderada bonos de EEUU y Australia en desmedro de Europa y Japón, pues PIMCO considera que tienen mayor espacio para caer en caso de un deterioro mayor de la economía.
“La duración de alta calidad debería continuar proporcionando una estrategia defensiva en las carteras de activos múltiples, a pesar del reciente repunte en las tasas. Es probable que las tasas se mantengan ancladas en el futuro previsible dado el lento crecimiento económico, la inflación débil a corto plazo y la intervención del banco central”, dice la administradora de fondos.
En cuanto a bonos corporativos y de crédito, PIMCO se inclina por deuda de emisores con grado de inversión (investment grade) y también valores respaldados por hipotecas. En tanto, la gestora de activos tiene una postura de cautela respecto a los niveles de exposición hacia bonos corporativos de mayor riesgo (high yield), mientras en los mercados emergentes, PIMCO ve atractivas oportunidades pero considerando una alta selectividad.
“Si bien los diferenciales de tasas (spreads) se han ampliado, existe un mayor riesgo de incumplimiento en los segmentos de menor calidad del mercado de crédito corporativo”, explica la gestora.
Para el mercado cambiario, PIMCO tiene una postura neutral con el dólar debido al fuerte repunte que registra la divisa a la fecha.
“Actualmente estamos sobreponderados en el yen japonés (JPY) como una cobertura de cartera libre de riesgo. Si bien las monedas de los mercados emergentes parecen baratas, seguimos siendo cautelosos en el corto plazo, dados los riesgos a la baja planteados por la crisis de salud global”, agrega PIMCO.
Los escenarios
“Nuestra perspectiva abarca otros caminos potenciales, buenos y malos. Bajo el escenario optimista, el rápido desarrollo de un tratamiento médico para el virus permitiría a las economías reabrirse y normalizarse más rápido de lo que se anticipa actualmente”, dice PIMCO.
El caso pesimista supone una segunda ola de contagios agresiva y generalizada, lo cual obligaría a los gobiernos a decretar nuevas cuarentenas. Esto conduciría a una recesión de doble caída, con masivas pérdidas de empleos y cierres de negocios.
Si bien el escenario es desalentador, PIMCO destaca que está bastante claro que los bancos centrales están comprometidos con implementar los estímulos monetarios que sean necesarios para apuntalar la economía.