La inflación correspondiente a septiembre sorprendió al mercado al ubicarse por debajo de la variación que anticipaban los analistas. Pero esta no es la primera vez que el dato efectivo se aleja de las estimaciones.
Al analizar las previsiones para la inflación de la Encuesta de Expectativas Económicas y la Encuesta de Operadores Financieros, en los últimos dos años, el mercado ha acertado sólo en dos ocasiones: diciembre de 2017 y julio de este año.
Y al comparar ambas encuestas, los datos demuestran que los operadores financieros se acercan en mayor medida al dato efectivo, ya que cuentan con 0,21 puntos porcentuales de diferencia en los últimos dos años.
En el caso de los economistas, sus previsiones apuntan una lejanía de 0,30 puntos porcentuales respecto del dato efectivo.
Para explicar la discordancia en las estimaciones para la inflación, el gerente general de Octogone Chile, Manuel Bengolea, puntualiza en los avances de nuevas tecnologías.
"En términos de magnitud, nadie sabe cómo está afectando la incorporación de las nuevas tecnología en los procesos productivos. De hecho la sobre estimación es un fenómeno mundial", dice Bengolea.
Una de las discordancias más altas se observó en mayo de este año, cuando economistas y operadores financieros anticiparon una variación de 0,3% del IPC, mientras que el dato efectivo se ubicó en 0,6%.
El economista de Euroamerica, Felipe Alarcón, menciona que existen numerosos factores que explican la volatilidad que ha registrado la inflación en los últimos años.
"La volatilidad del tipo de cambio y el no anticipado efecto de la migración sobre los salarios, y por ende, sobre la inflación de servicios. Además, el cambio metodológico que ha aplicado el INE en la medición de ciertos bienes y servicios de la canasta, destacando paquete turístico, pasaje aéreo y gastos comunes, que son ítems que han inyectado mucha volatilidad al alejarse de sus patrones estacionales típicos", dice Alarcón.
La importancia de las estimaciones
El economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, afirma que no es positivo que se produzcan diferencias "importantes" entre las proyecciones y los datos efectivos.
"Ello es signo de mayores riesgos, que conllevan una mayor dificultad en la toma de decisiones. Las decisiones en torno a nuevas inversiones podrían verse afectadas", afirma Lehmann.
A nivel de mercado, Alarcón destaca que los diferenciales respecto de la inflación agregan mayor volatilidad sobre los activos financieros, en especial para aquellos indexados a la UF.