El inicio del año ubicó al dólar y al cobre en el centro de atención del mercado local. Con un desplome de $9,7 el tipo de cambió cerró las operaciones de ayer en $702,81, su menor valor desde julio de 2019, alejándose aún más del nivel de $712,1, registrado previo al estallido de la crisis social.
La abrupta caída del dólar en Chile está en línea con el continuo rally del cobre, que cerró la jornada en US$3,5918 la libra, lo que implica un avance de 2,29%. (Ver gráficos)
Ante el positivo inicio de año, cuánto más podría caer el dólar o qué tan sostenibles son los actuales niveles son dos interrogantes que el mercado busca responder.
¿Factores transitorios?
Mientras el cobre se mantiene firme sobre los US$3,5, el peso chileno toma fuerza en línea con la debilidad del dólar a nivel global.
Sin embargo, y con una mirada de corto a mediano plazo, existen miradas contrapuestas respecto a si la tendencia bajista se mantendrá o no, pues el tipo de cambio sigue influenciado por la presión que implica la liquidación de dólares de las AFP tras el segundo retiro del 10% de los fondos.
A esto se suma el programa de venta de dólares de Hacienda, que ayer anunció otros US$2.000 millones para enero, lo cual refuerza la idea de que la fuerte apreciación del peso chileno respondería a factores transitorios.
“El peso chileno se ha apreciado más que sus pares de América Latina -lo que pudo estar influenciado por la liquidación de divisas de inversionistas institucionales como AFPs y Hacienda-, y podría ser un antecedente negativo para la mantención de esta tendencia”, explica el economista de BICE Inversiones, Marco Correa.
Desde su máximo histórico de $868,6 alcanzado el 18 de marzo pasado, justo en medio del colapso de los mercados por la pandemia, la divisa norteamericana acumula un desplome de $166,6.
La positiva sorpresa del Imacec de noviembre, cuyo avance de 0,3% implica que la economía registró su primer crecimiento desde el inicio de la pandemia, alienta las perspectivas de Wells Fargo, pero sin perder de vista la cautela.
El analista de divisas emergentes del banco de inversión, Brendan Mckenna, comenta que la presión bajista de las AFP y el programa de venta de dólares de Hacienda podrían ser un soporte para el tipo de cambio local, al tiempo en que la economía global se recupera, lo que haría factible ver al dólar bajo los $700 en el corto plazo.
“El movimiento del peso chileno está comenzando a ser más sostenible, aunque seguimos siendo cautelosos en las perspectivas. La sólida lectura del Imacec muestra que la economía está saliendo bastante bien de la crisis del coronavirus, mientras que el aumento de los precios del cobre también deberían respaldar al peso chileno y a la economía local en el futuro. La presión de las AFP y el programa de venta de dólares de Hacienda podrían ser un soporte mientras la actividad toma fuerza y creemos que el dólar podría cae bajo los $700 en el corto plazo. Si la economía mundial continúa recuperándose, o bien con retrocesos limitados, las perspectivas a largo plazo para el peso chileno también podrían ser positivas”, afirma Mckenna.
En la vereda opuesta, en EuroAmerica descartan de plano que los niveles del tipo de cambio vistos en lo último sean sostenibles en el tiempo.
“Lo que hemos visto en las últimas semanas es un fuerte flujo de venta de dólares a nivel local, por el lado de las AFP, inversionistas extranjeros y Hacienda. La apreciación actual consideramos que no es sostenible en el tiempo, pues responde a fenómenos transitorios”, dice la economista de EuroAmerica, Martina Ogaz.
Los riesgos
Si bien la reactivación de la economía global, la fortaleza del cobre y la debilidad del dólar a nivel global son ingredientes clave para respaldar el actual nivel del tipo de cambio local, el riesgo político empaña el panorama.
“Pese a que los fundamentos como el el dólar a nivel multilateral y el cobre indicaría que la paridad local debería ubicarse en niveles parecidos o menores a los registrados esta jornada, creemos que el escenario local cargado de elecciones e incertidumbre este año en particular debería agregar algo de depreciación sobre el tipo de cambio local”, agrega Ogaz.
Una visión similar tiene BICE Inversiones, pues miran con buenos ojos el panorama para los precios del cobre, pero el peso chileno carga con el peso que implica el proceso constitucional.
“Por ahora, nuestro escenario base para el precio del cobre es que se mantendría cercano a los niveles actuales, donde la normalización de la actividad económica global que veríamos este año ayudaría a equilibrar la oferta y demanda de este recurso natural. Por otra parte, la incertidumbre sobre los procesos políticos locales podría afectar negativamente a la economía y en particular al peso chileno, por lo que veríamos una depreciación desde los niveles actuales en el mediano plazo”, concluye Correa.