¿Cuál es el perfil que debiera tener los próximos gerentes generales de las grandes empresas? Esa es la pregunta que intentó responder el Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School de la Universidad de Los Andes a través de un estudio que hizo consultando a 192 directores de 159 grandes empresas.

Entre las empresas representadas por los directores, un 40% corresponde a sociedades abiertas en bolsa, un 38% a sociedades anónimas cerradas, 3% públicas y un 19% de otro tipo (limitadas, SpA y corporaciones).

Uno de los resultados que arrojó el informe es que cerca de la mitad de los encuestados prefiere y cree que el próximo gerente general de la compañía debe ser un candidato interno.

"Normalmente la razón principal de preferir un candidato interno es para evitar riesgos y costos asociados al candidato externo", explicaron los autores del estudio, Alfredo Enrione y Catalia Berner, director e investigadora, respectivamente, del centro. Entre los riesgos se encuentran el potencial choque cultural entre el sucesor y la organización, y que integrar a un candidato externo puede provocar un riesgo de pérdida de talento al interior de la empresa, pues los altos ejecutivos pueden percibir que no existe una posibilidad de desarrollo de carrera en la organización.

Añadieron que "aquellos directores que creen que el sucesor será un candidato interno, probablemente se debe a que la organización ya posee algún o algunos candidatos internos en condiciones de asumir en el corto o mediano plazo. Esto suele suceder en compañías en donde existen programas de desarrollo de talento interno, en el que van capacitando constantemente a la plana ejecutiva para que eventualmente, puedan adquirir distintos desafíos".

En paralelo, un poco más del 80% de los directores encuestados cree que el próximo gerente general será algo o muy parecido al actual.

Según los autores, "aparentemente los directores estarían conformes con el desempeño y perfil del actual gerente general, por lo que, al pensar en el sucesor, se lo imaginan algo o muy parecido al actual. Otra interpretación es que probablemente en los directorios no ha habido una reflexión a fondo sobre el futuro estratégico de la compañía y del gerente general que la compañía necesita. Por lo tanto, puede suceder que se tienda a extrapolar el estatus quo".

Al contrario, un 18% estima que el nuevo máximo ejecutivo será muy diferente al actual, por lo que proyectan un cambio en el perfil del cargo.

Características más valoradas

El estudio también se enfocó en descubrir cuáles son las características más relevantes que debieran tener los sucesores en las gerencias generales, de acuerdo a la visión de los directores.

De ese modo, un 65% de los directores mencionan las capacidades técnicas (financieras, operacionales, comerciales) y el 53% las habilidades sociales e interpersonales, siendo las que acapararon mayor atención.

Un poco más atrás quedaron la capacidad de ejecución, el conocimiento del rubro y la coherencia con la cultura organizacional.

Y más rezagadas se ubicaron la experiencia y las redes y conexiones con el mundo público y privado.

Consultados sobre las razones por las cuales los directores privilegiaron las capacidades técnicas y las habilidades sociales por sobre el resto, Enrione y Berner indicaron que "quizás se debe a que el conocimiento del rubro y la experiencia ya no son tan buenos predictores de desempeño en un entorno cambiante. En cambio, que un gerente general posea habilidades técnicas mínimas y capacidad de liderar y comunicar es más importante en un entorno que es difícil de predecir, en comparación con la experiencia o un conocimiento específico".

Las industrias abiertas al cambio

Al desglosar por industria, las que se mostraron más abiertas a que exista un cambio en el perfil del gerente general fueron telecomunicaciones, servicios, retail y banca, inversiones y seguros.

"Podría deberse a que son justamente estas industrias las que están siendo más afectadas por las transformaciones de la era digital, y por ende son más conscientes y abiertos a potenciales cambios", argumentaron los autores.

En ese sentido, señalaron que la industria de las telecomunicaciones está siendo impactada por la red 5G, la portabilidad y operadores virtuales. El Retail y el sector de servicios está siendo desafiado por nuevos patrones de consumo y nuevos competidores como Amazon. A su vez, el sector financiero ha debido enfrentar cambios en su negocio dada la exigencia por ciberseguridad y cambios demográficos.

En la vereda opuesta, las industrias que se mostraron más reacias al cambio fueron energía, agricultura, educación, previsión social y utilities.

¿Por qué? Enrione y Berner comentaron que "primero que todo, hay que decir que las diferencias son sutiles, pero probablemente la diferencia se debe a que son sectores que no ven cambios tan radicales en el entorno como las anteriores".