El Depósito Central de Valores (DCV), a través de su filial DCV Registros, puso a disposición del mercado el servicio de votación electrónica para junta de accionistas y aportantes. Este mecanismo permite gestionar el proceso de votación de manera remota, a través de una plataforma que utiliza tecnología blockchain.
El servicio estará disponible desde el miércoles 1 de abril y puede ser contratado por los emisores, con el objetivo de apoyar la realización de juntas de accionistas y asambleas de aportantes, en el caso de AGF y de tenedores de bonos, de manera remota o no presencial para los procesos de votación.
La iniciativa surge en respuesta a la reciente publicación de la normativa N°435 de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que regula mecanismos de participación y votación a distancia para juntas de accionistas, de tenedores de bonos y asambleas de aportantes de fondos; facilitando así la utilización de medios tecnológicos, en el contexto de la expansión del coronavirus Covid-19, declarado pandemia mundial por la OMS.
“Este nuevo servicio que entregará DCV Registros, filial del DCV, es una respuesta sólida a las necesidades actuales y se enmarca en el constante proceso de modernización y adecuación a buenas prácticas internacionales. Significa un beneficio directo tanto para los emisores como para los accionistas y emisores”, explica Javier Jara, gerente comercial del DCV.
Según el primer informe de participación en juntas de accionistas elaborado por el DCV, y según las empresas IPSA que llevaban sus registros de accionistas con DCV Registros, en promedio a las juntas ordinarias del año 2018 asistieron 47 accionistas o representantes de ellos, lo que representa una tasa de participación de un 6,4% (en relación con el total de accionistas). Mientras que, en 2019, el promedio de asistencia de las juntas administradas por DCV Registros, fue de 37 personas equivalente al 2,8%.
“Este nuevo mecanismo es un aporte sustancial en el escenario actual y dada la baja tasa de participación que hemos observado en anteriores años, por lo que sin duda ayudará a robustecer nuestro sistema financiero y a facilitar la participación de sus actores en él”, agrega Jara.
Los beneficios del servicio de votación a distancia son:
- Facilita la participación de los accionistas y aportantes que no se encuentran físicamente en el lugar de celebración de sus juntas, a través de mecanismos electrónicos de votación a distancia.
- Disponer de mecanismos ágiles que garantizan el enrolamiento y notificación de la junta, a objeto de asegurar la participación sólo de los accionistas acreditados al mecanismo electrónico de votación a distancia.
- Ejercer desde cualquier lugar y en igualdad de condiciones, a través de un ambiente electrónico, el derecho a asistencia y voto, asegurando el secreto de este último en todo momento.
- Disponer de mecanismos auditables de principio a fin, durante todo el proceso de votación electrónica, que garantizan que todo voto sea emitido correctamente y contabilizado según la intención de voto.
- Es un servicio basado en tecnología blockchain. Cuenta con soporte de la Bolsa de Santiago, distribuidor de la plataforma a ser utilizada